martes, 2 de enero de 2018

EL 24 DE JUNIO DE 1717 ¿MITO O REALIDAD?

                 
Por Iván Herrera Michel
                         
Finalizó el año 2017 y aún no termina de armarse el rompecabezas de lo que de verdad pasó en Londres hace 300 años. La discusión está abierta y nos adentra en el delicado terreno de la especulación histórica.
                 
De acuerdo con James Anderson en 1738, el acontecimiento del 24 de junio de 1717 se habría presentado en cumplimiento de un compromiso adquirido en una reunión preparatoria celebrada en diciembre de 1716 en la Taberna El Manzano. Lo curioso del caso es que, según se ha establecido históricamente, para esa fecha la Taberna El Manzano ya no funcionaba. Pero ahí no terminan las dudas sobre la veracidad del relato y las reflexiones sobre sus intenciones.
                     
Entre las discusiones que he tenido sobre el tema, resalto una del pasado mes de junio con Christophe Habas, Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, sobre las hipótesis que sostienen la posible no existencia de una reunión en la Taberna La Oca y la Parrilla el 24 de junio de 1717, y en especial acerca de las posiciones de los investigadores Roger Dachez y John Hamill (dos pesos pesados de la historiografía científica sobre la Orden), las cuales me voy a limitar a transcribir porque pueden ser referentes para un debate que aún no concluye:
                    
1) Dice Roger Dachez en entrevista del 4 de junio de 2017 a la emisora francesa “France Culture:
                   
Roger Dachez
"(...) hoy sabemos que es una leyenda dorada, y que lo del 24 de junio de 1717 no sucedió. Es un evento que fue creado años más tarde desde cero. (...) La única historia que tenemos de este suceso de 1717 es el relato de James Anderson. El autor, uno de los autores, o, en cualquier caso, el redactor principal de las Constituciones que se publicaron en 1723, que es el texto fundador de la masonería universal. La única historia que tenemos del acontecimiento de 1717 es el relato de Anderson en la segunda edición de sus Constituciones en 1738, es decir 21 años más tarde. ¡Y, sobre todo, él no estaba presente en 1717!
                    
Eso no disminuye el sentido profundo de este evento. Se debe considerar que el 24 de junio de 1717 es una fecha simbólica.
                
(La masonería moderna existe) "probablemente a partir de 1721, cuando fue elegido el primer Gran Maestro noble que es el Duque de Montagu, el pretendido sucesor de Anthony Sayers, pero en realidad, probablemente, el primer verdadero Gran Maestro de la Gran Logia de Londres. La Masonería londinense comienza a cambiar de naturaleza, y se dice en ese momento que eran cuatro Logias pequeñas con gente de modesta extracción, a la cabeza de la cual se ubicó el Duque de Montagu que es familiar del Rey y el hombre más rico de Inglaterra. Casualmente, uno de los primeros actos que ejecuta es abonar una considerable suma de dinero al fondo de solidaridad de una Gran Logia que solo busca tener más medios para ayudar a los Hermanos.
                 
Por la nueva situación política en Inglaterra, la realeza se mostraría de esta manera como amiga del pueblo”.
                 
                        
2) Dice John Hamill en la revista institucional de la Gran Logia Unida de Inglaterra, "Freemasonry Today" el 7 de junio de 2016:
                          
Si fuera posible viajar de ida y vuelta en el tiempo, sería fascinante traer de vuelta a algunos de los menos de 100 hermanos que se reunieron en la taberna Goose and Gridiron en Londres el 24 de junio de 1717 para elegir al primer Gran Maestro y crear la primera Gran Logia en el mundo.
                
Los Hermanos no pueden haber tenido idea de lo que estaban comenzando y se
John Hamill
sorprenderían de que fueran los responsables de lo que se ha convertido en una fraternidad mundial, que ahora existe en lugares que eran espacios inexplorados en los mapas de su tiempo.
                   
Los historiadores Masónicos lamentan el hecho de que haya tan poca evidencia documental para el período, olvidando que aquellos que provocaron la formación de la Gran Logia no sabían que estaban dando un paso tan trascendental. No guardaron registros de sus acciones hasta que se inició el primer libro de minutas de la Gran Logia en 1723. De hecho, si no hubiera sido por la información histórica incorporada por James Anderson en las ediciones de 1723 y 1738 del Libro de Constituciones, todavía podría no saberse lo que sucedió en 1717.
                 
La falta de documentación adicional en apoyo de los hechos de Anderson ha causado que algunos académicos cuestionen su veracidad. Mi respuesta sería repetir el mantra con el que mi profesor de historia comenzaba cada uno de nuestros tutoriales en mis primeros tiempos como estudiante: no puedes mirar el pasado con los ojos del presente, solo puedes mirarlo en el contexto del período.
                     
Las cuatro logias que se unieron en 1717 se convirtieron en un grupo más entre muchas otras sociedades y clubes de la época. Como no parece haber tenido una consecuencia social del día, no es sorprendente que el evento no se haya registrado en la prensa primitiva que existía en el siglo XVIII.
                  
Lo que parece haberse olvidado, es que cuando Anderson escribió sus historias todavía existían muchas personas que pudieron haber asistido o conocido a algunos de los que estuvieron presentes en el Goose and Gridiron en junio de 1717.
                      
No solo eso, la redacción de Anderson fue aprobada por un Comité de la Gran Logia y no tengo dudas de que, si hubiera registrado erróneamente los hechos recientes, se le habría señalado con fuerza y se habrían corregido antes de que el Libro de las Constituciones fuera a impresión.
                            
Poner en duda las declaraciones de Anderson con respecto a 1717 porque el resto de su historia temprana contiene indudables errores, es ignorar cómo ha cambiado la definición actual de lo que constituye la historia.
                       
En los días de Anderson, en lugar de ser una colección de hechos cuidadosamente documentados y verificables, la historia era una amalgama de hechos, folklore, historias bíblicas y mitología.
                            
                        
                     
                   

1 comentario:

Victor Guerra Garcia dijo...

Más allá o más acá de que existiese la citada taberna, creo que hay todavía asuntos históricos de gran calado que no están resueltos, por varias cuestiones, falta de documnentos, posiciones llenas de prejuicios, etc, y sería de gran calado saberlas, más alla de saber si nacimos en 1717 o en 1721, o si en una taberna dada, o en la de al lado, puesto que lo significativo como dice Jonh Hamil, es que la masonería moderna existe, pero se entenderían mejor el resto de herramientas , divulgaciones, panfletos, manuscritos, si se indagara sobre el porqué de ese rompimiento tan drástico, que volvió a renacer en 1751 con los Antiguos y que ha dado lugar a una nueva cadena simbólica de concepto que terminará desembocando en el REAA, y eso se ha explicado poco y se ha indagado menos, y luego está todo el proceso de mudanza del catolicismo imperante en buena parte de esa primigenia masonería de 1717, que ha sido "invisibilizada" para presentar un linea más de acorde conciertas lienas de argumentación protestante. Eso son temas complejos e interesantes que darian muchas claves de trabajo e hilos de los cuales tirar, más allá de si hubo una taberna u otra, o si el carnet de identidad de la creación de la logia aparece una u otra fecha, los que yo estoy exponiendo entra en el nudo gordiano de la creación de la masoneria moderna. UN TAF