domingo, 30 de octubre de 2016

LA FUNDACIÓN DE PEREIRA EN CLAVE MASÓNICA


Por Iván Herrera Michel
                    
Walter Benavides Antia

Por fraternal deferencia del Masón, economista, miembro de la Academia de Historia de Pereira e investigador Walter Benavides Antia, ha llegado a mis manos un ensayo de su autoría titulado “Don José Francisco Pereira Martínez y sus hijos Pereira Gamboa”, que forma parte de la colección “Pereira, Masonería e Historia”, en particular del Tomo I “Pereira, en la Edad del Aprendiz. 1540 – 1800”, cuyas 72 páginas he leído con interés en una sola noche.
               
Siempre me ha sorprendido la implantación de la Masonería en una ciudad que como Pereira hoy no cuenta con más de 500.000 habitantes. De hecho, proporcionalmente, y aunque fuertemente divididos, la ciudad muestra el  mayor porcentaje en Colombia de Masones y Masonas en relación con su población general. Igual supremacía se observa cuando la comparamos con la cantidad de Logias masculinas y mixtas que allí trabajan. 
                          
Todos practican el REAA mayoritariamente en dos Obediencias: La Gran Logia Occidental de Colombia, fundada en 1935 con sede principal en Cali, y la Orden Masónica Mixta Internacional “El Derecho Humano”, fundada en 1893, con sede principal en París, Francia, y presencia en 60 países. En el pasado Pereira ha contado con logias de la Gran Logia Central de Colombia, con sede en Bogotá, y del Gran Oriente Latinoamericano (GOLA), que es de carácter internacional y posee Logias en América y Europa.
                 
En 1990 en el marco de un gran cisma Masónico nacional, se fundó la Gran Logia del Eje Cafetero, con sede principal en Pereira y Logias en Armenia, la cual desapareció a los pocos años "por razones que no son del caso mencionar" como me afirmó con prudencia un Masón pereirano.
             
Ya yo había reseñado los libros “La Masonería en la Literatura” y “Simón Bolívar y la Francmasonería” del también investigador y Masón pereirano Oscar Romero Aguirre, lo cual habla muy bien del nivel intelectual de la Orden en esa ciudad.
                    
En Colombia no es frecuente rescatar la sociabilidad constructiva Masónica de sus grandes hombres, ni el rol de la Masonería en la construcción de nuestras sociedades. De tal manera, por ejemplo, que muy poco se referencia la Orden por parte de los historiadores y educadores en las biografías de los 27 presidentes de la república que han pertenecido a la Orden. Y ni hablar del sin número de Ministros de estado, gobernadores, alcaldes, congresistas, empresarios, militares, literatos, fundadores de universidades, Etc., que lo han sido desde comienzos del siglo XIX hasta la fecha. Es como si existiera un pacto tácito de no hacerlo, o nadie se hubiera dado cuenta de que tanta gente en el escenario nacional ha estado unida por ese vínculo.  
                  
Esta obra de Walter Benavides redacta en clave Masónica la biografía y el aporte que a la
Escudo de la ciudad de Pereira
sociedad colombiana, y con especial énfasis a la ciudad de Pereira, ofrecieron José Francisco Pereira Martínez y sus hijos Nicolás, Próspero, Guillermo, Emilio y Benjamín Pereira Gamba, que regalaron el terreno para la fundación de la ciudad, y fueron, tanto el padre como los primeros cuatro de sus cinco nombrados, conocidos Masones que alcanzaron altos Grados del REAA, seguramente recibidos del Gran Oriente y Supremo Consejo Neogranadino, fundado en 1833 con Carta Patente del Gran Oriente de Francia y/o  del Supremo Consejo Central de Colombia, fundado en 1864 y declarado “irregular” por el Supremo Consejo para la jurisdicción Sur de los Estados Unidos de América siendo su Soberano Gran Comendador Albert Pike.
                
Pero más allá de lo local pereirano, el ensayo de Walter Benavides Antia se constituye en un ejemplo a seguir al inscribirse en una nueva puesta en escena de la Masonería, en su camino hacia la normalización frente una opinión pública que no la conoce y en ocasiones vincula su devenir con singulares teorías conspirativas o extraños predicamentos, ya que muestra una relación indiscutible entre la vida pública de los Masones que han moldeado la historia y una corriente política de progreso regional y nacional vinculada a su accionar. 
            
             
                         


2 comentarios:

  1. Todo aporte es una semilla,lo importante es reconocerse,diligente diligentiam in munere vestro

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  2. Un gran saludo fraterno a mis hermnanos de Colombia

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