GRAN ORIENTE DE LA FRANCMASONERÍA MIXTA UNIVERSAL DEL URUGUAY
COLOQUIO INTERNACIONAL
Sesión Inaugural
FRANCMASONERÍA DEL SIGLO XXI: EL DESAFÍO DE CONSTRUIR IDEAS
Por: Iván HERRERA MICHEL
Vicepresidente de CLIPSAS
Complejo de Congresos del Palacio Municipal
Junio 23 de 2008
Montevideo - Uruguay
COLOQUIO INTERNACIONAL
Sesión Inaugural
FRANCMASONERÍA DEL SIGLO XXI: EL DESAFÍO DE CONSTRUIR IDEAS
Por: Iván HERRERA MICHEL
Vicepresidente de CLIPSAS
Complejo de Congresos del Palacio Municipal
Junio 23 de 2008
Montevideo - Uruguay
Distinguidos Dignatarios y Ciudadanos de la República Oriental del Uruguay y de la bella ciudad de Montevideo,
Querido Hermano Licenciado Elbio Laxalte Terra, Gran Maestro, y demás dignidades y Oficiales del Gran Oriente de la Francmasonería Mixta Universal,
Muy Respetables Grandes Maestros de Europa y América, presentes,
Querido Hermano Licenciado Elbio Laxalte Terra, Gran Maestro, y demás dignidades y Oficiales del Gran Oriente de la Francmasonería Mixta Universal,
Muy Respetables Grandes Maestros de Europa y América, presentes,
Queridos Hermanos Soberanos Grandes Comendadores del R:. E:. A:. y A:. de Europa y América,
Q:. H:. Ruben Garrido, Presidente de la Liga Universal de Francmasones - 1905, Grupo Nacional del Uruguay,
Mis Hermanos y Hermanas de la República Oriental del Uruguay,
Mis Hermanos y Hermanas visitantes,
Respetados Panelistas,
Amables señoras y señores, que engalanan con su presencia esta tarde especial para los Masones, para la Masonería uruguaya y para la Orden Masónica en general.
Debo en primer lugar, agradecerle al Licenciado Elbio Laxalte Terra, y a través de él a todos los Masones y Masonas del Gran Oriente de la Francmasonería Mixta Universal del Uruguay, vuestra honrosa invitación y amable disposición en este Coloquio internacional en Montevideo, que a mí, en lo personal, me trae gratos recuerdos de cuando en el mes de mayo del año 2004 firme con vosotros un Tratado de Amistad, en calidad de Gran Canciller de la Gran Logia del Norte de Colombia, con sede en Barranquilla, en el caribe colombiano.
Reciban todos y cada uno de vosotros, mis más sinceras y entusiastas felicitaciones por estos diez años de ejemplar trabajo Masónico, extramurando la luz de vuestra inteligencia y reflexiones al mundo exterior.
Creedme, queridos Hermanos uruguayos, cuando os digo que no es cosa de poca monta el trabajo que se les observa cuando uno contempla el paisaje Masónico latinoamericano a la distancia. Tened la seguridad, Queridos Hermanos y Hermanas, que nosotros, los Masones progresistas colombianos, los tenemos en muy alta estima intelectual y muchas veces hemos bebido en la fuente de vuestras reflexiones.
Como Vicepresidente del “Centro de Enlace e Información de las Potencias Masónicas Firmantes del Llamamiento de Estrasburgo” - CLIPSAS - además de unirme a los festejos por vuestro décimo aniversario, he venido a Montevideo a ratificaros, personalmente, y de manera oficial, por encargo honroso del Sr. Presidente de CLIPSAS, Q:. H:. Marc Antoine CAUCHIE, el regocijo que nos embarga por el ingreso del Gran Oriente de la Francmasonería Mixta Universal del Uruguay a CLIPSAS hace exactamente un mes, en mi ciudad natal de Barranquilla, ocasión en que contamos con la muy grata compañía de los QQ:. HH:. Elbio Laxalte y Nelly Rosso, quienes fueron entre nosotros el botón de muestra de una Obediencia ejemplar.
De igual manera, traigo también la representación expresa y entusiasta de las Gran Logia del Norte de Colombia, grávida de regocijo y felicitaciones, por vuestro décimo aniversario, y un saludo caluroso que desde el Caribe Colombiano os envía a este frío invierno equinoccial mi Gran Maestro, Q:. H:. Luis Francisco Correa Mena.
Nos han colocado vosotros, un punto muy alto al convocar a la Masonería a la construcción de ideas en el siglo XXI. Sin embargo, debemos agradeceros que nos llamen la atención acerca de que son, precisamente, las ideas las que impulsan los cambios en el mundo y por lo tanto el terreno sobre el que puede construirse una humanidad más equitativa y sostenible. ... Y la construcción, como todos sabemos, es el eje central de a Masonería.
Siempre han habido ideas importantes y de mucho impacto, la invención de la rueda, de la escritura, del hacha de silex, de la manipulación del fuego, de la división social del trabajo, de la agricultura y de la domesticación de animales, para citar unos pocos casos, fueron grandes ideas que transformaron a las personas para siempre y nos tienen donde estamos.
Sin embargo, no es la invención de la rueda lo que cambió al mundo sino lo que el mundo hizo con esa rueda. No es la invención de la escritura lo que produjo a Hamlet, el Quijote de la Mancha y la Divina Comedia, sino lo que Shaskespeare, Cervantes y Dantes, hicieron con esa escritura.
En consecuencia, el desarrollo de La civilización humana, solo fue posible gracias a la utilización instrumental de esas ideas. No a la totemización, tabutización ni dogmatización de las ideas.
Hay ideas que tienen un valor intrínseco e ideas que poseen un valor instrumental. Las ideas intrínsecas generan conocimientos, y las instrumentales buscan un fin. Por ejemplo, el valor intrínseco de la idea Masónica radica en apreciarla por lo que es y por lo que ha sido, y el valor instrumental se encontraría en “para que” sirve.
Javier Otaola, un Ex Gran Maestro español, amigo y admirador de esta casa Masónica, Ex Presidente de la internacional Masónica CLIPSAS, en la ponencia que presentó el pasado martes 17 de junio de este mismo año, en un Coloquio organizado por la Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas del Ateneo de Madrid, en España, sostuvo muy didácticamente que hay valores instrumentales que “se asocian directamente con la libertad de pensamiento y de conciencia, con el libre examen y la autonomía personal y se fundamentan en su servicio”, y citará para ejemplo el de la “Laicidad”, que es un tópico muy sensible y actual no solo en Europa, sino además en nuestra Latinoamérica, en sus contenidos religiosos, sociológicos, filosóficos, jurídicos y políticos.
El concepto de “Tolerancia”, en su significado de aceptación de la diferencia, es otro valor instrumental, que en mi concepto es digno de ser promovido en este siglo XXI. Algunas ideas que consideramos validas, en la práctica, crean tensiones con formas de cosmovisión tradicionales. Un ejemplo de ello, podemos encontrarlo en las tensiones que se presentan cuando tratamos de implantar la Declaración Universal de los Derechos Humanos en culturas no occidentales, como las amerindias, las asiáticas y las africanas originarias. Simplemente, no encajan del todo en la urdimbre cultural tradicional.
La Masonería es una institución “tradicional” que no sacraliza la tradición que contiene, sino que la concibe como el trasmitir continuamente un mensaje original, que no es otra cosa que el de “Unir lo que está disperso”, en una cadena que la liga al pasado y la vincula siempre con la construcción permanente de la humanidad. En este orden de ideas, la Masonería es un elemento más de la historia de occidente, y sus áreas de influencia, al lado de la ciencia, la técnica, las artes y la religión, que tiene por objeto, precisamente, “Unir lo que está disperso”.
En el caso nuestro, una buena idea, a mi modo de ver las cosas, sería el que practicáramos un cierto tipo de Masonería constructiva, en lo simbólico y en lo filosófico, que esté de acuerdo con las expectativas de nuestros tiempos y de nuestros legados, siempre revelando una identidad clara frente a la realidad con respecto a otros actores sociales también muy valiosos. Otra buena idea que se me ocurre, es que nuestros trabajos lo asumamos concientemente como un componente social, político y moral, del que, de todos modos, es imposible de desprenderse. Es decir, que cohesionáramos constantemente el ser natural del Masón con el ser social Masónico, en vez de quedarnos prendados de la jerarquización y la pureza de la Orden.
Mis Hermanos y Hermanas de la República Oriental del Uruguay,
Mis Hermanos y Hermanas visitantes,
Respetados Panelistas,
Amables señoras y señores, que engalanan con su presencia esta tarde especial para los Masones, para la Masonería uruguaya y para la Orden Masónica en general.
Debo en primer lugar, agradecerle al Licenciado Elbio Laxalte Terra, y a través de él a todos los Masones y Masonas del Gran Oriente de la Francmasonería Mixta Universal del Uruguay, vuestra honrosa invitación y amable disposición en este Coloquio internacional en Montevideo, que a mí, en lo personal, me trae gratos recuerdos de cuando en el mes de mayo del año 2004 firme con vosotros un Tratado de Amistad, en calidad de Gran Canciller de la Gran Logia del Norte de Colombia, con sede en Barranquilla, en el caribe colombiano.
Reciban todos y cada uno de vosotros, mis más sinceras y entusiastas felicitaciones por estos diez años de ejemplar trabajo Masónico, extramurando la luz de vuestra inteligencia y reflexiones al mundo exterior.
Creedme, queridos Hermanos uruguayos, cuando os digo que no es cosa de poca monta el trabajo que se les observa cuando uno contempla el paisaje Masónico latinoamericano a la distancia. Tened la seguridad, Queridos Hermanos y Hermanas, que nosotros, los Masones progresistas colombianos, los tenemos en muy alta estima intelectual y muchas veces hemos bebido en la fuente de vuestras reflexiones.
Como Vicepresidente del “Centro de Enlace e Información de las Potencias Masónicas Firmantes del Llamamiento de Estrasburgo” - CLIPSAS - además de unirme a los festejos por vuestro décimo aniversario, he venido a Montevideo a ratificaros, personalmente, y de manera oficial, por encargo honroso del Sr. Presidente de CLIPSAS, Q:. H:. Marc Antoine CAUCHIE, el regocijo que nos embarga por el ingreso del Gran Oriente de la Francmasonería Mixta Universal del Uruguay a CLIPSAS hace exactamente un mes, en mi ciudad natal de Barranquilla, ocasión en que contamos con la muy grata compañía de los QQ:. HH:. Elbio Laxalte y Nelly Rosso, quienes fueron entre nosotros el botón de muestra de una Obediencia ejemplar.
De igual manera, traigo también la representación expresa y entusiasta de las Gran Logia del Norte de Colombia, grávida de regocijo y felicitaciones, por vuestro décimo aniversario, y un saludo caluroso que desde el Caribe Colombiano os envía a este frío invierno equinoccial mi Gran Maestro, Q:. H:. Luis Francisco Correa Mena.
Nos han colocado vosotros, un punto muy alto al convocar a la Masonería a la construcción de ideas en el siglo XXI. Sin embargo, debemos agradeceros que nos llamen la atención acerca de que son, precisamente, las ideas las que impulsan los cambios en el mundo y por lo tanto el terreno sobre el que puede construirse una humanidad más equitativa y sostenible. ... Y la construcción, como todos sabemos, es el eje central de a Masonería.
Siempre han habido ideas importantes y de mucho impacto, la invención de la rueda, de la escritura, del hacha de silex, de la manipulación del fuego, de la división social del trabajo, de la agricultura y de la domesticación de animales, para citar unos pocos casos, fueron grandes ideas que transformaron a las personas para siempre y nos tienen donde estamos.
Sin embargo, no es la invención de la rueda lo que cambió al mundo sino lo que el mundo hizo con esa rueda. No es la invención de la escritura lo que produjo a Hamlet, el Quijote de la Mancha y la Divina Comedia, sino lo que Shaskespeare, Cervantes y Dantes, hicieron con esa escritura.
En consecuencia, el desarrollo de La civilización humana, solo fue posible gracias a la utilización instrumental de esas ideas. No a la totemización, tabutización ni dogmatización de las ideas.
Hay ideas que tienen un valor intrínseco e ideas que poseen un valor instrumental. Las ideas intrínsecas generan conocimientos, y las instrumentales buscan un fin. Por ejemplo, el valor intrínseco de la idea Masónica radica en apreciarla por lo que es y por lo que ha sido, y el valor instrumental se encontraría en “para que” sirve.
Javier Otaola, un Ex Gran Maestro español, amigo y admirador de esta casa Masónica, Ex Presidente de la internacional Masónica CLIPSAS, en la ponencia que presentó el pasado martes 17 de junio de este mismo año, en un Coloquio organizado por la Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas del Ateneo de Madrid, en España, sostuvo muy didácticamente que hay valores instrumentales que “se asocian directamente con la libertad de pensamiento y de conciencia, con el libre examen y la autonomía personal y se fundamentan en su servicio”, y citará para ejemplo el de la “Laicidad”, que es un tópico muy sensible y actual no solo en Europa, sino además en nuestra Latinoamérica, en sus contenidos religiosos, sociológicos, filosóficos, jurídicos y políticos.
El concepto de “Tolerancia”, en su significado de aceptación de la diferencia, es otro valor instrumental, que en mi concepto es digno de ser promovido en este siglo XXI. Algunas ideas que consideramos validas, en la práctica, crean tensiones con formas de cosmovisión tradicionales. Un ejemplo de ello, podemos encontrarlo en las tensiones que se presentan cuando tratamos de implantar la Declaración Universal de los Derechos Humanos en culturas no occidentales, como las amerindias, las asiáticas y las africanas originarias. Simplemente, no encajan del todo en la urdimbre cultural tradicional.
La Masonería es una institución “tradicional” que no sacraliza la tradición que contiene, sino que la concibe como el trasmitir continuamente un mensaje original, que no es otra cosa que el de “Unir lo que está disperso”, en una cadena que la liga al pasado y la vincula siempre con la construcción permanente de la humanidad. En este orden de ideas, la Masonería es un elemento más de la historia de occidente, y sus áreas de influencia, al lado de la ciencia, la técnica, las artes y la religión, que tiene por objeto, precisamente, “Unir lo que está disperso”.
En el caso nuestro, una buena idea, a mi modo de ver las cosas, sería el que practicáramos un cierto tipo de Masonería constructiva, en lo simbólico y en lo filosófico, que esté de acuerdo con las expectativas de nuestros tiempos y de nuestros legados, siempre revelando una identidad clara frente a la realidad con respecto a otros actores sociales también muy valiosos. Otra buena idea que se me ocurre, es que nuestros trabajos lo asumamos concientemente como un componente social, político y moral, del que, de todos modos, es imposible de desprenderse. Es decir, que cohesionáramos constantemente el ser natural del Masón con el ser social Masónico, en vez de quedarnos prendados de la jerarquización y la pureza de la Orden.
La arquitectura de nuestros trabajos y de nuestros grados deriva en buena medida de corrientes humanistas, por lo tanto no es estática, ni contiene unos procedimientos destinados a perpetuar mecánicamente un estatus quo. Por el contrario, esa arquitectura se constituye en una herramienta de trabajo. Tradicional, sin duda, en el sentido de que forja un canal, transmite una influencia intelectual y adquiere un método. Es una herramienta de la historia humana, que promueve el humanismo, la libertad de conciencia, la libertad de pensamiento, el libre examen y la autonomía personal.
Yo creo que todos nosotros, Masones y no Masones, podemos trabajar en el campo de la generación y la promoción de ideas instrumentales mediante la creación de nichos y redes sociales de reflexión y comunicación como este mismo Coloquio que nos reúne hoy, o utilizando otros más creativos y contemporáneos como las redes sociales de Facebook, por ejemplo, que están canalizando innumerables iniciativas. Es precisamente, el “Derecho Fundamental a ser contemporáneo”, del que habla el filósofo Habermas, el que reclamamos en su rol instrumental. Naturalmente, concibiendo una contemporaneidad que asuma lo diferentes que somos y lo libres que debemos ser para implicarnos en la igualdad de oportunidades que debemos tener
Por lo pronto, tengo la firme seguridad de que muchas Logias Masónicas, actuando como talleres de pensamiento, están colaborando activamente en la construcción de este siglo vertiginoso que discurre sin barreras y con muy pocos referentes sostenibles. Esa es una muy buena idea que, como la rueda, aún sigue funcionando aplicada a diferentes construcciones.
Hay varios puntos de quiebre entre los diferentes modelos Masónicos en boga, pero hay un punto en común a todos: la necesidad de contar con un sector creativo, innovador, que genere ideas, que sustituya luces, que conquiste intelectos y que asuma con entereza y claridad la tradición progresista de la Orden. Al fin y al cabo, el impacto de las transformaciones sociales que tienen que ver con la forma en que se adquiere y se aplica el conocimiento libertario, ha sido aún mayor que el de la violencia política.
Latinoamérica es tierra fértil para la idea Masónica progresista. La recursividad, el ingenio y la disposición permanente a la discusión política, son características de la mentalidad regional. Un Masón aquí debe querer construir algo valioso y desear alcanzar metas que valgan la pena, sin dejarse guiar demasiado por la experiencia.
Yo estoy firmemente convencido, que a través de las conferencias que vamos oír en este Coloquio internacional, en la voz de pensadores en diferentes campos del saber humano provenientes de Europa y América, y de dignidades Masónicas internacionales y de la vida civil uruguaya, sobre temas de la mayor trascendencia para el siglo XXI, el desafío de construir ideas cuenta con una nueva y valiosa oportunidad de realizarse.
Queridas Hermanas y Hermanos, estimados señores y señoras,
A la escala de tan solo un par de décadas se multiplican las posibilidades, tan rápidamente que podemos fácilmente optar por no hacer previsiones. Pero hay tendencias a mediano plazo que pueden darnos una idea convincente de cómo serán algunos futuros posibles. No obstante, cualquier predicción concreta que se hiciera podría venirse abajo por culpa de una crisis inesperada, ya sea causada directamente por la confrontación repentina de dos pueblos, o por una catástrofe natural. Pero lo que si no podemos hacer es sentarnos a esperar a ver que sale de los acontecimientos para, luego, con toda la información completa decidir que hacer. Tenemos que construir ideas en medio del movimiento, basados en probables horizontes humanistas.
Este Coloquio Internacional, es, a mi parecer, un gran aporte, que desde ya ha hecho el Gran Oriente de la Francmasonería Mixta Universal del Uruguay al desafío de construir ideas para el siglo XXI.
Y todos quedamos muy agradecidos por ello.
Muchas gracias a todos.
Iván HERRERA MICHEL
Vicepresidente de CLIPSAS
Junio 23 de 2008 (e:. v:.)
Montevideo - Uruguay
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