viernes, 24 de abril de 2020

EN LA HORA DEL MANDIL


                       
Mensaje al “Primer Encuentro Internacional de Médicos Masones”, al que fui invitado (a pesar de ser abogado) a dirigir unas palabras, celebrado a través de la plataforma ZOOM el 23 de abril de 2020 (E:. V:.).  Estas reuniones son una extensión del chat internacional de Wasap UNIÓN MÉDICA MASÓNICA, integrado exclusivamente por Masones que sean médicos graduados, con el fin de apoyarse, intercambiar información, estudios y experiencias relacionados con la actual pandemia. 
            
Los QQ:. HH:. interesados en ser miembros puede dirigirse a los siguientes números: +57 3147651514, +57 3162599996 y +57 3013538355.
               
                     
EN LA HORA DEL MANDIL
             
Por Iván Herrera Michel
                      
Buenas noches mis Muy Ilustres y Queridos Hermanos y Hermanas, en sus Grados y Calidades, literalmente, esparcidos sobre la faz de la tierra, en ambos hemisferios. Tengo mucho gusto en saludarlos desde el Caribe colombiano.
               
Presento mis Respetos a las Grandes Dignidades que nos honran con su presencia en esta reunión.
                         
Presento mis respetos a todos ustedes mis QQ:. HH:. del área de la salud que me inspiran desde todas partes con su ejemplo de personas libres y de buenas costumbres que glorifican sus juramentos colocándose al mismo tiempo el Mandil y la bata, de pie y al Orden. Demostrándose una vez más que la Masonería es tan larga como de Occidente a oriente, tan ancha como de norte a sur, tan alta como el Cenit y tan profunda como el nadir.
                             
No seré yo el que enseñe Masonería a quienes, como ustedes, están en la primera línea de choque en el mayor, más grande y más feroz combate que la ciencia ha librado en toda su historia contra una enfermedad mortal, que paralelamente está aumentando las tensiones en sociedades con problemas sociales y económicas preexistentes.
                        
Será lo primero, agradecer la oportunidad que se me brinda de dirigirme a tan selecto grupo de Hermanos y Hermanas, en lo que es la primera de una serie de reuniones y charlas de interés médico que se estarán agendando periódicamente.
                   
Y luego de saludarlos con la mayor fraternidad posible, voy a iniciar estas cortas palabras confesando mi estupor por la forma tan eficiente como una pequeña cosa microscópica ha sido tan potente como para cancelar nuestras Tenidas ordinarias de un golpe y sin lugar a apelación.
                       
En la historia de la Orden Masónica, ningún dictador, ningún Papa ni ningún Rey lo habían logrado hacer de forma tan drástica y rápida. Ni siquiera podemos reunirnos secretamente en la casa de alguno de nosotros como lo hacían nuestros antecesores en épocas oscuras de persecución para darnos un abrazo fraternal.
                         
Pero también debo confesar mi admiración por la forma tan rápida, eficiente y radical como los Masones y Masonas se han colocado el Mandil operativo de los obreros (blanco, con la babeta levantada, sin distingos de Rituales, Liturgias, Ritos, Grados, Gran Logia, reconocimientos, Confederaciones, Cartas Patentes, Landmarks o inclinaciones sociales o metafísicas), para servir a una sociedad que reclama moralmente a todos sus componentes que se incorporen al común combate contra un virus rebelde que puso en pausa al mundo y reta de paso los compromisos más sagrados de los Masones.
                         
En este sentido, siento que se ha interpretado bien el sueño de millones de Masones y Masonas de a pie, que han imaginado una Orden útil en la construcción del Gran Templo de la Humanidad.
                            
El método Masónico no admite Freelancer. Se práctica necesariamente en una Logia a través de una puesta en escena colectiva, pero su fin último es “la realidad”, como me lo dijo en una entrevista el Q:. H:. Charles Porset, una de los intelectuales más connotados de la Masonería europea. Lastimosamente hoy, y desde hace casi una década, ocupando su lugar en la Gran Logia de la Eternidad en el Or:. Eter:.
                    
Permítanme, mis QQ:. HH:., por favor, contarles algo que quizás ya algunos conocen.
                   
Hace tan solo ocho días, el chat de Wasap que hoy se llama UNIÓN MÉDICA MASÓNICA, solo tenía tres miembros y una idea. Éramos nuestro Q:. Hno:. Alejandro Sepúlveda (el único médico), nuestra Q:. Hna:. Alejandra Echeverry, y yo.
                      
Déjenme comentarles que ellos son dos magníficos Masones, con la cabeza bien puesta y el corazón estupendamente amoblado, que están cimentando una estructura organizacional para este grupo conducente a darle continuidad y sostenibilidad, más allá del fin de la pandemia del coronavirus. Dicho esto, debo reconocer que me ha encantado hacer equipo con ellos, y que estoy más que satisfecho con el salario recibido.
               
Pero como no hay nada tan activo como una idea a la que le ha llegado su hora, se nos aparecieron enseguida dos obreros extraordinarios. Sin su trabajo no estaríamos hoy reunidos. Se trata de nuestro Q:. H:. Alejandro Ceballos, médico también y actual Rector de la Universidad de Caldas, y nuestra Q:. H:. Juliana Botero, una joven Maestra Masona de 25 años de edad cronológica, psicóloga y trabajadora Social.
                 
Éramos tres HH:. Masones pertenecientes a tres Obediencias diferentes, unidos solo por la convicción de que un grupo de personas libres y de buenas costumbres, como ustedes, que aunara su condición y juramentos de profesionales de la salud a su calidad y juramentos de Masones, podían, unidos entre sí, al amparo del sigilo Masónico, a cubierto, bajo el paraguas de una original egrégora universal, elaborar un enorme trazado científico, para colaborarle a la sociedad en general en la construcción de la nueva normalidad que nace de este parto tan doloroso que nos regala injustamente una pandemia sin fronteras ni clases sociales que nos amenaza con una muerte solitaria.
                 
Hoy el chat de la UNIÓN MÉDICA MASÓNICA cuenta con más de un centenar de miembros, de todas las geografías, de distintas especialidades y de múltiples experiencias, y, con toda seguridad, ha contribuido en la mejora de la atención médica en tres continentes a través de sus integrantes.
                 
Se ha pretendido desde un principio que no sea un espacio para memes, bromas, hacer ecos a los contenidos que circulan en las redes sociales, opiniones no basadas en evidencias... Para esas cosas, que disfrutamos mucho, existen otros espacios sociales.
                  
Ustedes, QQ:. HH:. del sector de la salud, se han asomado a un infierno en la tierra, pero, a diferencia de Dante en la Divina Comedia, están heroicamente dedicados a la singular aventura de arrebatarle almas a la muerte, ya sea en forma presencial o por telemedicina o por eSalud. Y eso les ha exigido el máximo rigor.
                    
La Masonería tiene herramientas de trabajo que ahora resultan inusualmente útiles para continuar en el mundo exterior los trabajos de las Tenidas rituales, y la solidaridad constructiva que siempre la ha caracterizado será muy necesario proyectarla a los extramuros.
                   
No obstante que ninguno de nosotros esperábamos la actual coyuntura sanitaria, social, económica, laboral y familiar, el método Masónico de construir simultáneamente un Templo interior y uno exterior, nos preparó para llevar a cabo una labor individual inmersa en una construcción colectiva, como si fuéramos un enjambre, en el que cada quien ejerce un rol imprescindible para la buena marcha del conjunto.
                   
En este sentido, la UNIÓN MÉDICA MASÓNICA es un ejemplo inspirador que se recordará como precedente cuando el Covid-19 haya hecho tránsito de la literatura médica a los textos de historia, y ustedes, QQ:. HH:., siguiendo unidos, y portando sus Mandiles, estén combatiendo contra nuevos retos.
                   
Como Masones, las circunstancias actuales nos han llamado al tablero para rendir un rigoroso examen que mostrará quienes somos y para que servimos. Seremos calificados como Masones y como Masonería por quienes nos sucedan en las Logias y por la sociedad civil. Gracias UNIÓN MÉDICA MASÓNICA por demostrar una vez más que el trabajo en Logia no es una pantomima ni una burbuja ideológica, sino una preparación efectiva para un trabajo real y práctico dirigido a entregar a la próxima generación un mundo más sensible, más solidario y más empático.
                 
El chat de la UNIÓN MÉDICA MASÓNICA no es una logia ni se le parece. Eso está claro. Tampoco está bajo la jurisdicción de ninguna estructura administrativa, ni simbólica ni filosófica, ni obedece a una determinada territorialidad que no sea la planetaria, ni requiere el reconocimiento de nadie. Ya no estamos en Logia, sino en el mundo exterior del que hablamos en las Tenidas para prolongar nuestros trabajos. Y la calidad científica demostrada ha confirmado esta unión con creces que es una interlocutora válida del siglo XXI.
                   
Y eso lo han posibilitado tres características principales de ustedes. La primera es que son Masones a carta cabal, la segunda es que son profesionales de la salud dedicados al estudio y la investigación, y la tercera es que han solicitado su membresía de manera absolutamente libre y espontánea. Como si todos estuvieran movidos por  las promesas de ejemplaridad personal y social que se hicieron a sí mismos en la banca de Aprendiz.
              
Pero sí obedece la UNIÓN MÉDICA MASÓNICA a la antigua tradición de quienes han vestido el Mandil y la bata para ofrecer a la humanidad asistencia sanitaria y avances científicos en el área de la salud. Naturalmente, en este campo, no podría nombrar a los millones de meritorios profesionales que han pasado por nuestros Talleres en trescientos años y en todos los continentes, pero si puedo rendir a todos ellos un merecido tributo de admiración y aprecio a través de aquellos que han sido galardonados con el Premio Nobel de Medicina.
                                                  
Como por ejemplo, los QQ:. HH:.:
                    
 Santiago Ramón y Cajal, en 1906 por sus trabajos sobre el sistema nervioso.
                       
Charles Robert Richet, en 1913 por su investigación sobre los sueros y la anafilaxis.
                    
Jules Bordet, en 1919 por su hallazgo de la capacidad bactericida del suero de la sangre de los mamíferos y por la definición de la ligazón en el complejo antígeno-anticuerpo.
                    
Frederick Gowland Hopkins, en 1929 por sus descubrimientos sobre las sustancias elementales que el organismo necesita para no enfermar, y los nuevos métodos para analizar el ácido úrico de la orina.
                 
Y el más conocido de todos, Alexander Fleming, en 1945 por descubrir la lisozima y la penicilina. Cabe destacar que el altruismo del H:. Fleming era tan grande que lo llevó a no patentar su descubrimiento para facilitar su difusión en el mundo.
                  
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A estas alturas quiero reflexionar acerca de que no es gratuita ni ha surgido por generación espontánea el chat que hoy nos convoca, ni tampoco los lazos fraternales que nos ligan. Las Constituciones de Anderson de 1723, fuente positiva de la legislación Masónica, define a la Masonería como un Centro de Unión de personas que de otra manera nunca se hubieran conocido. Eso ha hecho la UNIÓN MÉDICA MASÓNICA, y muy pocas veces, como en ella, se vuelve una realidad palpable, y sobretodo útil a la humanidad, aquello de “Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía”.
             
En especial por que pone de presente que el viejo mandato, tres veces centenario, de unir lo disperso no se refiere a un fin social, sino que, por el contrario, posee la intención expresa y clara de construir sociedad y ser humano en un ambiente fraternal.
                 
              
QQ:. HH:. todos,
               
Algunos Masones han perdido la vida por la pandemia, otros la han padecido en su propio cuerpo y han sobrevivido, unos más en este momento luchan entre la vida y la muerte y son pacientes de difícil pronóstico, y hay quienes han visto han visto sufrir a sus familias o perdido un ser querido por el mismo motivo. A todos abrazo fraternalmente.
                
Una mano unida a la otra, formando una sólida Cadena de Unión, puede hacer que sigamos teniendo una Masonería del siglo XXI universal, balanceada, fuerte, sensible, inspiradora, trascendente y, por sobretodo, útil.
                   
               
QQ:. HH:. en sus Grados y Calidades, de todos los Orientes,
                       
No ha habido ni hay, ni habrá cuarentena ni aislamiento para la Masonería. Es la hora del Mandil. Es Medio Día en Punto. Los trabajos están abiertos como nunca antes en nuestra vida y no nos es permitido cubrir el Gran Templo de la humanidad.
                 
Muchas gracias por su atención




IHM.                 
Abril 23 de 2020 (E:. V:.)
         

                   
                  
                 

domingo, 5 de abril de 2020

ADIOS EMMANUEL. SIT TIBI TERRA LEVIS


Por Iván Herrera Michel
                                     

En la hora de las preguntas reales y las respuestas inexistentes, rindo sentido homenaje póstumo a mi buen amigo, familiar, y muy Q, e I:. P:. H:. Emmanuel Giraudet, 33°, quien repentinamente pasó al Or:. Eter:. a ocupar su lugar en la Gran Logia de la Eternidad, a la medianoche del día dos de abril de 2020 (E:. V:.).
                
“El amor por sus seres queridos y la amabilidad que tuvo por aquellos confiados a él, dio sentido a su vida. El altruismo no era una palabra vacía y la amistad era importantes para Emmanuel”.
             
Sin más palabras, y en honor a su memoria, trascribo dos poemas leídos en la ceremonia de honras fúnebres celebradas el seis de abril a las 4:00 P.M., en el Cementerio del Or:. de Mohammedia, Marruecos. Fue un momento especial. Con el mundo detenido, una Cadena Universal de Masones y Masonas acompañó su inhumación.


         
Emmanuel Giraudet, 33°
EL TESTAMENTO DEL INICIADO
                
Rudyard Kipling

Solo soy un hombre entre los hombres,
que respondió bajo la venda de los ojos y subió los tres escalones.
Vi la estrella flamígera, hice el signo.
Yo soy un eslabón en la cadena!
Es larga la cadena!

Ella se remonta hasta el siglo de Hiram, y tal vez aún más.
Encontramos nuestro signo en las piedras de los desiertos de arena bajo el cielo puro de Oriente, en esas llanuras en donde se elevaron templos colosales.
Poemas puros del poder y de la gloria.

Encontramos nuestro signo en los papiros que el tiempo ha teñido de ocre, en las hojas en donde el calame trazó las frases más bellas que se pudiera leer.
Encontramos nuestro signo en las altas catedrales,
en las alturas sublimes aireadas por los vientos de los siglos.
Encontramos nuestro signo incluso en las conquistas del espíritu que hacen
mejor a la humanidad, en la partitura de Mozart, en la página
de Goethe, el libro de Condorcet, las notas de Aragón.

Y sin embargo, solo soy un hombre entre los hombres, un hombre sin orgullo,
feliz de servir en su lugar, en su rango, solo soy un eslabón en la Cadena,
unido al universo en el espacio y en el tiempo.
Vivo solo un momento, pero unido a lo eterno.

Mi fe no puede derramar sangre, yo no odio, yo no sé cómo odiar.
Perdono al malo porque es ciego, porque todavía tiene la venda en los ojos,
pero quiero evitar que haga mal, que destruya y que mancille.

En mi lugar, de pie y al orden, trabajé lo mejor que pude.
En todas las horas de la vida, mi corazón permaneció fiel.
Me despojé de metales, combatí hasta el límite de
mis fuerzas el fanatismo y la miseria, la necedad y la mentira.

No le tengo miedo a nada, ni siquiera a ese sueño que llamamos muerte.
Espero soportar el sufrimiento con mi propia ayuda, sabré sufrir
lo que debe ser sufrido porque es la ley común.  Habré desbastado
la piedra, cumplí mi tarea como buen obrero con la escuadra y el compás.

Cuando me vaya, formad la cadena.
Nada se perderá de lo que se dio.  Siempre me quedaré
entre ustedes porque les dejaré lo mejor de mí mismo.
Oh hijos de la luz, mis hermanos.


FELIZ QUIEN SE ESFUERZA POR LAS PENAS AJENAS

Frederick mistral

Feliz quien se esfuerza por las penas ajenas
Quién hace del mundo una gehena
Quien llora mirando a los que no tienen techo,
Quien sostiene que la riqueza contamina,
Quién de su abrigo se despoja,
Quien con los humildes se arrodilla,
¡Y prende su fuego para los que tienen frío!
Y la gran palabra que el hombre olvida
aquí está: ¡La muerte es vida!
Y lo simple, lo bueno, lo dulce, lo redimido
¡A los pies de Dios tendrá un asiento!