domingo, 31 de enero de 2016

LA MESERA QUE FIRMÓ EL ACTA DE 1717 (II)

           
Por Iván Herrera Michel
           
De los mensajes recibidos sobre mi artículo anterior dedicado a la mesera que firmó el acta de 1717, he pedido autorización a los QQHH:. Chileno Elliot Cohen Jiménez y colombiano Milton Arrieta Lopez (que tengo como estudiosos y serios) para publicar en este blog un cruce de correos que tuvieron en el yahoogroup "Voxmasonica" y que en mi opinión contienen las claves de las discusiones que se han presentado en diferentes Orientes. Sin más comentarios los trascribo sin quitarles ni añadirles una coma.
            
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1) Mensaje del QH:. Elliot Cohen Jiménez, R:.L:. Las Condes N° 230, Valle de Santiago, Chile:
             
QQ:. HH:.
            

Entre las numerosas publicaciones y artículos que nos envía nuestro QH Milton Arrieta López, quisiera comentar una: LA HERMOSA MESERA QUE FIRMÓ EL ACTA DE 1717.
                  
Es muy bueno recordar que aún en nuestras más solemnes Tenidas, bajo todos esos hermosos mandiles y paramentos con que hacemos visibles nuestros “cargos y dignidades” hay hombres o mujeres sujetos a todas las vicisitudes y pasiones de su condición de humanos. Que el mérito del Masón no es carecer de ellas sino que es lograr mantenerlas bajo control y no permitir que nos dominen.
                   
Las circunstancias de formación de la GLU de Inglaterra y el estilo, casi Vaticano, con que solemos referirnos a ella en nuestros Talleres, están ahí mostradas con realismo magistral por el QH Iván Herrera.
                 
Que buen cable a tierra para esa aura de solemnidad con la que a veces nos envolvemos.
               
Un abrazo fraterno
                 
Elliot Cohen Jiménez
                
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2) Mensaje del QH:. Milton Arrieta Lopez, Administrador de Voxmasonica.
              
Querido Hermano Elliot y QQ.: HH.: todos, si, que buen apunte.
          
Siempre he considerado que nuestra historia es mucho más intrépida y emocionante que el mito trasnochado que se suele imponer, sin ningún rigor histórico en algunas obediencias, casi como una verdad revelada que no puede tocarse, que al indagarse causa molestias, pero que como en todo, existe una realidad detrás de la verdad aparente ¡vamos a buscarla!
              
El tema sobre la iniciación femenina antes de 1717 ya está resuelto y suficientemente
Elizabeth Aldworth 
documentado, tenemos los casos de Mary Bannister (1714) y Elizabeth Aldworth (1712) quienes habían sido iniciadas en logias masónicas en Inglaterra e Irlanda, fueron hermanas masonas, que trabajaban bajo las señas y signos propios de la logia, para más información se puede consultar el artículo de Conder, E. (1895).
The Hon. Miss St. Leger and Freemasonry”. Transactions of the Quatuour Coronati Lodge of London, VIII, 16-23 y el documento: WOMEN AND FREEMASONRY BY V:. W.: and Rev. NEVILLE B. CRYER, MASONIC TIMES, May, 1995, Rochester, New York.
                   
Una de las tres alternativas que propone el Q.: H.: Ivan Herrera Michel, implicaría que Hannah la doncella pudiese haber sido miembro de una de las cuatro logias que iniciaron oficialmente la masonería especulativa en 1717.
                  
¿Que opinar al respecto? ante los antecedentes arriba mencionados no me sorprendería para nada.
                
Puede que entonces acontezca una ruptura con la Matrix, como le pasó a Neo en el film The Matrix, por lo tanto varios de los hermanos que me leerán posiblemente mostrarán escepticismo, y tendrán sus razones, porque estas cuestiones no aparecen en Lavagnini, ni en Wirth, tampoco en las enciclopedias masónicas, que suelen ser las fuentes con las que se instruyen los masones latinoamericanos.
                                  
Luego entonces surge la pregunta... ¿Cómo es posible que una mujer mesera sea miembro de una logia en el Reino Unido antes de 1717?
                
Primeramente hay que decir que una mesera tenía un trabajo común y corriente para la época, inclusive en el mismo rango social ingles que un masón operativo, puesto que esta historia se sitúa en los tiempos de la sublevación jacobita, ya había pasado el feudalismo y una nueva realidad geopolítica se imponía en el mundo occidental.
               
En el mito trasnochado se nos ha enseñado que los masones eran hombres excelsos, con libertad de locomoción en épocas feudales, poseedores de misterios sagrados, etc.
               
La respuesta a esto no es simple, está llena de condicionales, veamos:
                    
Los masones operativos fueron importantes y necesarios tanto para las comunidades religiosas como para la nobleza europea que contrataban su trabajo y les pagaban en contraprestación su salario, así nuestros hermanos operativos del pasado edificaron a Europa, levantando los edificios de la nobleza, edificios públicos y las catedrales, abadías y demás edificios de los religiosos. Hay que hacer mención de los benedictinos, quienes fueron sin duda los mayores protectores y mecenas de la masonería operativa.
                   
Sin embargo de lo anterior nada duraría para siempre, el régimen feudal perduró hasta el siglo XV, posteriormente se instauraría un nuevo orden: el poder absoluto de los reyes y la burguesía, bajo el amparo del derecho divino de los reyes, que dicho sea de paso, los francmasones franceses combatieron hasta destruirlo con la Revolución Francesa muchos años más tarde.
                   
Entre los francmasones franceses que lideraron la Revolución se destacaron: Dominique Joseph Garat, Jacques Pierre Brissot, Bailly, Nicolas de Condorcet, Camille Desmoulins, Nicolas Chamfort, Danton, Christophe Antoine Gerle dicho Dom Gerle, Jean-Paul Rabaut de Saint-Étienne, Alexandre Pétion, Claude Fauchet, Guillaume François Charles Goupil de Préfelne y Nicolas de Bonneville.
                  
También hay que subrayar lo hecho por el quinto Gran Maestre del Gran Oriente de Francia: Louis-Philippe de Orleans, Duque de Chartres, a quien le decían Felipe Igualdad por su apoyo incansable a la Revolución, Louis-Philippe de Orleans rigió a esa obediencia desde 1771 hasta 1793. (Una aclaración necesaria: siendo el quinto Gran Maestre Louis-Philippe de Orleans, la Gran Logia de Francia de 1728 en 1773 se reestructuró administrativamente centralizando los ritos que se practicaban en la época, y en el año de 1773 cambió su nombre por Gran Oriente de Francia), probablemente esta es la obediencia más antigua del mundo, si se considera que la Gran Logia Unida de Inglaterra de 1813, nació de la unión de dos grandes logias muy diferentes, una de 1717 y otra de 1751, de ahí lo de “unida”.
                  
Después del feudalismo, ante el decaimiento del arte gótico y por virtud de las Universidades que ya enseñaban el arte de la construcción, la masonería operativa cayó en franca decadencia, los masones sufrían inmensas penurias económicas, ya para la época, no se contrataba a un maestro masón y a su logia para levantar un edificio, sino que se contrataba a Señores arquitectos, mayormente miembros de la nobleza, que habían estudiado el arte de la construcción en universidades, estos a su vez, subcontrataban la mano de obra.
              
El ejemplo clásico lo encontramos en Sir Christopher Wren, quien fue patrón de la Logia Antiquity No. 2 (la que se reunía en the Goose and Gridiron Ale-House, de la Iglesia de San Pablo). Wren nunca fue miembro de la logia, fue si su contratante, además él era un Sir, para la época, un Sir no se juntaba socialmente con albañiles.
                
En el texto oficial del: Manifesto of 1778 issued by The Lodge of Antiquity, formerly The Old Lodge of St Paul, to preserve the Ancient Landmarks of Freemasonry, Brotherly Love, Relief and Truth, así como en: Campbell, Dr. James (2011). "Was Sir Christopher Wren a Freemason?". Prestonian Lecture, se encuentra lo siguiente:
             
"Since at least the 18th century, the Lodge of Antiquity No. 2, one of the four founding Masonic Lodges of the Premier Grand Lodge of England in 1717, has claimed Christopher Wren to have been its Master at the Goose and Gridiron at St. Paul's churchyard. Whilst he was rebuilding the cathedral he is said to have been "adopted" on 18 May 1691 (that is, accepted as a sort of honorary member or patron, rather than an operative). Their 18th-century maul with its 1827 inscription claiming that it was used by Wren for the foundation stone of St. Pauls, belonging to the Lodge and on display in the Library and Museum of Freemasonry in London, corroborates the story. Anderson made the claims in his widely circulated Constitutions while many of Wren's friends were still alive, but he made many highly creative claims as to the history or legends of Freemasonry. There is also a clear possibility of confusion between the operative workmen's lodges which might naturally have welcomed the boss, and the "speculative" or gentlemen's lodges which became highly fashionable just after Wren's death. By the standards of his time a gentleman like Wren would not generally join an artisan body; however the workmen of St Paul's cathedral would naturally have sought the patronage or "interest" of their employer, and within Wren's lifetime there was a predominantly gentlemen's Lodge at the Rummer and Grapes, a mile upriver at Westminster (where Wren had been to School).
                   
Pero más diciente aún es el hecho oficial inglés que aparece en los documentos fundacionales, según el cual cuatro logias se vieron en la necesidad de buscar un Gran Maestro porque Sir Christopher Wren las había abandonado. El Gran Maestro electo fue Anthony Sawyer.
                 
Lo anterior puede encontrarse en Transactions of Ars Quatuor Coronatorum - Página 220. W.J. Songhurst. 1924.
                
“…After the Rebellion was over A.D. 1716, the few Lodges at London finding themselves neglected by Sir Christopher Wren, thought fit to cement together under a Grand Master as the Center of Union and Harmony, viz. the Lodges that met,
                         
1. At the Goose and Gridiron Ale-house in St. Paul’s Church- Yard.
                 
2. At the Crown Ale-house in Parker’s-Lane near Drury-Lane.
                 
3. At the Apple-Tree Tavern in Charles-street, Covent-Garden.
                
4. At the Rummer and Grapes Tavern in Channel-Row, Westminster.
                
They and some old Brothers met at the said Apple-Tree, and having put into the Chair the oldest Master Mason (now the Master of a Lodge) they constituted themselves a Grand Lodge pro Tempore in Due Form, and forthwith revived the Quarterly Communication of the Officers of Lodges (call'd the Grand Lodge) resolv'd to hold the Annual Assembly and Feast, and then to chuse a Grand Master from among themselves, till they should have the Honour of a Noble Brother at their Head.”
                
Al comienzo del presente texto escribí los nombres de dos mujeres, de las cuales existe evidencia de su pertenencia a la masonería británica antes de 1717, hay que mencionar especialmente que una de ellas lo hizo como masona "operativa", fue Mary Bannister en 1714, quien trabajó bajo el rigor de la logia masónica cobrando su salario durante siete años, la señorita Bannister era hija de un barbero.
                       
El primer noble que ingresó a la masonería en el siglo XVIII fue presentado por Juan Teófilo Desaguliers en 1721, exclusivamente para que gobernara a la Orden, era el Duque de Montagú, para mayor información sobre Mary Bannister: Cryer N B: a Masonic Panorama. Austalian Masonic Research Council, Melbourne. 1995. p 21.
                
Revisada la anterior evidencia puede observarse que en pleno 1717 una mesera se encontraba en el mismo rango social ingles que un albañil, luego entonces si así una logia lo decidía, podía iniciarse como uno de sus miembros "aceptados".
                  
Por supuesto, el hecho supuesto que la señora Hannah pudiese haber sido miembro de una de las cuatro logias fundadores de la primera Gran Logia es una hipótesis, pero legítima, teniendo en cuenta los antecedentes antes mencionados.
                
¿Porque la exclusión oficial de las mujeres?
                      
En las constituciones de Anderson de 1723 no aparece nada en contra de la iniciación femenina, pero después de la solidificación de la Gran Logia de Londres y Westminster con el apoyo social y financiero de los nobles, se adelantó una reforma en 1738 en la que se estableció entre otras cosas la determinación de prohibir la iniciación femenina, pues bajo el contexto social de la época, tal cosa no era bien vista. Cabe decir que en el siglo XVIII se instituyeron en Inglaterra los gentlemen's clubs, eran centros privados, abiertos sólo a sus miembros masculinos, inicialmente de clase alta, que aparecieron en Gran Bretaña durante el siglo XVIII y se popularizaron entre la clase media alta a finales del siglo XIX. Dentro de este contexto, en el que se “elevaba” a la masonería de rango social, por la llegada de los nobles y caballeros de clase alta era muy difícil que superviviera la iniciación femenina en la masonería anglosajona.
                
Las otras hipótesis son válidas también, de hecho la simple firma de la señora Hannah implica como mínimo la calidad de testigo de la fundación de la Primera Gran Logia, y un testigo es un igual por tener la idoneidad suficiente para dar un testimonio, lo anterior según el derecho consuetudinario inglés.
               
Nosotros mis QQ.: HH.: somos historia, si la conocemos, nos conoceremos mejor a nosotros mismos.
                    
Fraternalmente,
               

Milton Arrieta Lopez
                   


         
                  



lunes, 4 de enero de 2016

LA HERMOSA MESERA QUE FIRMÓ EL ACTA DE 1717


     
Por Iván Herrera Michel
                       
Mesera de Ale House inglés de comienzos del S. XVIII
Comienzan a partir de junio de 2016 los actos conmemorativos de los 300 años de la Masonería y mucho se ha escrito y poco se sabe de lo que pasó cuando la fundaron en Londres en una habitación de 4.26 por 6.36 metros cuadrados del segundo piso de la “Casa de Ale La Oca y la Parrilla” (Goose and Gridiron Ale House) el 24 de junio de 1717. No se conoce si se reunieron cuatro o seis Logias ni si eran operativas, especulativas o de ambas clases. Tampoco se sabe cuántos eran exactamente los asistentes ni mucho menos como se llamaba la mayoría. De lo que sí se está al corriente es que de las cuatro Logias fundadoras tres no tenían más de cuatro años de fundadas y la otra contaba con veintiséis. Sobre las restantes dos (si las hubo), solo existen conjeturas inciertas.
                
Pero lo que si está comprobado, es que en medio de aquel puñado de hombres se encontraba la “hermosa Hannah”, la mesera que sirvió las jarras de cerveza ale a los asistentes para calmar la sed, paliar el calor y avivar la fraternidad, y que además (Oh sorpresa!!) firmó de su puño y letra el acta de fundación de la Masonería.
         
La Logia anfitriona de la “Casa de Ale La Oca y la Parrillase llama ahora glamorosamente “Lodge of Antiquity” No. 2, y en la reunión resultó por elección a mano alzada Anthony Sayer como el primer Gran Maestro de la Masonería. Un personaje del que tampoco se sabe mucho, que es posible que sea francés, de baja posición social, al que se tuvo que socorrer varias veces económicamente y que terminó siendo el Guarda Templo de su Logia hasta que murió con setenta años de edad en 1741. Y además parece que no estuvo satisfecho con el rumbo que tomó la Gran Logia porque fue amonestado en público por enfrentarse a la autoridad junto con otros Hermanos en 1730, siendo Gran Maestro el Duque de Norfolk. Por lo menos, tuvieron la amabilidad inglesa de llamarlo “Gentleman”.
            
La jornada del 24 de junio tuvo que ser chispeante como corresponde a las de las tabernas, y con una espumeante jarra de medio litro de ale en la mano, que es como se toma en las altas temperatura y los largos días soleados del verano inglés. Y es cosa meritoria para el proyecto, si consideramos que habían encerrados unos veinte hombres en un salón sin abanico, con una atmosfera pesada por la inexistente costumbre del baño diario, el tabaco en cigarro y en rapé, los sudores del día, la falta de sanitarios… la higiene para ellos consistía en cambiarse la camisa y empolvarse el pelo. Evidentemente no era un lugar en que se sintieran cómodos algunos masones tiquismiquis que conozco, y si el olfato de los presentes no frustró la fundación de la Masonería, ya no lo haría más nada en los siguientes tres siglos.  
Casa de Ale La Oca y la Parrilla
        
Como en Inglaterra la cerveza llega a un nivel de beneplácito que hasta Shakespeare dijo en “Un cuento para el invierno” (1611) que “Un cuarto de litro de cerveza equivale al platillo de un rey”, vaya uno a saber quién bebió con moderación, quien se pasó de la raya, quien no dio propina, a quien se llevaron en andas y quien miró a la “hermosa Hannah” más allá de lo decente. Y como todo es posible en una taberna, tampoco sabremos si Hannah correspondió con sus sonrisas a alguien, si se reía con todo el mundo o si mantuvo la distancia.
              
El de Hannah, es uno de los secretos mejor guardados de la Masonería y su primer misterio. Es algo de lo que casi nadie habla, y es una lástima porque ella tendría mucho que contar a los historiadores acerca de las primeras copas de la Masonería
              
Sin embargo, uno puede con facilidad figurarse tres posibles escenarios ese día para explicar la presencia y la firma de Hannah en el acta:
                    
1) Hannah era miembro de la Logia y firmó como tal. La “hermosa Hannah” podría ser una diligente mesera que atendía las Tenidas quincenales de la Logia que se reunía en la “Casa de Ale La Oca y la Parrilla”, por lo que estaría enterada del propósito que se buscaba con la reunión del 24 de junio convocada con más de seis meses de antelación. En ese orden de ideas, lo más seguro es que se apoyaran en ella para la organización del acontecimiento, y no sería raro que la hubiesen hecho miembro en virtud de la vieja costumbre de vincular mujeres cercanas a las actividades de la Logia que venía de las Logias operativas. Por lo tanto, pudo haber aportado luces para la fundación de la primera Gran Logia del mundo y de allí el privilegio de su firma en el acta.
             
Este supuesto nos lleva a una sorprendente hipótesis muy difícil de aceptar por el sector monogénero (masculino y/o femenino) de la Orden: La Masonería especulativa nació mixta el 24 de junio de 1717.
                 
2) Hannah no era miembro de la Logia y firmó en calidad de testigo. La Logia de investigación Quatuor Coronati No. 2076, de la Gran Logia Unida de Inglaterra, aventura esta explicación pero solo la sostiene con base en conjeturas ya que no existe ninguna anotación en el documento que lo pruebe ni registro alguno por parte de los asistentes que lo soporte. A esta hipótesis se le crítica que es poco probable que a principios del siglo XVIII se tomara como testigo a una mesera para la fundación de una federación de Logias que tenía como propósito expreso vincular a la realeza.
                
Lo lógico es que hubieran buscado un “Gentleman”, en vez de a una mujer a la que con gracejo inglés solo se le señaló como “la hermosa Hannah”.
                 
3) Hannah era la mesera y firmó en medio del jolgorio. Podríamos figurarnos a Anthony Sayer escuchando atento la lectura del Acta de fundación de la Francmasonería universal: ““En el día de San Juan Bautista, en el 3er año del rey Jorge I, AD 1717. Conforme a lo acordado, se celebró la Asamblea y Banquete de los Libres y Aceptados Masones en El Ganso y la Parrilla (Ale House)… el Acto fue presidido por el Maestro Mason más antiguo… etc., etc., etc.”.
              
E imaginar un grito en medio de la algarabía: “Hannah come here, sign here!”... y a la “hermosa Hannah” firmando al calor de las primeras copas de la “honorable fraternidad de los aceptados francmasones”, como la llamó Anderson con donaire seis años después.
              
De ser así, mucho debe el buen nombre de aquellos caballeros a la ausencia de datos de esa noche.