domingo, 31 de mayo de 2015

LA PUREZA DEL REAA. ¿CUÁL PUREZA?

              
Por Iván Herrera Michel
             
Mandil de Maestro del REAA
No es extraño encontrar Masones y Supremos Consejos que se reivindican a sí mismo como los que observan la “pureza” del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA). Y lo dicen con aire tan resuelto que me hacen recordar a Umberto Eco cuando se pregunta “¿Cómo no caer de rodillas ante el altar de la certeza?”.
              
Pero lo cierto es que hoy todos estamos igualmente alejados de los rituales iniciales del REAA, porque es mucho lo que han evolucionado en dos siglos en los cinco continentes.
         
A manera de ejemplo sencillo me remito a un masón venezolano que me ha preguntado recientemente sobre la Batería del primer Grado del REAA en la que en ocasiones el segundo golpe se da más fuerte, se acentúan crecientemente en otras y en unas más se muestran uniformes. Cuando he indagado sobre cada una de estas modalidades he obtenido una explicación simbólica aceptable que me pone de presente una vez más que la Masonería ha demostrado ser una impresionante máquina de generar ideas.
       
De lo cual se infiere algo que muchos Masones no están dispuestos a aceptar: No hay una forma correcta de practicar el REAA, sino tantas formas correctas como modalidades correctas y no arbitrarias existen hoy.
               
Me explico:
         
Los Masones poseen un gran apego a sus tradiciones, usos y costumbres, y esto les ha permitido la trasmisión de un patrimonio iniciático único y la percepción de su quehacer en términos históricos. La globalización y el océano de información disponible además del enfrentamiento con el gran reto del futuro no han cambiado la inercia del fenómeno, pero si han facilitado su conocimiento.  
         
Lo primero que debemos reconocer con absoluta objetividad es que pese a su admirable homogeneidad (extensión, nombre de los Grados, Signos, Toques, Etc.), el ADN iniciático del REAA en su expansión durante más de doscientos años ha ido adquiriendo innegables diferenciaciones. Algunas de ellas, incompatibles entre sí.
     
Ni los ritos ni los rituales nacen espontáneamente. Son derivaciones de experiencias anteriores. Una de las fuentes más comunes de esta mutabilidad radica en los préstamos que se toman de otros ritos Masónicos, de otras escuelas iniciáticas, de diversas disciplinas filosóficas, de algunas religiones, Etc. A partir de allí, un ejercicio sincrético durante un tiempo prolongado hace que la novedad se convierta en una costumbre que todos defienden, a la que nadie le recuerda el origen, y que entra a formar parte de la “Pureza del Rito".
              
El REAA no es la excepción en la evolución general de la Masonería, y cuando se particulariza como un cuerpo autónomo en 1801 en los Estados Unidos, y obtiene su denominación actual en 1804 en Francia, ya había quedado atrás por mutación lo que había llevado desde Francia a América Etienne Morín, casi 40 años antes, proveniente del Rito de Perfección de 25 Grados.
         
Ahora bien, si la intención es mostrar que se practica la más pura versión del REAA, se tiene que pasar antes por el examen del cotejo con los más antiguos rituales que se conocen. El ejercicio es fácil: Una vez confrontados los rituales que se practican con los primigenios, lo que sobra, lo que falta y lo que difiere constituye el agregado “impuro”.
               
Para el caso del simbolismo del REAA, los rituales más antiguos que se conocen son los de los Grados de Aprendiz, Compañero y Maestro que contiene la “Guía de los Masones Escoceses”, impresa en Francia en 1810 tan solo nueve años después de fundado en Estados Unidos el primer Supremo Consejo y seis de haber desembarcado el rito en Europa.
                
Al respecto, existe un reciente trabajo de investigación en idioma castellano que se puede adquirir por internet titulado “Lapis Reprobatus Secretum Custoditum”. El libro incluye los rituales completos de los tres Grados simbólicos del REAA, con indicación de lo “hablado”, lo “actuado” y el decorado de la Logia, además del catecismo de cada uno de ellos. Lo cual resulta muy didáctico.
          
En cuanto a los llamados Altos Grados del REAA (del 4° al 33°), la forma más temprana de sus rituales con que contamos está consignada en el libro “Ordo AB Chao: The Original and Complete Rituals, 4th-33rd Degrees of the First Supreme Council, 33rd Degree at Charleston, South Carolina”, que es una copia de los utilizados por Frederick Dalcho, un londinense que en 1801, a los treintaiun años de edad, cofundó en la ciudad de Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos, en compañía de otros diez Masones, el que se considera el más antiguo Supremo Consejo del mundo, cuando aún faltaban tres años para que el rito se denominara Escocés Antiguo y Aceptado.
        
El libro “Ordo AB Chao: The Original and Complete…” corresponde a la trascripción que hizo directamente del manuscrito de Dalcho en 1827 Giles F. Yates, miembro al mismo tiempo de los Supremos Consejos para las Jurisdicciones del Norte y del Sur de los Estados Unidos. El documento permaneció en una colección privada hasta que fue redescubierto en 1938, y hoy se puede comprar por Internet.
                 
Para los efectos estadounidenses es evidente que Albert Pike se inspiró en partes de estos rituales para la revisión que hizo, se alejó de algunos de sus tópicos fundamentales y modificó otros. También es significativa la distancia con las versiones del REAA que se practican hoy en Europa, África y Latinoamérica.
                  
Ello ratifica con la tozudez de los hechos la pluralidad en que estamos inmersos dos siglos después del puntapié inicial y muestra que cada nuevo ramal ha incluido una misión y un destino.
                     
Porque más allá de la tradición del REAA en los siglos XIX y XX, lo más importante ahora es que la paramasonería burocrática de los “criterios”, “declaraciones”, “principios fundamentales”, Etc., con que se quiere determinar la regularidad y la pureza de la Masonería, no conlleven un estancamiento en el desarrollo de sus capacidades.

            
              
         

domingo, 17 de mayo de 2015

SOBRE MASONICA.ES Y SU APORTE


Por Iván Herrera Michel

En sus casi trescientos años de existencia la Masonería especulativa nunca había contado con tanta información al alcance de la mano como ahora, y en consecuencia está en curso una mutación silenciosa de la manera en que los Masones se relacionan, se instruyen, documentan sus Planchas, adquieren un imaginario y fraternizan.

Gracias a la fraternidad que me honra con su director Ignacio Méndez -Trelles Díaz, he sido testigo privilegiado del crecimiento que desde sus inicios ha tenido MASONICA.ES y de las distintas etapas por las que ha transitado. Por eso no me sorprende que ahora ofrezca en 26 volúmenes la colección completa de las Actas de los Simposios Internacionales de Historia de la Masonería Española, que organiza el Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME) desde el mes de junio de 1983.  

Es un compendio de datos del pasado de España que también implica a sus colonias a lo
largo del siglo XIX, en la medida que afectó considerablemente el pulso geopolítico Masónico español, francés e inglés presente en nuestras luchas independentistas y en los inicios de la vida republicana. 


Para los efectos de este escrito, el elemento diferenciador radica en que hoy las editoriales Masónicas, los Blog, los noticieros Masónicos y las plataformas de ventas con presencia en la Internet son un auténtico motor interno y están potenciando la labor iniciática de las Logias de una manera más ilustrada, más ágil y más barata que cuando solo se contaba con libros, las novedades llegaban lentamente y las aventuras editoriales Masónicas eran escasas.

En idioma castellano, el liderazgo editorial Masónico impreso y electrónico lo lleva con sobrados méritos MASONICA.ES, cuyos más de 200 titulos publicados ofrece el mayor catálogo y la más variada oferta.

Y resulta de interés constatar que al contrario de lo que nos anunciaban los heraldos, la muerte del libro de papel por el avance del digital no se ha presentado. En solo España de acuerdo con el Ministerio de Cultura en el año 2014 la edición impresa se incrementó en un 3.7%, mientras que la electrónica se redujo en un 1.9%.  Los guarismos se mantienen en lo de la Orden.


Más allá de la recopilación historiográfica de los datos del pasado, y en el campo específico del espíritu, la tradición y el método Iniciático de la Orden, la editorial MASONICA.ES ha publicado las actas de la Logia de Investigación Theorema de la Gran Logia Simbólica Española, el Libro de Aniversario 2002 – 2012 de la Confederación Interamericana de Masonería Simbólica (CIMAS) y el Libro de Oro de la Respetable Logia de Beneficencia de Josefina (febrero de 1810 - septiembre de 1811), cuyos textos, al desbordar el campo de la investigación académica, se ocupan de los bemoles y los matices que suelen pasar desapercibidos por quienes no son Masones.

Ya que al conocimiento general de la historia de la Orden debe unirse la comprensión de las reflexiones prospectivas que sobre ella se están haciendo en sus diversas áreas ideológicas, en una visión progresista de conjunto que no puede sino redundar en beneficio de todos.

Y todo esto lo está haciendo MASONICA.ES.



viernes, 1 de mayo de 2015

QUE PENA CON LA CMI…

            
Por Iván Herrera Michel
        
La noticia apenas mojó prensa en internet y la había tomado como una anécdota más de la siempre sorprendente geopolítica Masónica sin mayores efectos reales. Pero con el paso de los días uno va sufriendo de pena ajena por lo que hizo en España la Confederación Masónica Interamericana (CMI). 
         
Hasta un Q:. H:. “regular” argentino me escribió sentenciando que “… si los americanos no mostraron dignidad en Madrid, los europeos han debido mostrar pudor...”.
           
Oscar de Alfonso Ortega
Lo primero que llama la atención es que en el Hotel Auditórium de Madrid, España, del 11 al 14 de abril de 2015, la CMI se reunió por primera vez desde 1947 fuera de su continente. Que es como si las Grandes Logias “regulares” de Europa se reunieran este año en Lima, Perú.
    
Pero ahí no acaban las sorpresas: por 45 votos contra 15 se eligió como nuevo presidente de la CMI al abogado valenciano Oscar de Alfonso Ortega, Gran Maestro de la Gran Logia de España, que también es como si las Grandes Logias “regulares” de Europa eligieran presidente a un Gran Maestro de la Gran Logia del Ecuador, que viviera en Guayaquil a orillas del Océano Pacífico.
    
Lo curioso es que todo pasó el 14 de abril en que se celebra desde 1931 el “Día de las Américas” para resaltar la soberanía regional y la unión continental hemisférica. La fecha fue escogida por ser la de la creación en 1890 de la “Unión de las Repúblicas Americanas” que es la antecesora  de la “Unión Panamericana”, y desde 1948 de la “Organización de los Estados Americanos” (OEA).
          
Los primeros sorprendidos debieron ser los HH:. españoles, franceses y portugueses presentes.
        
Nunca hubieran imaginado los participantes de la “Primera Reunión de Grandes Logias Sudamericanas” en 1936 en Santiago de Chile, que esta reunión de Madrid podría ser posible. Tampoco lo hubieran hecho los de la de 1943 cuando los Grandes Maestros de Argentina, Chile y Uruguay, se reunieron para unirse contra la hegemonía de la Gran Logia Unida de Inglaterra. Y muchos menos el 14 de abril de 1947 cuando se creó la CMI precisamente con este mismo objetivo.
            
No obstante, sería injusto no reconocer que la Asamblea General de Madrid eligió a Rudy Barbosa Levy, ex Gran Maestro de la Gran Logia de Bolivia (2009 – 2011) como nuevo Secretario Ejecutivo de la CMI. Su talante fraternal, sus quilates Masónicos, su residencia en el continente y su intensa trayectoria internacional en América seguramente serán de gran ayuda a un improvisado presidente recién llegado a la realidad americana que vive en la costa levantina española frente al mar Mediterráneo. 
                 
El brasilero Marcos José Da Silva, Presidente saliente de la CMI declaró que la cita tenía “importancia histórica”. En eso estamos de acuerdo, pero por diferentes razones.
          
Asistió a la reunión de la CMI como representante oficial de la Gran Logia Unida de Inglaterra su Gran Canciller Derek Dinsmore, quien recordó muy cumplidamente a los centro y sudamericanos que la regularidad Masónica es “un concepto absoluto” y pidió la unión de los "masones de todo el mundo" en la “batalla contra la irregularidad” expresando su preocupación por el “ruido de las nuevas tecnologías”.
              
El rumano Radu Bălănescu, Secretario Ejecutivo de la Conferencia Mundial de Grandes Logias Regulares, aprovechó la oportunidad para resaltar la importancia de reuniones como las de la CMI porque generan una “conexión continua… dentro de los principios básicos de la regularidad que otorgan a cada Gran Logia plena soberanía e independencia”.
                
Derek Dinsmore
Por su parte, Óscar de Alfonso, Gran Maestro de la Gran Logia de España, orgulloso anfitrión y flamante nuevo presidente de la CMI al dar la bienvenida afirmó que " La Gran Logia de España, como nuestro país, no se puede entender sin América Latina”.  Pueda que lo de su país se entienda a la luz de los últimos 500 años de historia, pero lo de su Gran Logia no se lo creen ni en su propia casa.
               
En este marco festivo y soberbio, pocas cosas definieron el clima general como la frase del peruano Tomás Álvarez, Secretario Ejecutivo saliente de la CMI, cuando recordó que el objetivo de estas reuniones de cada tres años es "rendir cuentas de nuestros actos para fiscalizar el interior de nosotros mismos".
               
Evidentemente, el carácter y la intencionalidad  de estas reuniones “regulares” es de muy distinta naturaleza y sustancia de las que anima a los círculos “progresistas”. Y un raro concepto de falsa soberanía campea por los recintos “regulares”.
              
La noticia del llamado a la cruzada me sorprendió precisamente cuando leía una conferencia de 1858 de Albert Pike, que me facilitó un Q:. H:. de mi Obediencia, redactada a solicitud de la Gran Logia de Arkansas, que su autor tituló “Las nocivas consecuencias de las escisiones y disputas por el poder en la masonería, y de las envidias y los desacuerdos entre los ritos Masónicos”. El solo título invita a reflexiones muy serias.
                
Radu Bălănescu
Y al margen de la más completa inutilidad del mandato inglés para los fines hegemónicos que buscan, resulta un verdadero despropósito la invitación a una batalla contra las Grandes Logias masculinas, femeninas y mixtas que “no reconocen” o no desean ni aceptan ser “reconocidas” sobre la plataforma de la genuflexión sistemática y la dependencia institucional.
               
Sorprende que en este tipo de reuniones lo doctrinal no ofrezca noticias a considerar. Pareciera que se educa a sus miembros para observar correctamente los signos, toques y palabras, pero no para tener un pensamiento independiente, unir lo disperso o fortalecer la libertad de conciencia. Es como preparar cortesanos expertos en etiquetas, protocolos y títulos nobiliarios Masónicos, y aceptar las tutelas y los monopolios por encima de los principios, la tradición y la construcción soberana.
             
No he sabido que el llamamiento a la cruzada hecho por el Gran Canciller inglés haya causado el más mínimo nerviosismo a la Masonería que llama “irregular”. A lo sumo ocasionaría una sonrisita lateral parecida a la de la Mona Lisa. También es decepcionante que su Alteza Real el Duque de Kent, una vez más reelegido, y después de haber visto reducirse a su Obediencia a menos de la mitad durante su mandato no tenga más nada que proponerle a su Masonería súbdita.
               
La situación no podía ser más sugestiva, y me trae a la memoria a Thomas Hobbes cuando en “Leviathan” dice que “las naciones prosperan bajo una Monarquía, no porque tienen un príncipe, sino porque le obedecen”.  Creo que este es el mensaje central de la Great Queen Street de Londres a los americanos, y es exactamente lo contrario de lo que he aprendido a defender y respetar en el tema de la soberanía y la independencia de las Grandes Logias y los Grandes Orientes.
   
               


miércoles, 1 de abril de 2015

A UN SIGLO DEL GENOCIDIO DE ARMENIA

          
Por Iván Herrera Michel
       
Bandera de Armenia
A los colombianos el nombre de Armenia nos es muy familiar. De hecho, en la geografía nacional encontramos 43 accidentes geográficos, ciudades y pueblos llamados así. De ellos, la ciudad de Armenia, en el centro del país, adquirió mayor notoriedad internacional el 25 de enero de 1999 cuando fue víctima de un terremoto con magnitud de 6.2 grados en la escala de Richter.
       
En esa ocasión, varias organizaciones sudamericanas de armenios caucásicos enviaron ayuda humanitaria a los 200.000 damnificados de la ciudad que les recordaba la patria, a pesar de que Colombia nunca ha contado con una comunidad de exiliados de ese pueblo, como sí sucedió en Argentina, Uruguay, Venezuela y Brasil.
           
El origen del nombre en Colombia se debió a que desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX estuvo en boga bautizar las haciendas, los ríos y las nuevas poblaciones con nombres bíblicos o del medio oriente. De esta práctica nos quedaron Palestina, Líbano, Circasia, Calcedonia, Tebaida, Alejandría, Antioquía, Betania, Caucasia, Jericó, Etc., además de Armenia.   
                 
El 24 de abril de 2015, se cumplen cien años del “Genocidio de Armenia” (la del Cáucaso) y sorprende la lucha que ha costado que países democráticos que se precian de su defensa de los derechos humanos, reconozcan por lo menos que alguna vez existió el desplazamiento forzado y el asesinato de cerca de dos millones de armenios a manos del imperio otomano desde 1915 hasta 1923. Hasta ahora solo veinte países del mundo lo han reconocido como una realidad histórica, siendo Uruguay el primero en hacerlo en 1965.
             
En cuanto a la Masonería se refiere, en el mes de abril del año 2007 una delegación oficial del Gran Oriente de Francia compuesta por el Primer y Segundo Gran Maestro Adjunto y el Gran Secretario de Relaciones Exteriores, Claude Geidan, George Ferre y Guy Akobian, respectivamente, en rueda de prensa celebrada en la ciudad de Everán, Armenia, manifestaron abiertamente que “…su visita tenía como objetivo expresar su pesar por las víctimas del Genocidio Armenio y condenar el crimen más grande del siglo 20… los acontecimientos de principios del siglo 20 fueron parte de la política de exterminio de los armenios adelantada por la Turquía otomana, y la actual política de negación es la continuación del genocidio… el objetivo de la visita es participar en la ceremonia dedicada al 92° aniversario del Genocidio Armenio…
           
Tsitsernakaberd Memorial
Posteriormente, el Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, Guy Arcicet, en visita oficial a Ereván, Armenia, en el mes de julio de 2011, rindió tributo a las víctimas del genocidio frente al Tsitsernakaberd Memorial, en un acto organizado por la Logia “les Fils D´Ararat”, con sede allí.
                   
La humanidad necesita reencontrarse con su memoria, pero a veces pareciera como si sobre el alma colectiva pesara un pecado grave e inconfesable, que no tendría otra motivación real que la de sepultar los derechos humanos y de los pueblos bajo la montaña de intereses de los poderosos.  
               
Centenarios como el del Genocidio de Armenia conllevan una invitación implícita a fortalecer la justicia penal internacional. Ningún gobierno del mundo debe estar exento de responder judicialmente por crímenes contra la humanidad.
         
No de otra manera se puede prevenir la perversa propensión marginal a avasallar naciones, que aún muestran las relaciones de poder entre los pueblos.    
           
           
           


lunes, 2 de marzo de 2015

BREVE HISTORIA DE LOS MASONES EN LATINOAMERICA

              
Por Iván Herrera Michel
              
Al recalar los vientos de la Masonería en las playas del nuevo mundo se encontró con estructuras socio – económicas diseñadas esencialmente para las colonias españolas en América, y en ellas encontró un nicho para su dinámica.
                   
A diferencia de Europa, Latinoamérica no transitó por la Edad Media ni por el Renacimiento, ni vivió la experiencia de las Guildas y los gremios de artesanos. Sus unidades productivas prehispánicas estaban organizadas de manera diferente. Tampoco la historia de sus pueblos originarios osciló al vaivén de peleas religiosas, de la Revolución Industrial ni se fraguó en la Revolución Francesa. La Masonería, como una noción surgida de las entrañas renacentistas de Europa, fue una idea más de los importadas del viejo mundo que en muy poco se enriqueció con nuestras herencias ancestrales.
             

Tres siglos antes de su independencia, se había iniciado en Latinoamérica un proceso sistemático de destrucción del orden social y político de los pueblos originarios mediante una conquista que no duró más de sesenta años, y sobre la que se construyó una leyenda épica que narra como unos pequeños grupos de soldados españoles y portugueses sometieron a grandes imperios y aguerridas alianzas tribales por las armas, la diplomacia y la política, a todo lo largo y ancho de un territorio dos veces más grandes que Europa.
                 
Muy lejos de lo anterior, la realidad es que tres grandes acontecimientos posibilitaron esta rápida y arrolladora conquista: el regicidio de los monarcas de los dos más grandes imperios de América y diez pandemias simultáneas.  A saber:
                   
1) La tortura y ahorcamiento del gobernante Cuauhtémoc, después de la toma de Tenochtitlan, capital del imperio Azteca, el 30 de junio de 1521 por Hernán Cortés, en el actual México, con la ayuda de 200.000 indígenas al mando de los señores de Cempoala, Texcoco y Tlaxcala, aprovechando pugnas locales;  
                      
2) La emboscada y captura con engaños al Inca Atahualpa, emperador del Tahuantinsuyo, el 16 de noviembre de 1532, y posterior ejecución el 26 de julio de 1533, por parte de Francisco Pizarro, en Cajamarca, actual Perú; y
                    
3) La muerte durante los 60 años de la conquista del 90% de los nativos por la viruela, el sarampión, la influenza, la peste bubónica, la difteria, el tifus, la escarlatina, la varicela, la fiebre amarilla y la tos convulsiva, que trajeron los españoles y portugueses, para las cuales el sistema inmunológico de los indígenas no estaba preparado.
                    
Consolidada la catástrofe, el asentamiento de los imperios español y portugués, y el sometimiento a las leyes de los conquistadores, la mayor parte de Europa se benefició de manera significativa con las riquezas de América, en especial con su oro y su plata, y se maravilló con sus productos, de los cuales el tomate, la papa, el tabaco, la quina y el cacao, son apenas unos cuantos ejemplos de los que tuvieron un enorme impacto en las economías y las costumbres europeas
                       
A finales del siglo XVIII un pequeño rocío de Logias inglesas y francesas se esparció sobre el hemisferio occidental sin mayor trascendencia para Latinoamérica. Pero las gotas se hacen ríos a raíz de las abdicaciones de Bayona de Fernando VII, la posterior insurrección contra José Bonaparte y la aparición en España de Las Juntas “de Gobierno”, “Supremas”, “Revolucionarias” y “Provinciales”, así como de las “Cortes de Cádiz”, entre 1808 y 1812. A partir de allí, viajó al nuevo mundo un puñado de Masones con la misión especial de promover “Gritos de Independencias” que impidieran la circulación de bienes a la España bonapartista y juraran lealtad al "augusto y desgraciado Monarca Don Fernando VII", a quien en ese entonces llamaban “El Deseado”.
                        
De esta manera, se crearon entre 1808 y 1814 Juntas de Gobierno en los actuales países de México, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Colombia, Argentina, Chile, Paraguay, El Salvador y Perú, por "Comisionados Regios", alguno de ellos Masones, integradas por miembros de una burguesía ilustrada y comercial mestiza local, que aunque al principio no fueron separatistas, bebiendo de las mieles de una mayor soberanía, buscaron la independencia total, para instaurar estados nacionales, también a la manera de los que se concebían en el viejo continente, encontrándose con la férrea oposición y el absolutismo de Fernando VII tan pronto recuperó el trono y a quien ahora llamaban “ El Rey Felón”.
                     
Entonces vino la sangrienta pacificación de las colonias americanas de 1814 a 1820 encargada al Masón Pablo Morillo, que dejó a su paso una larga estela de Masones americanos arrestados, fusilados y ahorcados y de Logias clausuradas. Al arreciar la rebelión, fue una suerte para los independentistas que el también Masón Rafael del Riego decidiera en 1820 no cruzar el Atlántico para enfrentar a los libertadores Simón Bolívar, José de San Martín, Etc., y en cambio se quedara en la península proclamando la Constitución de 1812, conocida como “La Pepa o “La Constitución de Cádiz”. El 7 de noviembre de 1823 Rafael de Riego, fue ahorcado y posteriormente decapitado en Madrid, luego de haber caído prisionero por una traición.
                    
En este camino, los mejores socios que podían encontrar los sublevados eran los rivales comerciales de España, que para esas fechas eran los franceses y los ingleses. Ellos arribaron en sus navíos con dos nuevas clases de Masones que terminaron nucleando en nuevas Logias a las clases independentistas criollas, ya sea por interés económico o por vocación libertaria.
                         
En consecuencia, una vez consolidada la nueva alianza, los Masones en Latinoamérica, discurriendo como ingleses en lo económico y pensando como franceses en lo político, propugnaron por la adopción de medidas liberales sobre libertad de comercio, regímenes aduaneros, abolición de la esclavitud, tributación, presupuestos nacionales, empréstitos, Etc., que requerían la existencia de un estado, que poco a poco fue consolidándose hasta que, llegado el siglo XX, las dos grandes guerras mundiales y sus posteriores instituciones multilaterales, políticas y financieras, el desaparecimiento del imperio francés, la reducción del señorío británico, y la bipolaridad que le siguió, dibujaron un nuevo paisaje de endeudamientos impagables y agitación social, al que continuó la adopción del modelo neoliberal. Y en esas estamos.
                  
Brasil no ofrece una historia muy diferente a la de los Masones girando en torno a las luchas entre criollos y portugueses alrededor del tema económico, para luego tener un papel protagónico en la abolición de la esclavitud, la proclamación de la república y la independencia nacional, salvo que es el único país en la región que contó con dos Reyes como Grandes Maestros, al estilo de algunos reinos europeos.
                   
En este caso se trató de Pedro I de Brasil y IV de Portugal, quien independizó a Brasil de Portugal y se proclamó Emperador de Brasil. Se Inició el 5 de agosto de 1822 y se instaló a los dos meses como el segundo Gran Maestro del Gran Oriente de Brasil. Dignidad que ocupó dos veces, y una vez más su hijo, Pedro II. Llama la atención que Pedro I eligió como nombre simbólico Masónico el de “Guatimozín”, que era el dado por los españoles a Cuautémoc, último gobernante azteca de Tenochtitlán, en México, a quien Cortez, apresó, quemó mojándole los pies y manos para luego prenderles fuego y finalmente ahorcarlo
                           
Hoy el Gran Oriente de Brasil es una Obediencia masculina que cuenta con más de 97.000 miembros, repartidos en 2.400 Logias, y la presencia de la Masonería en Brasil está tan extendida, que entre antiguas, nuevas, masculinas, femeninas, mixtas, “regulares”, “liberales”, Etc., en sus veintiséis estados y un Distrito Federal deben existir por lo menos 200 Obediencias Masónicas.
                   
Mientras tanto, en México se presentan dos de los hechos más relevante que distinguen a la Masonería liberal, y que no han sido suficientemente reconocidos por la historiografía de la Orden, con frecuencia eurocéntrica:
                 
1) Se constituye el Rito Nacional Mexicano bajo el Supremo Gran Oriente del Rito Nacional Mexicano el 22 de agosto del año de 1825 y se crea la “Gran Logia Nacional Mexicana "La Luz", que por primera vez en la historia ofrece la Iniciación Masónica en igualdad de condiciones a la mujer con el hombre. Se anticipó siete décadas a la Orden Masónica Mixta Internacional “El Derecho Humano”, y
                        
2) En 1865, el Rito Nacional Mexicano deja de trabajar "A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo", y lo hace "Al triunfo de la verdad y al progreso del género humano". Siete años antes que lo hiciera el Gran Oriente de Bélgica y doce años antes que el Gran Oriente de Francia.
                    
Los lazos entre los Masones españoles y los latinoamericanos solo se reanudarían a partir de 1870 con la presencia de Logias del Gran Oriente Español en Cuba, Puerto Rico y Argentina, sobre todo, y se interrumpieron una vez más en el siglo XX por las dos Guerras mundiales y el franquismo. Pero serían ejemplares durante la dictadura de Franco (1939 – 1975) al brindar los mexicanos hospitalidad al Grand Oriente Español y al Supremo Consejo del Grado 33 para España en el exilio. Algunos Masones españoles se afiliaron a Grandes Logias mexicanas y algunos Talleres conformados por españoles no regresaron después de la “transición democrática”, como es el caso de la logia "Luz hispánica" que aún hoy sigue jurisdiccionada a la Gran Logia Valle de México.
                      
Actualmente Latinoamérica está pensando más autónomamente y un planteamiento de integración latinoamericanista muy crítico con los ejes doctrinales y diplomáticos del modelo Masónico anglosajón y con la geopolítica de la Orden se impone. En esta dinámica, las grandes distancias, el valor de las divisas y los altos costos de desplazamiento son retos internos que permanentemente hay que superar.
                   
Salvo el caso del Gran Oriente de Brasil, con unos 97.000 Masones, la Gran Logia de Cuba, con 12.000, la Gran Logia de Bolivia con 5.000, y algún otro país, la región no es escenario de Obediencias muy numerosas al estilo de las históricas de Inglaterra, Francia e Italia, ni de oficialmente multilingües como la Gran Logia Alpina de Suiza cuyas Logias trabajan oficialmente en cuatro idiomas dentro del mismo país. Tampoco ninguna ha defendido la monarquía como forma de gobierno.
                               
En este sentido, y a la manera propia de cada una, las Confederaciones Masónicas Latinoamericanas están buscando ser Talleres de pensamiento social dirigidos a repensar permanentemente la realidad regional con un enfoque claramente humanista.
                         
Ya sea en el ámbito de influencia anglosajona o en el de la Masonería progresista.
                  
                 
               
                   
                        

martes, 17 de febrero de 2015

MUCHO VA DE LA ORDEN NORTEAMERICANA A LA AFRICANA

           
Por Iván Herrera Michel
            
Dos eventos celebrados en el mes de febrero de este año, distanciados por medio mundo, marcan claramente las diferencias y contradicciones doctrinales de la Masonería que aboca el siglo XXI. 
             
 El primero al que me voy a referir es la “Conferencia de Grandes Maestros de Masones de Norteamérica”, que se llevó a cabo en el  Hyatt Regency Vancouver Hotel, en Vancouver, Canadá, del 14 al 17 de febrero de 2015.
              
Muy poco se puede decir de esta reunión: turismo, galantes fiestas, conferencias agradables, paseo al acuario de Vancouver para las “cuñadas” y no invitación a ningún Gran Maestro norteamericano de las decenas de Grandes Logias Prince Hall de negros que han sido “reconocidas” como “regulares” por sus otros tantos pares de Estados Unidos y por la Gran Logia Unida de Inglaterra. Lo cual prueba con la tozudez de los hechos, que la segregación racial sigue siendo una práctica muy arraigada en el grupo. La agradecida genuflexión francesa del Gran Maestro de la GLNF y la súplica para que lo “reconocieran” por parte de la presidencia de la CMF completó la coreografía.
                      
En claro contraste con lo anterior, y con la presencia de Louis Daly, Presidente de CLIPSAS, se reunió en Lomé, Togo, del 5 al 8 de febrero de 2015, la “Conferencia de Potencias Masónicas Africanas y de Madagascar” (CPMAM, por sus iniciales en francés).  Estas citas desde 1992 llevan el nombre de “Encuentros Humanistas Africanos y Malgaches” (REHFRAM, también por sus iniciales en idioma galo).
                
La CPMAM, de una manera igualmente muy diferente a los anglosajones, es una asociación de Obediencias nacionales africanas y de Madagascar que trabajan en el respeto de sus personalidades y sensibilidades, reconociéndose su soberanía mutua, no siendo una supra Obediencia ni tribunal de instancia superior.
                
En esta oportunidad, los Masones africanos promulgaron una declaración interesante y muy actual, del siguiente tenor:
                 
DECLARACIÓN DE LOMÉ
                 
- Considerando el aumento del fundamentalismo y del terrorismo en el continente y en el mundo;
                  
- Considerando el impacto negativo sobre la estabilidad y la tranquilidad de los pueblos y las naciones;
                  
- Considerando el derecho de los pueblos a vivir en total seguridad y paz al interior de las fronteras de sus países y de practicar y ejercer su libertad de opinión y de pensamiento;
                 
- Considerando las últimas recomendaciones de los organismos internacionales sobre la paz y la seguridad en África y el mundo;
                 
Nosotros, los masones de África y del mundo, participantes en el vigesimotercero REHFRAM – 2015, en Lomé, Togo, declaramos nuestro apoyo a:
                 
- Todas las iniciativas y acciones dirigidas a proporcionar soluciones sostenibles para la prevención de conflictos, la erradicación de los brotes de intolerancia en todas sus formas y el terrorismo;
                     
- Hacer un llamamiento a todos los Masones y Masonas del mundo, y a todas las personas amantes de la paz y la libertad, para hacer todo lo posible para derrotar el terrorismo y la intolerancia en todas sus formas;
                      
- Recomendar a los Jefes de Estado y a la comunidad internacional que hagan todo lo posible para garantizar la paz, la seguridad de las personas y los bienes en el continente y el mundo.
             
Dado en Lomé, Togo, el 7 de febrero de 2015. 
                
                  
                  




sábado, 31 de enero de 2015

EL MATONEO MASÓNICO

                
 Por Iván Herrera Michel
              
Entre los varios correos que he recibido relacionados con mi intervención en el Tercer Simposio Masónico de New Jersey (USA) el 20 de  septiembre  2014, un par de ellos se refirieron “in Extenso” al tópico del “matoneo” en la Masonería, coincidiendo en que es un asunto del que se debe hablar “con contundencia”.
                
Tema sensible entre los sensibles el que resaltan estos QQ:. HH:., y que no por minoritario deja de representar una realidad palpable en muchas Obediencias que coarta su accionar, resquebraja la fraternidad y distorsiona la construcción Masónica.
                 
El “matoneo” entre Masones es una forma de ejercicio de un poder no democrático, jerarquizado y desigual, que suele apoyarse abusivamente en un mayor Grado, en un cargo directivo, en la defensa de un rito, en la debida obediencia, en la regularidad, en un supuesto misterio, en los Landmarks, en los Antiguos Usos y Costumbres, en un centralismo piramidal, en la desinformación, Etc. Cualquier pretexto sirve para sus fines.
                  
A veces se recurre a la alienación en el camino de eliminar la pluralidad de pensamiento y vencer la resistencia al abuso. Al respecto, un Gran Maestro colombiano señala a los Masones que “la libertad de conciencia no está por encima de los deberes a los cuales se comprometieron para adquirir su calidad de Masón”, olvidando que en medio de la impresión sicológica que producen los pasajes de la Iniciación el recipiendario “jura lo injurable”, únicamente por la confianza que tiene a los Masones que conoce y el respeto que le profesa a la Orden. Nadie en su sano juicio toma como reales las penalidades simbólicas a las que se refieren las ceremonias Masónicas.   
                    
Muy por el contrario, lo realmente Masónico es que la Orden no puede imponer compromiso alguno que vulnere las libertades individuales de alguien, sea Masón o no lo sea. Por lo que resulta terrible, por decir lo menos, que por haberse Iniciado en la Masonería una persona haga retroceder o renuncie a su libertad de pensamiento.
                  
Por este camino, el juego de palabras y el manejo polisémico de los conceptos reviste con un falso aire de erudición. Las tácticas de intimidación y las amenazas, tácitas o expresas, de irradiación, irregularización, obstrucción de la escala gradual, no acceso a cargos, Etc., acostumbran completar el cuadro.
                  
Muchos Masones prefieren retirarse de los Talleres de manera discreta tan pronto perciben que no han ingresado al ambiente fraternal que esperaban encontrar y que, por el contrario, son testigos de tratos diferenciales cuando no de frecuentes expresiones antifraternales. En estos casos, no tengo ningún inconveniente en aconsejar a quienes esto suceda, en aras de su tranquilidad y salud mental, que se retiren de ese remedo pernicioso de Masonería.
                   
También hay los que sobrellevan calladamente lo de su Obediencia, pero abrevan en fuentes Masónicas más afines con sus sensibilidades Iniciáticas, intelectuales, éticas, ideológicas, espirituales, personales o sociales. Es lamentable que algunos deban hacerlo a escondidas o que no puedan referirse públicamente a ellas so pena de “matoneo”. Pero es una verdadera chifladura que hagan de la genuflexión un modo de ser y estar en la Masonería.
                 
Siempre es fácil identificar porque “matonea” el que ejerce un poder. Lo espinoso es
adentrarse en la psiquis del “matoneado”. Las razones, indiscutiblemente, hay que buscarlas en el cálculo interesado, la baja autoestima, el miedo a ser excluido, la esperanza de una recompensa, la interpretación errónea de la realidad, Etc.
                   
Toda coerción o manipulación, cualesquiera sean las razones invocadas, es ajena a la práctica Masónica, y no debe ser tolerada. Menos aún por quien se precia de ser una persona libre y de buenas costumbres. La libertad de pensamiento y de conciencia no es un privilegio que se otorga y se recibe, sino un derecho que se respeta y se exige.
                 
Por mi parte, me gustan mucho los ambientes Masónicos que conjugan el verbo “Respetar” en presente indicativo. Es decir:
               
Yo me respeto,
Tú te respetas,
Él se respeta,
Nosotros nos respetamos,
Vosotros os respetáis, y
Ellos se respetan.
                            

Porque me muestran que una Logia puede (y debe) ser justa y perfecta no solo en lo formal, sino además, y es lo más importante, en lo doctrinal, lo Iniciático, lo institucional, lo disciplinar y lo fraternal.