lunes, 2 de agosto de 2010

DE LA LITERATURA Y LA MASONERÍA EN HISPANOAMERICA


Por: Iván Herrera Michel



Antes de la llegada de Colón a Latinoamérica existían muchas culturas. Quizás las más conocidas son las de lenguas maya, náhuatl (de los aztecas) y quechua (de los incas), y es una verdadera pena que muy poca literatura de estas civilizaciones haya sobrevivido a la barbarie de la colonia y la conquista.


No fue hasta 1609 en que un mestizo, hijo de un noble extremeño y de una princesa Inca, nacido en Cuzco, Perú, bautizado como Gómez Suárez de Figueroa, y mejor conocido como el Inca Garcilaso de la Vega, “Príncipe de los escritores del nuevo mundo", publicara en Lisboa, Portugal, una obra con el título de “Comentarios Reales de los Incas”, para que se diera inicio formal a lo que hoy denominamos Literatura Latinoamericana. El contenido del libro era reivindicatorio de la civilización Inca, y se inicia con su mito originario culminando con la conquista de los españoles al Tahuantinsuyo.


En adelante, y durante casi dos siglos nuestra literatura penduló entre la exaltación del carácter caballeresco de la conquista, el arrebato filosófico de lo indígena y la proclama revolucionaria. Llegado el Romanticismo y la Masonería de Europa a finales del XVIII, ya comienzan a aparecer Masones en la literatura latinoamericana.


En mi país, por ejemplo, la primera novela colombiana la publica el Masón Juan José Nieto Gil en 1844, bajo el título “Ingermina o la Hija de Calamar”, en la que bajo el telón de fondo de la dura resistencia de los indios Calamares a la colonización española, se cuenta la historia de amor entre un hermano del conquistador madrileño Pedro de Heredia y la princesa Ingermina, moviéndose entre lo caballeresco y lo poético de la conquista y lo indígena. La segunda novela en mi país es del mismo autor de un año más tarde y se titula “Los Moriscos” y es algo más ajena a nosotros ya que narra las vicisitudes de una familia mora expulsada de España a raíz del Decreto de 1609. Ambos relatos son de corte histórico y al parecer se inspiraron en los escritos de Walter Scott.


Igualmente el Masón Jorge Isaac, que era ante todo un poeta, publicó en 1867 “María”, que tuvo un éxito inmediato en toda Latinoamérica. En la obra se narra la historia trágica de los amores de María y su primo Efraín. La trama es sencilla: Efraín parte a la capital a seguir sus estudios dejando a su prima de la que se ha enamorado. Seis años después regresa y vive un romance de tres meses con ella, antes de partir para Londres. Dos años más tarde vuelve solo para enterarse de que María ha muerto y se va de la comarca si rumbo fijo. Es un relato paisajista que recuerda a Edgard Allan Poe.


Latinoamérica no ha sido tan fecunda como Europa en escritores y poetas que han pasado por la Masonería. Lo nuestro ha sido principalmente, durante algo más de un par de siglos, las luchas por la independencia, el discurso jacobino que le siguió y la acción liberal partidista posterior.


No obstante, podemos vanagloriarnos de haber contado en nuestras columnas Logiales con Masonas y Masones de la talla los Premios Nobel de Literatura Gabriela Mistral y Rubén Darío, además de Andrés Bello, Leopoldo Lugones, José Martí, Jorge Isaac, Etc.


No significa esto que no encontremos y oigamos con devoción, aquí y allá, poetas espontáneos, con más emoción lírica que técnica literaria, que nos declaman textos propios y ajenos muy sentidos acerca de los símbolos o sobre su pertenencia a la Orden. Estos poetas y poesías suelen adornar las Tenidas de Masticación o los eventos Masónicos galantes. Y podríamos afirmar que están más en la línea de “Mi Logia Madre” de Rudyard Kipling, que de “Al Maestro que se Va” de Antonio Machado.


Una característica de nuestros escritores famosos latinoamericanos es que en muy raras ocasiones se refieren a la Masonería y/o a su doctrina en forma manifiesta, ya sea en prosa o en verso, aunque en muchas de sus obras nos queda claro que el mensaje central de sus escritos es coherente con el histórico de la Orden en la región. Ahí nos reconocemos en ellos.


Pero nunca será a la manera explícita que rodea a Pierre Bezújov, el personaje de “Guerra y Paz”, de León Tolstoi, en donde sin mayores tapujos el escritor se refiere a su relación con su Logia y a las luchas que desde allí se propulsan para adelantar profundas reformas sociales, liberar esclavos y tierras, construir escuelas y hospitales, en una aspiración permanente de progreso.


En eso nos parecemos más los Masones Latinoamericanos a la Masonería rusa del XIX, que a la Masonería que describe Dan Brown en el “El Símbolo Perdido”, que vende la idea estrafalaria de que los Masones protegemos un poderoso secreto, que de conocerse podría cambiar el rumbo del mundo.


Hoy en día, la literatura ha cedido mucho espacio a la hora del ocio. La televisión, la radio, los videojuegos, los periódicos y las revistas en papel o virtuales, la han relegado a un segundo plano. La Masonería, también ha retrocedido antes nuevas formas societarias que atraen a hombres y mujeres libres y de buenas costumbres para construirse entre sí, con absoluta libertad de conciencia, sin exclusiones y sin una especie de rito de paso un poco recargado que implicaría un antes y un después de ampliación de la conciencia y de identidad social.


Mario Vargas Llosa, en una conferencia en el año 2001, recordaba que a Jorge Luis Borges le irritaba que le preguntaran “¿Para qué sirve la literatura?”. Nosotros los Masones hemos oído muchas veces esa misma pregunta referida a la Masonería, proveniente de contextos que acostumbran a medir las cosas por su utilidad práctica y no asumen la construcción del ser humano y de su entorno social en términos de libertad como algo pragmático.


Sin embargo, es un hecho incuestionable que las librerías siguen llenas de lectores, y la Masonería cada día inicia más hombres y mujeres interesados en sus imaginarios, dramas y método de construcción.


Y como sucede con los libros, cada Logia tiene su persona que le cuadra. Cuando nos equivocamos lo dejamos y ya está. Y cuando nos sentimos fascinados con ellos, lo incorporamos a nuestra vida.



domingo, 11 de julio de 2010

EN DIALOGO CON LA REVISTA FÉNIX


La siguiente es una entrevista que el Q:. H:. Juan Orrego, Director de la Revista FENIX, la de mayor circulación en idioma castellano, me hiciera y publicara en la edición del día 8 de julio de 2010 (E:. V:.).


JUEVES 8 DE JULIO DE 2010

ENTREVISTA: M:.R:.H:. IVAN HERRERA M. HABLO CON FENIX SOBRE SU PASION "LA MASONERIA" EN AMERICA Y EN EL MUNDO

Por Juan Orrego.

El M:.R:.H:. Ivan Herrera M., magistral conductor de las ideas masónicas de Colombia e indoamerica parece ser el masón del momento en nuestro escenario institucional porque lo vemos siempre que está invitado como conferencista o columnista en diarios y revista masónicas digitales o impresas de índole locales e internacional. El M:.R:.H:. Iván Herrera, es reputado profesional colombiano, es probablemente el especialista que más conoce de este hemisferio de masonería en el mundo. FENIX fue a buscarlo para sostener una cordial y muy personal entrevista en que Iván Herrera expone o revela muchas de sus ideas para bien de nuestros queridos lectores. Esperamos os guste.

Presentación:

ENTREVISTA

1) No voy a dar demasiadas vueltas y entraré directamente en el tema que nos interesa ¿Desde cuándo eres Masón?

R. Querido Hermano Juan, te contesto también sin dar vueltas. Ingresé en una Logia Masónica el día 4 de junio del año 1983, y, como sabemos, soy Masón desde que mis Hermanos me reconocen como tal.

2) ¿Qué experiencias positivas y negativas has acumulado a lo largo de tu vida Masónica?

R. En lo personal, el método de construcción Masónica aplicado a mi propia Piedra Bruta es una experiencia interesantísima y créeme que muy positiva. En lo institucional, me encanta ver como se ha organizado asociativamente la Masonería latinoamericana progresista en los últimos diez años.

En cuanto a lo negativo con que me he topado al interior de la Masonería, trato de no cargar lastres en mi corazón ni en mi mente. Sin embargo, te confieso que me entra una gran desazón que me dura un buen tiempo cuando veo en una ciudad o en un país varias Grandes Logias que no se tratan o a Masones discriminándose. No he podido aprender a explicárselo a los nuevos Masones sin sufrir pena ajena.

Frente a esta recurrente sinrazón Masónica, siempre recuerdo que el Mosaico de cuadros blancos y negros se encuentra dentro de la Logia, para, entre otras cosas, enseñarnos que los Masones permanentemente estamos convocados a lo perfectible y caminamos sobre él. De allí que lo positivo y negativo que encontramos entre los Hermanos es una oportunidad constructiva más que hay que agradecerle a la Orden.

3) Mucha gente piensa que la Masonería era una organización muy elitista. ¿Lo es?

R. Claro que lo es. Es una élite de hombres y mujeres libres y de buenas costumbres que han optado por recorrer un camino de autoconstrucción. Es una élite que ha asumido un método signado por valores y principios centrados en la dignidad humana.

4) Quisieras explicar a los amigos que nos leen y que no son Masones, ¿qué es el Ser Supremo en el que hay que creer para ser Masón?

R. Mi Querido Hermano Juan, el que planteas es un tema polémico dentro de la diversidad existente en la Masonería y que ha sido fuente de duras controversias, por lo que me voy a detener un poco.

Algunas Grandes Logias exigen la creencia en un Ser Supremo al estilo del Dios de las religiones judía, cristiana y musulmana. Otras aceptan que se tenga sobre esta exigencia una versión metafísica que sobrepasa a los hombres, al estilo del Pachamama, conciencia crística, energía cósmica, Etc.

También encontramos Masones que poseen una fuerte concepción esotérica, formados en otras escuelas iniciáticas o de una notable inclinación espiritual, pero que no reconocen un Ser Supremo. Son personas que en el hinduismo y en la Teosofía se conocen con la palabra sánscrita “nástika”, que significa ateo, precisamente porque no reconocen la existencia de un dios ni de una verdad revelada contenida en un libro sagrado.

En este sentido, hasta Madame Blavatsky usó la expresión en el primer tomo de la “Doctrina Secreta” al afirma que todo ocultista es un nástika ya que el ocultismo es incompatible con la creencia en la existencia de un dios.

Unos más sostienen que lo que llamamos el Gran Arquitecto del Universo es una simple alegoría, o que puede ser entendida como las leyes de la física, o la segunda Ley de la termodinámica de Newton. Estos Masones son claramente ateos o siendo creyentes en un dios no le reconocen a la Masonería ninguna connotación espiritual o religiosa.

Lo curioso es que todas estas concepciones las encontramos por igual dentro de las escuelas anglosajona y liberal de entender la Masonería.

Por su lado, hay quienes no exigen a sus miembros creer en un Ser Supremo o Dios. Por ejemplo, el Gran Oriente de Francia está constituido por Masones ateos (esotéricos o no) y creyentes (esotéricos o no) en igualdad de condiciones, y eso nos les impide a ninguno de ellos alcanzar los más altos Grados y cargos directivos de la Masonería, ya sea que practiquen el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el Rito Francés, o cualquier otro autorizado.

Yo creo que con las personas que desean ser Masonas debemos ser totalmente sinceros acerca del posicionamiento de la Gran Logia a la que las vamos a presentar, sobre todo en temas que pueden ser sensibles para el aspirante como el de la política, la religión, el género u orientación sexual, lo filosófico, Etc., con el fin de evitarles incomodidades futuras a ellos y a la Obediencia.

5) ¿Cuáles son las características del hombre perfectible?

R. No hay un hombre o una mujer perfectible y ni otros que no lo sean, toda persona es perfectible. Naturalmente, no todas ellas lo asumen en igual grado y medida. Influye la genética, su biografía personal y el entorno. Le tengo una inmensa confianza al ser humano y mucha fe a su inclinación natural hacia su perfectibilidad. En ocasiones, es cuestión de tocar las fibras correctas.

6) Dime una cosa Iván, si la ciencia confirmara que fue Evolución y no Creación, la misma existencia del universo ¿Cómo cuál sería la posición de la Masonería?

R. Volvemos al tópico de tu 4ª pregunta. Cada Gran Logia o Gran Oriente, así como cada Masón o Masona, está en libertad de adoptar o no una postura sobre lo que considere correcto frente a los predicamentos de la ciencia y de las religiones. No hay algo así como una sola voz Masónica que represente el conjunto universal de los Masones y Masonas del mundo.

Institucionalmente hablando, que bueno sería que la Masonería fuera una interlocutora, frente a los organismos internacionales como la ONU, para citar un solo ejemplo. Pero para esto debemos ponernos de acuerdo los cinco millones de Masones y Masonas que dicen que somos, alrededor de la más absoluta libertad de conciencia, de una perfecta aceptación y de una tolerancia mutua.

En verdad, y siendo realista, no veo cercana esa unión. Pero hay una “opinión pública” interna reclamando cosas en un mundo globalizado y muy informado que tarde o temprano producirá cambios.

7) ¿Cómo avizoras el futuro de la Masonería liberal y adogmática de Indoamericana?

R. La veo unida en el mediano plazo. Hay un gran impulso en nuestra región desde hace unos 15 años en dirección a la forma liberal y adogmática de concebir y practicar la Masonería a la que no le veo eclipses. Claro está, que en cada experiencia las cosas no se dan con la misma intensidad ni al mismo ritmo. Cuenta mucho la sociología y en cada caso el parto es diferente.

Igualmente, existe una clara inclinación hacia el relacionamiento con otras Grandes Logias liberales y adogmáticas del mundo. Por ejemplo, es notoria nuestra participación cada vez mayor en CLIPSAS, institución que llegó al año 2000 contando con ocho Grandes Logias latinoamericanas en su seno y ahora tiene veinte. Este fenómeno profundizara y expandirá las concepciones progresistas.

Paralelamente, en estos últimos diez años han nacido con vocación latinoamericanista la Confederación Interamericana de Masonería Simbólica (CIMAS), la Conferencia Masónica Americana (COMAM) y la Confederación Continental de Potencias Masónicas Americanas (CCPOMA). Estas asociaciones no existían hace una década y se encuentran transitando hacia la unión. Es de esperar un feliz término y creo que entre todos debemos presionar para que sus directivos y sus Asambleas Generales avancen en esa dirección.

Por su lado, las Grandes Logias que conforman la Confederación Masónica Americana (CMI), unas más que otras, se encuentran bajo presión interna hacia la fraternización interobedencial, pero poseen superestructuras demasiado pesadas. Es de desear que encuentren una forma diferente de zanjar las diferencias entre las dos formas de concebir el ideario de la Orden y la fraternidad entre Masones entre sí y con las Masonas.

Dicho esto, para mí resulta claro que las aguas fluyen hacia la Masonería liberal y adogmática en el siglo XXI.

8) ¿Porque crees entonces que la mujer debe tener el derecho a ser Masona?

R. No es cuestión de creencia. Los derechos son inherentes a la condición humana, sin distingos de género. Es un hecho histórico comprobado que ha habido mujeres en la Masonería desde la época de los gremios de constructores, y no veo porque deba haber discusión en ello. El que lo niegue tiene un cierto problema personal.

Sin embargo nadie puede negar que exista la discriminación por razón del sexo al interior de la Orden Masónica, no siendo una cuestión de creencias personales sino una manifestación más del patriarcado que relegó a la mitad de la humanidad a un segundo plano. Afortunadamente el patriarcado Masónico está limitándose a los límites de sus feudos, y ya no es un tema de la Masonería universal sino solo de quienes lo practican.

Habiendo afirmado lo anterior, también debo dejar sentado que reconozco que los Masones y las Masonas tienen el derecho a optar por autoconstruirse Masónicamente en Logias formadas por personas de su mismo sexo aun en el evento de que tengan una orientación sexual diferente como suele suceder en la práctica.

Está de por medio también la libertad de asociación. Uno no puede llamarse liberal y progresista sino reconoce en el otro el derecho a escoger libremente la modalidad del método Masónico que desee. Lo malo no es que existan Grandes Logias o Logias exclusivamente Masculinas o femeninas, no debemos hacer de la mixticidad un dogma. Lo inaceptable es que se haga discriminación por razón del sexo.

Y en este sentido, la violación de los Derechos Humanos, si me permites la expresión, es un “crimen de lesa Masonería”.

9) ¿Cuál sería la definición a tu entender sobre la regularidad Masónica en este siglo?

R. Mira Juan, “Regular” es toda organización Masónica o no que sigue una “Regla” fundacional. En el caso de la Masonería Especulativa, esa “Regla” está representada por las Constituciones de Anderson de 1723. Toda Gran Logia que las observe es “Regular”. Y, dicho sea de paso, para mí, la piedra capital de esta normativa es el mandato de “unir lo que está disperso”.

No lo digo yo ni es una opinión de alguien que yo conozca. Es la Masonería que algunas Grandes Logias se niegan a practicar basadas en exigencias diplomáticas de relacionamiento que fueron impuestas por las coyunturas geopolíticas del siglo XIX y XX, y que han generado lealtades contrarias a la libertad, la igualdad y la fraternidad entre los Masones, Masonas, Grandes Orientes y Grandes Logias.

Estas circunstancias subordinantes, emanadas unilateralmente de la Gran Logia Unida de Inglaterra y de las Grandes Logias anglosajonas de Estados Unidos, so pretexto de una “regularidad” que solo ellos dispensan, se observan con mayor relieve en la Masonería de los países en vías de desarrollo de Latinoamérica, África y Asia.

En Europa continental la Masonería mayoritariamente no acepta condiciones ni certificaciones. Es un buen ejemplo.

10) ¿Crees que es correcto las actuales diferencias entre Masones dadas a la interpretación de la Constitución de Anderson?

R. En mi experiencia personal me he topado con discusiones sobre las Constituciones de Anderson entre Hermanos que solo se han leído un par de párrafos de ella, o se encuentran atrincherados en una frase que acomodan a su personal pensamiento y querencia. Eso no es correcto.

Sin embargo, creo que como están las cosas es una obligación moral de cada Masón estudiar con sana crítica y libre examen el texto de esas Constituciones, enmarcándolas en su contexto histórico y luego compartir sus reflexiones con otros que también las hayan estudiado.

La Orden ganaría muchísimo en sensatez si hacemos de la instrucción y el librepensamiento una herramienta adicional de construcción moral Masónica.

11) Entonces ¿Cómo definirías la doctrina de la Masonería?

R. En mi concepto, aunque la Masonería posee una doctrina, las Grandes Logias no deben adoctrinar. Es algo sobre lo que hay que tener mucha claridad.

La doctrina Masónica indaga en las fuentes de donde fluye su método constructivo, estudia su historia y desenmaraña el significado de sus símbolos, con el objeto de comprenderla en toda su amplitud, buscando con ello incitar en el Masón la elaboración de proyectos y modelos autobiográficos autónomos.

El adoctrinamiento busca un pensamiento único, que es exactamente lo contrario de lo que busca la doctrina Masónica.

12) Tú sabes que nos creen anticlericales... ¿Cómo ves la relación de la Masonería con las religiones?

R. Entiendo que hay muchas personas anticlericales en todo el mundo, dentro y fuera de la Masonería. Yo en lo personal no soy anticlerical, ni antirabino, ni antimulah, ni antilama, ni anti Willaq Uma, ni…. Y no veo porque deban ser conflictivas las relaciones entre la Masonería y las religiones si cada una de estas instituciones se dedica a lo suyo. Lo ideal es que haya armonía en la diversidad social.

Muchas Grandes Logias y Grandes Orientes en aplicación de un pensamiento laico se pronuncian públicamente a favor del respeto a la dimensión personal religiosa y defienden lo público como un lugar común de convivencia.

13) Entonces Iván, ¿por qué esa obsesión contra nosotros por satanizarnos?

R. Es una neurosis que hace que el “satanizador” que la padece si no lo tomara contra los Masones lo haga contra cualquier otra cosa. Pienso que es un tema de psiquiatras, aunque reconozco que es molesto el dale que dale con que algunas expresiones religiosas catequizan en el miedo al enemigo que seriamos nosotros para mantener unido al rebaño en torno al líder o a la organización.

De todos modos, he notado que el entusiasmo inicial en contra de la Masonería se les va diluyendo en la misma medida en que nos estudian.

14) ¿Cuál debería ser el papel a desempeñar de la Masonería en la sociedad actual?

R. En resumen categórico: Constructivo de valores y principios.

15) ¿Entre tantas diferencias que comparten las Grandes Logias de distintos países qué es lo que les une a todas ellas?

R. Muchas cosas. Por ejemplo que quieren estar constituidas por personas de buenas costumbres, que inducen a sus miembros a desarrollar un corazón generoso, a ser ciudadanos útiles y a ser ejemplos de vida para los demás, También poseen en común un lenguaje de símbolos basado en las herramientas de los antiguos constructores, la arquitectura moralizada, un referente solar en sus decoraciones Logiales y un largo Etc.

Son muchas más las cosas que comparten las Masonas y Masones que las que imponen las divisiones y fronteras internas de la Orden.

16) ¿En tu opinión que cosas deben mejorarse en torno a la Masonería, si considera que las hay?

R. Superar las divisiones. Ya es hora de dejar la necedad y de estarle haciendo el mandado a otro. Es un problema que el pueblo Masónico desea superar de una vez por todas.

17) ¿Qué libro desearías escribir y que nombre le pondrías?

Quisiera escribir un libro que se titulara Historia de la Unión de la Masonería Universal , pero que no fuera de ciencia ficción

QH:. Iván Herrera, en nombre de FÉNIX te agradezco esta entrevista que nos has concedido dado tu apretada agenda personal y Masónica ¿Quisieras añadir algo?

Gracias a ti Juan por lo que estás haciendo por la Masonería de habla hispana. Muchas gracias. Un fuerte abrazo a todos los Masones del Perú en donde tengo grandes recuerdos, enseñanzas e inmejorables Hermanos.


miércoles, 30 de junio de 2010

DEL RITO MODERNO LLAMADO FRANCÉS Y DE LA HISTORIA DE LA HISTORIA MASÓNICA


Por Iván Herrera Michel


Le había prometido a mi incansable Hermano Víctor Guerra que iba a hacer un comentario a la edición que acaba de coordinar del libro “Rito Francés. Historia, Reflexiones y Desarrollo”, que fue publicado hace unos días por MASÓNICA.ES (www.masonica.es), que él mismo me presentó como una especie de necesario “Corpus Teórico” pionero sobre ese Rito dirigido a lectores de lengua castellana.

La verdad es que el Hno:. Víctor Guerra es un Masón muy activo y poco común. En ocasiones, desde las playas del Mar Caribe se alcanzan a ver las nubes de las polvaredas que levanta. Pero aparte de eso, posee una inclinación muy valiosa al estudio de la Masonería que ojalá se observara con más frecuencia aquí y allá. Ya es suficiente carta de presentación el que sea miembro de los prestigiosos Centro de Estudios de la Historia de la Masonería Española (CEHME), y del Institut d´etudes et de Recherche Maconnique (IDERM) del Gran Oriente de Francia, así como Presidente del Círculo de Estudios del Rito Francés Roettiers de Montaleau.

La promesa inicial al Hermano, sumada a que mi idioma nativo es el español y a que poseo la V Orden del Rito Francés, otorgada por el Gran Capítulo General del Gran Oriente de Francia, me convirtió en un destinatario natural del trabajo, y me obligó a leer el libro, reflexionar sobre su contenido y presentar una opinión personal. Veamos.

Puesto en la tarea, lo primero que me asombra es que la antología que conforman sus treinta y tres escritos, la mayoría traducidos del idioma francés, y los menos redactados originalmente en castellano, están firmados por una nómina realmente impresionante de estudiosos: Pierre Besses, Roger Dachez, Ives Hivert Messeca, Jean Pierre Lefevre, Daniel Ligou, Ludovic Marcos, Pierre Molier, Jacques George Plumet, Jean FranÇois Pluviaud, Charles Porset, el belga Jean Van Win, y los españoles Víctor Guerra y Joaquín Villalta.

Si lo que pretendía Víctor Guerra era dar a conocer un “Corpus Teórico” sobre el Rito Francés, de la mano de sus más brillantes exponentes, para llenar el vacío de la bibliografía existente en español sobre el tema, doy testimonio que lo logró, y solo me resta felicitarlo, y recomendar vivamente su lectura porque nos ayuda a comprender a ese jacobino que tenemos dentro los Masones españoles y latinoamericanos, que nos hace andar permanentemente en plan libertario, así estemos inmersos en las propuestas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado al que le tenemos tan alta estima y apego. Porque, la verdad hay que decirla, de este lado del Océano se mira la práctica de diferentes Ritos Masónicos como una oportunidad constructiva paralela y no se consideran excluyentes ni antagónicas.

La edición es excelente, el libro barato y la entrega, ya sea en PDF o en papel, es rápida. No hay excusa.

No voy a detenerme, en este escrito, sobre el que en palabras del “Jefe Plumet” es un Rito “coherente, progresivo, federalista, abierto y sin exclusiones… acogedor y fraternal, democrático, libre e independiente, sin tener que reclamarse heredero de un principio divino obligatorio o de una regularidad venida por otra parte de ciertos devaneos inútiles e ilusorios; ni sobre “… la tradición que estamos llamados a transmitir…”, de la que habla con lucidez Jean François Pluviaud; ni de “como el positivismo entró en los rituales del Gran Oriente de Francia”, explicado nada menos que por Daniel Ligou, el autor del diccionario Masónico de cabecera de los franceses; ni de los “revoltijos de altos Grados” (la expresión es de Gastón Martín, citado por Charles Porset, el que le hizo el prefacio al libro “República Planetaria”, de Jacques Georges Plumet) que quiso poner en orden en cinco estadios el Muy Respetable y Perfecto Hermano Caballero Alexandre Louis Roettiers Señor de Montaleau en 1783.

Tampoco me ocuparé de los 72 años de militancia Masónica de Arthur Grussier que dieron origen a la modalidad del Rito que lleva su nombre expuesto por Ludovic Marcos. Un verdadero Bocatto di Cardinale. Ocuparse ahora de cada uno de estos y otros temas y autores, excedería por lo extenso la decencia de este escrito y la paciencia de sus lectores.

Por el contrario, voy a dejarle eso y mucho más a la buena lectura de los estudiosos que tendrán este libro en sus manos.

Por lo tanto, y con la venia de mi Querido Hermano Víctor, voy a apuntarle que yo creo que los alcances del libro, para los lectores que solo leen en español, van más allá del dotar a las bibliotecas y a las memorias de los Kindles de un texto que describe el devenir y lo que los autores creen que debe ser el aporte y el destino del Rito Francés, en sus modalidades y franjas.

Es decir, que muestra, por contera, algo muy importante sobre lo que existe mucha literatura en inglés, francés y alemán, procedente de Escocia, Inglaterra, Francia, Bélgica y Alemania, pero muy poca en español, como es que la historia de la Masonería, tal como nos llegó, está siendo reexaminada y reescrita, como resultado del trabajo historiográfico adelantado con rigor científico desde la academia universitaria por historiadores profesionales.

Es por esta falta de actualización de las fuentes en castellano, que, todavía hoy, la mayor parte de los nuevos libros sobre la Masonería que encontramos en las librerías españolas y latinoamericanas relatan la versión rectificada.

Yo mismo, modestamente, he colaborado para que se conozcan en castellano los resultados de los estudios que se vienen realizando con rigor metodológico científico, mediante la publicación de mi libro “Historia de la Masonería”, cuya primera de varias ediciones en español data del año 2004.

Este mismo texto, fue editado en idioma portugués gracias a la traducción que hizo en el año 2007 mi amigo y Hermano Masón el Gran Maestro de la Grande Loja Unida do Rio Grande do Sul, en Brasil, y tercer Presidente de la Confederação da Maçonaria Universal Unida no Brasil (COMUB,,) Mauricio de Oliveira Kropidlofscky, complementando igualmente la escasa bibliografía actualizada disponible en lengua lusitana.

Para el lector interesado en estos nuevos paradigmas históricos, el libro “De Oficio Masón Revelaciones de una Gran Maestre”, de mi Hermana y también amiga, Ascensión Tejerina, es también un trabajo actualizado que se consigue fácilmente. Pero, realmente, son muy pocos los trabajos con que contamos hasta ahora.

Por otra parte, algunos Blogs, medios de comunicación y agencias de noticias Masónicas están adelantando una extraordinaria labor de difusión. En idioma castellano los Blogs de los Víctor Guerra y Joaquím Villalta, la editorial MASÓNICA.ES y la revista virtual FÉNIX son muy efectivos.

De hecho, los Blogs Círculo de Estudios de Rito Francés Roettiers de Montaleau(www.ritofrances.es), Rito Francés (htpp//ritofrances.blogspot.com/), y Racó de la Llum (racodelallum.blogspot.com/), son hoy por hoy las más consultadas fuentes de información sobre el Rito Francés, sus particularidades y sus modalidades.

Para quien desee conocer como le entra el agua al molino en relación con las nuevas teorías sobre la historia de la Masonería, el libro “Rito Francés. Historia, Reflexiones y Desarrollo”, apegado al transcurrir del Rito fundacional de los “Modernos” de principios del siglo XVIII, hoy llamado Francés, es una excelente herramienta. Aunque de partida, cabe la advertencia de que no es fácil asumir la verdadera historia de la Masonería cuando sobre la versión anterior se ha construido un edificio en el que han habitado cómodamente las últimas cinco generaciones y se han escrito miles de libros, revistas y trabajos Logiales que hasta hace muy poco eran la única fuente de estudio.

Así que, de la autorizada mano del Hno:. Roger Dachez, Presidente del Instituto Masónico de Francia, apoyado en algunos otros de sus compañeros de libro, y apelando a descubrimientos tomados de Centros Universitarios de investigación sobre la Masonería, en especial de la ponencia del Doctor Jan A. M. Snoek, profesor de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, presentada en la Conferencia de Historia de la Masonería, celebrada en mayo del año 2008, en Edimburgo, Escocia, voy a aprovechar la invitación adicional que me hace el libro de Víctor Guerra para tratar de resumir la “historia de la historia Masónica”, que es una invitación tácita y un valor agregado principalísimo de la obra, de la siguiente manera:

HISTORIA DE LA HISTORIA MASÓNICA

En los últimos 25 años se han incrementado los trabajos de investigación científica sobre la Masonería, y es un hecho notorio que la mayor parte de los investigadores no son Masones, sino académicos independientes, y, al parecer, el tópico de mayor interés para ellos ha sido el de la historia.

En este orden de ideas, podemos dividir la historia de la historia de la Masonería en varias etapas, claramente diferenciadas y coherentes con el pensamiento de su época y lugar. Veamos:

LA PRE MASONERÍA

Los documentos más antiguos que se conocen, y de los cuales se ha afirmado que poseen cierta relación con la Masonería, son Constituciones manuscritas, por lo general compuestas por varias partes diferentes, como oraciones, textos de juramentos y una relación de deberes, empezando con una evocación “legendaria” o “tradicional” del oficio de la construcción.

Es una “historia” que es muy difícil tomarla como real en el sentido moderno del término. Es más, uno podría dudar si sus autores la tomaban como una historia en sí. Aunque lo que debe tener claro cualquiera que estudie la Masonería es que poseen una función interior que una historia de hechos puros no brinda. Este rol es algo parecido al que tenía la mitología en Grecia o los relatos bíblicos en la cristiandad medieval. Trasmiten mensajes.

No obstante, ante la ausencia de registros de hechos históricos suele buscarse la identificación de ellos detrás de la tradición verbal, las leyendas, o las tradiciones populares, para citar unos pocos ejemplos. Por lo tanto, estas “tradiciones” Masónicas, a pesar de su carácter legendario, son las primeras historias con que contamos y no deben descartarse como material de trabajo al escudriñar la verdadera.

LA OBRA DE ANDERSON

Cuando las Constituciones de Anderson de 1723 fueron publicadas el carácter de la “historia oficial” ancestral fue claramente alterado, y cuando el texto se revisó en 1738, ampliándolo, fue transformado otra vez. Es un hecho muy conocido que Anderson escribió su historia de la Masonería de una manera diferente con el fin de ser leída en la admisión de un nuevo Hermano manteniendo un tono legendario, después de haber comparado una serie de documentos antiguos y agregado, de su cosecha, una teología y una cronología desconocida hasta entonces, pero muy cerca a su tiempo.
De todos modos, es lamentable que los documentos en que se basó Anderson hayan desaparecido. Y es también sorprendente que aunque las generaciones de estudiosos posteriores han considerados los informes de Anderson como poco fiables, paradójicamente aceptan la creación de la denominada “Gran Logia Premier” en 1717, basados solamente en lo que afirmó Anderson.

Durante la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del XIX, un número importante de Masones escribió obras sobre la historia y el desarrollo de la Masonería, si no en su totalidad, al menos circunscritas al país en que vivían o al Rito Masónico que practicaban. Entre las más conocidas encontramos “Ilustraciones de la Masonería” de William Preston de 1772, “El Espíritu de la Masonería” de William Hutchinson de 1775, “Uso y Abuso de la Masonería” de George Smith de 1783, los tres libros de Claude-Antoine Thory “Historia de la Fundación del Gran Oriente de Francia” de 1812, “Acta Latomorum, o Historia de la Francmasonería Francesa y Extranjera” de 1815, e “Historia Precisa de la Orden de la Francmasonería” de 1829, y los tres libros de George Oliver: “Las Antigüedades de la Francmasonería” de 1823, “La Historia de la Iniciación” de 1840 y “Revelaciones de una Escuadra” de 1855.

Aunque ninguna de estas obras se ajusta a la moderna historiografía, son importantes como germen de información ya que sus autores tuvieron acceso a fuentes que hoy se han perdido o habían sido testigos de algunos acontecimientos que describen.

LA ESCUELA AUTENTICA

El año 1886 se considera formalmente como el del inicio de la “Escuela Autentica” de la Masonería, la cual buscó solo sostener aquello que podía ser probado experimentalmente o soportado con pruebas autenticas, así como la redacción de una real historia de la Masonería. Aunque en honor a la verdad, esta corriente comenzó desde mediados del siglo XIX en Alemania con la publicación de la “Enciclopedia de la Francmasonería” en 1822 y el “Manual General de la Masonería” en 1863, de Lenning, la “Masonería en su Sentido Genuino” en 1846 y los dos volúmenes de la “Historia de la Masonería” en 1852, de Georg Klob, y la “Historia del Sistema Masónico en Inglaterra, Francia y Alemania” en 1879, de Christian Carl Friedrich Wilhelm y Freiherr von Nettelbladt.

Pero es con la creación de la Logia de Investigación “Quatuor Coronati” en Londres en 1884 – 86, que la “Escuela Autentica” se convirtió en referente obligado para la historia de la Masonería con Robert Freke Gould como su más recio defensor y su libro “La Historia de la Masonería”, de 1884, como un referente imprescindible.

Gould fue posiblemente el primero en formular la teoría acerca del origen de la Masonería más difundida. De acuerdo a esta tesis, al principio los Masones eran simples albañiles que no “especulaban” sobre su oficio ni sobre sus herramientas de trabajo. Es decir, que no los interpretaban simbólicamente. No eran “simbólatras”, como diría el H:. Ludovic Marcos. Luego, a principios del siglo dieciocho, cada vez más “Masones aceptados” (que no eran del oficio de la construcción) habrían sido admitidos en las Logias, presentándose un periodo de transición, al final del cual surgió la Masonería “Especulativa”.

Esta teoría “Autentica” se consideraría como un hecho cierto por cerca una centuria y prácticamente, todos los investigadores del siglo XX la dieron por sentada. Así lo hicieron Wilhelm Begemann, Fernando Runkel, Douglas Knoop, Jones Gwilym Peredur, Harry Carr, Pierre Chevallier. De igual manera, las Logias de Investigación fundadas después de la Segunda Guerra Mundial se matricularon en la “Escuela Autentica”. Entre ellas “El Institut d'Études et de Recherches Maçonniques” (IDERM) del Gran Oriente de Francia, fundado en 1949, el “Quatuor Coronati Loge Bayreuth” de la Gran Logia Unida de Alemania, fundada en 1951, el “Villard de Honnecourt” de la Gran Logia Nacional de Francia, fundado en 1964, el “Instituto Masónico de Francia”, que no pertenece a ninguna Gran Logia en particular y posee la publicación más importante, el Renaissance Traditionnelle, fundado en 1970, la “American Scottish Rite Research Society”, que publica su libro anual “Heredom”, fundado en 1991.y “Ars Macionica” de la Gran Logia Regular de Bélgica, fundado en 1994.

No obstante, como hemos visto en el libro de Víctor Guerra, algunos investigadores que iniciaron sus trabajos bajo la orbita “Auténtica” han ido precisando conceptos y datos alrededor de la historia de la Masonería trabajando como columna principal el desarrollo del que llaman Rito Fundacional de la Masonería Especulativa, hoy conocido como Rito Francés.

Un hecho para resaltar es que casi todos estos autores, centros y Logias de investigaciones trabajaron desde el interior de la Masonería, con excepción de Knoop y Jones que lo hicieron de manera independiente. Y aunque la gran mayoría de ellos eran académicos capacitados, por lo general lo eran en disciplinas diferentes a la de la historia de la Masonería, que practicaban como afición. Esto cambiaría alrededor de 1980.

1979-1983. LA MASONERÍA SE CONVIERTE EN UN TEMA ACADÉMICO

Por alguna razón una serie de académicos comenzó a incluir la investigación sobre la Masonería en sus programas de investigaciones universitarias. Fueron hechos notables de esta tendencia los siguientes:

a) En 1979, Antoine Faivre fue nombrado en la École Pratique des Hautes Études, de la Sorbona, en la Cátedra de "Historia del Esoterismo y las Corrientes Míticas en la Europa Moderna”. En 1986, publicó la primera edición de “Acceso al Esoterismo Occidental”.

b) En 1981, Margaret Jacob, titular de la Cátedra de Historia en la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA), publicó “La Ilustración Radical: Panteístas, Masones y Republicanos”. Con esta publicación, la Masonería entró de lleno en el mundo académico. Diez años más tarde, su “Viviendo la Ilustración. Masones y Políticos en el Siglo Dieciocho Europeo” confirmó que la Masonería es un tema apto para la investigación académica.

c) En el mismo año en que Jacob publicó su primer libro académico sobre la Masonería, Helmut Reinalter fue nombrado en la Universidad de Innsbruck como Catedrático en Historia Moderna. Dos años después publicó el libro “Masones y Sociedades Secretas en el Siglo XVIII en Europa Central”.

d) En 1983 fue fundado el Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española, (CEHME) bajo la dirección del Prof. José Antonio Ferrer Benimeli, que ya había publicado en 1976 su libro “Los Archivos Secretos del Vaticanos y la Masonería – Motivos Políticos de una Condena Papal”.

e) Igualmente, en 1983 la Universidad Libre de Bruselas creó la Cátedra Théodore Verhaegen, en la que cada año un investigador, que se haya distinguido en el estudio académico sobre laMasonería, es nombrado por un año.

Con esta nueva oleada de interés académico sobre la Masonería surgió y creció una firme crítica metodológica sobre los orígenes de la Masonería moderna.

1986. EL CAMBIO DE PARADIGMA COMIENZA A MANIFESTARSE

En 1986, John Hamill publicó su “The Craft. A History of English Freemasonry”, cuyo primer capítulo está dedicado a las “Teorías de Origen”. En 11 páginas ilustró el cambio de paradigma que había tomado lugar en la historiografía Masónica. Basado ya no en los viejos paradigmas positivistas de la ciencia, característicos de la “Escuela Autentica” sino en los modernos principios metodológicos de la historiografía.

Hamill atacó frontalmente las tesis de Gould y afirmó:

“Si bien el enfoque de los escritores de la Escuela Auténtica tiene la apariencia de la investigación científica sus métodos no podemos aceptarlos hoy como científicos...su trabajo, de hecho, da la apariencia de una búsqueda de evidencias para adaptarlas a una teoría preconcebida. Intentan probar una descendencia directa de la Masonería Especulativa de una fase transitoria posterior a la Operativa. Ensamblaron fragmentos de información de diversos lugares de las islas británicas para establecer vínculos en la cadena descendente.

De este modo, a menudo toman evidencias fuera de sus contextos y elaboran hipótesis para las que sólo existían una débil sustanciación. En particular, ellos asumen una igualdad de condiciones y actividades en Inglaterra, Irlanda y Escocia, y por lo tanto ignoran la coyuntura social socia, cultural, política, legal y las circunstancias religiosas de cada país....De esta forma persuasiva y hábilmente escrita, ellos publicaron su teoría de una transición Operativa – Especulativa que ha estado peligrosamente cerca de ser aceptada como un hecho indiscutible. ... A pesar de la falta de sustanciación de la “Escuela Autentica” se construyó una teoría de la transición Operativa - Especulativa de los orígenes de la Masonería, haciendo caso omiso de las diferencias y las discrepancias entre las pruebas.”

La crítica de Hamill fue fundamental y crucial. Y en consecuencia, ningún investigador académico de hoy se adhiere a la vieja teoría de Gould. No obstante, a pesar de que Hamill no propuso una teoría sustitutiva y solo mostró que en realidad no sabíamos como había surgido la Masonería moderna, una nueva generación de investigadores ha nacido y está adelantando una revisión sistemática de los archivos y evidencias, en donde deben estar preparados para el hecho de que no existe una Masonería, sino que se presenta en una multitud de variedades que pueden ser confusas para un investigador que desee trabajar sobre el tema.

Como resultado, muchas áreas de la Masonería han sido fundamentalmente reescritas desde 1986. Y este proceso, seguramente continuará, debido al enorme material a examinar en diferentes países en bibliotecas, archivos policiales, ficheros eclesiásticos, archivos públicos y privados, museos, Etc.

Ahora se sabe, por ejemplo, que la Masonería Moderna no nació en 1717, como afirmó Anderson y repitió Gould, sino mucho antes, aunque todavía no se puede decir exactamente cuando. Sabemos que William Schaw, Maestro de Obras del Rey de Escocia, firmó unos estatutos para las Logias que existían en ese país en el año 1598, y estos estatutos muestran claramente que estas Logias practican una Masonería especulativa. Alrededor de las mismas fechas en Londres se presenta la “Aceptación” en la “London Company of Masons” y existe una línea continua con las Logias que se reunieron en 1716 y 1717. Por lo tanto, las formas de lo que hoy llamamos Masonería debieron existir antes de 1600.

De la misma manera, se conoce que, contrariamente a lo que se sostuvo, aquellos albañiles no eran personas sencillas. Por el contrario, algunos eran gente muy bien educada y equivaldría a lo que hoy llamamos arquitecto. A partir de esta razón, la utilización de la distinción entre Masones “Operativos” y “Especulativos”, se ha llegado a proponer que desaparezca por completo por inexistente, y se adopte, en cambio, la distinción de “Masones Albañiles” y “Masones Caballeros” por ser más cercana a la realidad.

Y esto es apenas un aspecto de las investigaciones que se están adelantando desde la academia universitaria. Igualmente, se están estudiando los reales alcances en los últimos tres siglos en múltiples países y regiones, de manera particular y global. Su influencia local y geopolítica como agencias culturales, generadoras y transmisoras de ideas y símbolos, y como fuentes y/o propagadoras de actitudes e imágenes hacia la sociedad, Etc.

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Entonces vemos como el libro “Rito Francés. Historia, Reflexiones y desarrollo”, del Q:. Hno:. Víctor Guerra, publicado por MASÓNICA.ES (www.masonica.es), excede con creces la intención divulgativa de todo lo que tiene que ver con el Rito Francés en que está empeñado el Hno:. Víctor Guerra.

En lo personal, estoy agradecido por la lectura.