Por Iván Herrera Michel
José Manuel Collera |
La Gran Logia de Cuba de Antiguos, Libres y Aceptados Masones es una Obediencia masculina, vinculada doctrinalmente al modelo Masónico anglosajón. Posee 150 años de antigüedad y 30.000 Masones en una población nacional de doce millones de habitantes. Realmente, es una buena implantación numérica.
Por otra parte, existen en Cuba Logias Masónicas femeninas desde el año 2008, y los Talleres de la Gran Logia de Cuba reciben visitantes varones provenientes del extranjero (cubanos y no cubanos) pertenecientes a la Masonería liberal.
No obstante, una verdadera tormenta se desató en la Masonería cubana sobre este (y otros temas) a partir de la expedición del Decreto 890 del dos de marzo del año 2010, emanado del Gabinete del Gran Maestro José Ramón González Díaz, mediante el cual puso a disposición de la Corte Suprema de Justicia al ex Gran Maestro José Manuel Collera Vento, y a otros Masones, por haber recibido en la Logia Luz y Constancia, del Or:. de Marianao, Cuba, al Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de Habla Española para el Sur de los Estados Unidos, Gabriel Vieria Barceló. Su apoyo a la Masonería femenina agravó su situación de cara a la Gran Logia.
A José Manuel Collera Vento, Grado 33° del REAA, se le condenó definitivamente por perjurio y traición contra la fraternidad el 21 de agosto del año 2010 en un proceso muy publicitado en los medios y el internet, y se le expulsó del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba, en virtud al Tratado de Paz y Amistad existente entre ambos Altos Cuerpos Masónicos cubanos.
Las tenciones generadas por el caso, y los alcances doctrinales que implica, crearon una dinámica que ha llevado a muchos Masones cubanos a abandonar la institución y a algunas Logias a dejar la Gran Logia de Cuba para buscar y encontrar amparo en el extranjero. A partir de allí se unió al debate el tema de la territorialidad en exclusiva, que es muy importante en la Masonería anglosajona estadounidense y en las Grandes Logias agrupadas en la Confederación Masónica Interamericana – CMI -. Desde entonces, mucha tinta se ha vertido al respecto.
Como el juicio y sus características, gracias al internet, se han extrapolado de la Gran Logia de Cuba y ha sido comentado en muchos países, he querido dialogar con el Masón que está en el ojo del huracán, apartándonos de los detalles procedimentales del juicio para atender la parte sustantiva que se discute, y estas son sus impresiones:
1) Querido Hermano José Manuel Collera, muchas gracias por aceptar este diálogo. Comencemos por el principio ¿Quién es en lo profano y lo Masónico José Manuel Collera Vento?
Ilustre Hermano Iván Herrera Michel; soy yo quien le agradezco esta oportunidad de dialogar sobre temas importantes con los cuales estoy directamente relacionado, y que son motivo de tensiones en el seno de nuestra Institución en Cuba.
Paso gustoso a responder sus preguntas.
Yo nací hace 67 años en una ciudad del Occidente de Cuba, llamada Pinar del Río. Cursé los estudios primarios y secundarios en la propia ciudad de Pinar del Río y estudié la carrera de Medicina en la Universidad de La Habana, graduándome como Doctor en Medicina en 1970 y Especialista en Pediatría en 1975. Me dediqué específicamente a la Cardiología Infantil y a los Cuidados Intensivos Pediátricos. Me casé en el año 1971 con la Srta. María Josefa Alvarez, madre de mis dos hijos: Hiram y Acacia. Tengo cinco nietos.
Masónicamente comencé mi carrera en una Institución Juvenil auspiciada por la Masonería, la Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad, en la que militaban jóvenes entre 14 y 21 años de edad. Las Logias Ajefistas, como se les llamaba, trabajaban en templos Masónicos, auspiciados por una Logia Masónica y con la orientación de un Instructor miembro numerario de la Logia Masónica auspiciadora. En dicha Institución ocupé varios cargos en mi Logia “Andrés Rodríguez Acosta”, en el Comité Provincial de Superación Ajefista y en la Cámara Nacional Ajefista de la que era Vice-Presidente al momento de la disolución de dicha Institución Juvenil en el año 1965.
Ingresé en la Masonería en la Respetable Logia ¨Solano Ramos¨, de la ciudad de Pinar del Río, en el año 1968. Ocupé en ella los cargos de Venerable Maestro, Secretario, Tesorero, y durante 25 años Representante ante la Alta Cámara Masónica. Presidí e integré diferentes Comisiones Permanentes. En la Gran Logia de Cuba desempeñé los siguientes cargos: Gran Orador de 1977 a 1979 y de 1994 a 1997; Presidente de la Comisión Permanente de Relaciones Exteriores de 1997 a 2000; Gran Maestro de 2000 a 2003; Gran Secretario de 2003 a 2006.
Vicepresidente de la Confederación Masónica Interamericana, Presidente de la Zona II (Grandes Logias del Caribe), entre los años 2000 y 2003.
Exaltado al Grado 33 en el año 1993, habiendo pertenecido a los cuerpos subordinados al Supremo Consejo a partir del año 1970.
Fundador y Primer Principal del Capítulo “Cuba 0001”, perteneciente al Capítulo Internación del Real Arco de París.
Pertenezco a la Orden de los Constructores Masones y a la Centenaria y Meritísima Asociación de Veteranos Masones de Cuba.
Miembro de Honor de 124 Logias en la jurisdicción de la Gran Logia de Cuba de A. L. y A. M., de la Benemérita Logia ¨Miguel Teurbe Tolón¨, de New Jersey, integrada mayoritariamente por Masones cubanos emigrados, y de la Logia ¨Nur¨, de la Obediencia de la Gran Logia del Distrito de Columbia, Washington D.C.
Representante ante la Gran Logia de Cuba de la Gran Logia Legal de Portugal, el Gran Oriente del Brasil, la Gran Logia de Paraguay y la Gran Logia del Distrito de Columbia.
Fundador de los Encuentros Internacionales Masónicos Juárez-Martí-Duarte-Bolívar, organizados conjuntamente por Masones cubanos de la Isla y de la Emigración en Estados Unidos y con el auspicio de Grandes Logias de los diferentes países donde se han celebrado los Encuentros (México, República Dominicana, Colombia y Estados Unidos de América).
He recibido reconocimientos y títulos honoríficos de diferentes Grandes Logias en Brasil, Colombia, Panamá, Haití, Estados Unidos de América, Francia, Chile; entre ellos la Medalla de Oro de la Gran Logia de Francia, otorgada en el Año 2000.
Actualmente mi status oficial es el de Masón Expulsado de la Fraternidad, condenado por la Corte Suprema de Justicia Masónica, sentencia ratificada por la Alta Cámara Masónica, sancionado por los ¨delitos¨, (para mí, dulces delitos), de mantener relaciones con Masones considerados irregulares y haber contribuído decisivamente a la fundación de Logias Masónicas Femeninas en Cuba. Respecto a mi probada ¨culpabilidad¨, tengo el honor de ser el único Gran Maestro cubano que investido como Gran Maestro he presidido Logias de Cubanos en los Estados Unidos; estos cubanos tomaron sus grados legítimamente en Cuba y habiendo emigrado a los Estados Unidos han fundado Logias, principalmente en La Florida y New Jersey, en las que han querido mantener una serie de peculiaridades propias de la práctica Masónica en Cuba, respetando los principios esenciales y preceptos fundamentales de la Masonería, y además por haber encontrado dificultades prácticas en el propósito inicialmente concebido de formar parte de las Logias norteamericanas. En estas Logias de cubanos emigrados militan también Hermanos de otros países latinoamericanos. Unas Logias forman parte de la Gran Logia de Cuba en el Exterior y otras de la Gran Logia Unida de las Antillas, ambas con sede en la ciudad de Miami. Se les ha calificado como Logias y Masones irregulares por no estar bajo la Obediencia de Altos Cuerpos considerados como Regulares y reconocidos por la Gran Logia Unida de Inglaterra.
En cuanto a la fundación de Logias Femeninas, he asesorado y participado activamente en los procedimientos organizativos; coordiné con la Gran Logia Femenina de Chile la concesión de Carta Patente a las Logias femeninas cubanas y la presencia de la Oficialidad de la Gran Logia Femenina de Chile en La Habana para la concesión de los Grados a las Masonas fundadoras y la consagración de las dos primeras Logias.
2) Indiscutiblemente, tiene usted un Currículum impresionante, y a juzgar por el resultado de los comicios, usted llegó el 26 de marzo del año 2000 a la Gran Maestría con un fuerte apoyo. Ganó por 267 votos frente a los 46 que obtuvo su rival. Una década después está expulsado en medio de un escándalo. ¿Qué pasó?
Terminada mi Gran Maestría hubo también una cifra electoral interesante, porque fui elegido Gran Secretario obteniendo la más alta votación entre los 21 Grandes Funcionarios elegidos para el nuevo período de gobierno Masónico.
Según mi humilde opinión, las causas o raíces de los procesos (fueron dos procesos judiciales, uno en 2006 y otro en 2010), ha sido la reacción contraria que despertaron en los sectores más conservadores mis posiciones y acciones por encima de un estado muy adinámico, muy pasivo que tuvo la Masonería en Cuba durante varias décadas, con una interpretación prácticamente dogmática de la tradición y de los Antiguos Límites (los viejos landmarks, más que antiguos ya son antiquísimos).
Inicialmente, la fundación de un Capítulo del Arco Real despertó una reacción contraria intensamente expresada por los Dignatarios del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba, que consideraron se estaba vulnerando el Tratado de Paz y Amistad entre el Supremo Consejo y la Gran Logia, por cuanto corresponde al Supremo Consejo la administración de los Grados del 4 al 33. En el propio tratado se expresa que se refiere a los grados 4 al 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y nuestro Supremo Consejo se denomina Supremo Consejo del Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la República de Cuba; mas en nuestra Obediencia tenemos también cuatro Logias, jurisdiccionadas a la Gran Logia de Cuba de A. L. y A. M., que trabajan por el Rito York, lo que justifica y más aún hace necesario la existencia de un Capítulo del Arco Real.
Mi asistencia a Logias de emigrados cubanos, consideradas en el medio Masónico oficial de la Isla como irregulares, atendiendo a principios de Reconocimiento más que de Regularidad, desconociendo circunstancias históricas y pasando por encima del origen legítimo de dichos Hermanos, despertó también una reacción desfavorable, incluso a nivel de la Oficialidad de nuestra Gran Logia.
Mi opinión, reiteradamente declarada, en favor de la Mujer en la Masonería, tanto en mis discursos, conferencias, entrevistas para órganos Masónicos y publicaciones culturales y sociales de mi país y el extranjero, mi decidida participación en la organización de un Comité Gestor Nacional para la fundación de Logias femeninas, mis gestiones con la Gran Logia Femenina de Chile para la concesión de Carta Dispensa primero y Carta Patente después y las acciones Masónicas necesarias y suficientes por parte de las Hermanas chilenas para el otorgamiento de grados, y creación y consagración de Logias en nuestro territorio, han sido también motivo de ataques y acciones “legales” contra mí.
Es lógico que rivalidades y aspiraciones electorales de algunos Hermanos hayan podido encontrar la oportunidad, a tenor de estas situaciones polémicas, para querer deshacerse de lo que quizás consideraron un peligro potencial, pero no es lo que pesa realmente, sino que al margen de intereses de algún sector o corriente de pensamiento en torno a cuestiones puntuales, lo principal ha sido el pensamiento conservador, estático, evidentemente poco preparado para cambios que predomina en nuestro medio Masónico; y no hablo de cambios en lo que es la esencia o naturaleza iniciática, filosófica, doctrinal, sino lo propio de la evolución que debe existir en función del desarrollo interno en lo asociativo, en los avances tecnológicos, sociales, culturales, del mundo; en las realidades y vivencias de la propia institución y de la sociedad, bajo el influjo de circunstancias distintas.
En fin, la Masonería no es dogmática porque no es un camino de creencia sino un camino de conocimiento, y el apego irreflexivo a conceptos estáticos hace que quienes quieran vivir en consonancia con la dinámica de los tiempos y de las circunstancias, aún sin que estos alteren lo esencial porque entonces dejamos de ser lo que somos para convertirnos en algo diferente, encuentren la oposición de la fuerza del llamado viejo órden.
Se hizo uso ilegítimo, contra mí, de un arma impropia en una institución democrática y liberal; se me aplicó suspensión de derechos Masónicos a partir de la publicación del Decreto que disponía nuestro enjuiciamiento; equivale a ausencia de todo estrado Masónico que no fuese la Corte Suprema de Justicia Masónica; un pueblo Masónico desinformado no podía escuchar nuestros argumentos por la prohibición de toda actividad Masónica; errores graves de procedimiento en la Corte Suprema de Justicia Masónica que en el desarrollo de la vista del juicio oral presentó una ponencia, preparada y firmada por los propios Magistrados, dictaminando sobre qué es Regularidad Masónica y llegando a la conclusión, al margen de la fundamentación de la sentencia, sino actuando prácticamente como parte acusadora, de que nuestros Hermanos emigrados son Masones irregulares.
Las sentencias de Expulsión de la Fraternidad tienen que ser ratificadas o no por la Alta Cámara Masónica en el punto Asuntos Judiciales de una de sus sesiones; se me prohibió estar presente en la sesión de la Alta Cámara que conocería de mi Expulsión, por estar suspendido en mis Derechos Masónicos, a pesar de que el propio Auto de suspensión excluye la suspensión en el derecho de defenderme; así lo manda la Ley Penal Masónica. Es decir, de principio a fin, métodos de amordazamiento, a pesar de ser la Masonería una institución de hombres libres.
3) Querido Hermano, me sorprende la valentía doctrinal que un ex Gran Maestro de la “regularidad” anglosajona como usted ha mostrado al decir públicamente que no distingue entre “Regulares e Irregulares, Masones y Masonas, Límites Antiguos y Progresos de la Modernidad, Cartas Patentes y Bóvedas Celestes”. ¿Cómo un Masón que ha sido Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba llegó al punto de atreverse a exteriorizarlo en una carta pública?
Hay, al menos en Cuba, una tendencia a confundir el Reconocimiento con la Regularidad. Para mí la Regularidad está dada por la legitimidad en la toma de los Grados, sobre las bases iniciáticas, esotéricas, doctrinales, filosóficas, en una Logia constituida al efecto, mediante ceremonia presidida y realizada por Masones capacitados y calificados para ello, prestándose el juramento de rigor y siendo proclamado solemnemente a tenor de nuestros rituales. Por otra parte, amén de normas no oficiales fundamentadas en la historia y la tradición, ningún cuerpo en especial disfruta o ejerce la función de ser el árbitro para Reconocer a quienes consideran legítimos, sobre todo cuando se reconocen cuerpos, que no representan realmente lo que debieran, por encima de otros verdaderamente representativos de una población o realidad Masónica.
Por eso no distingo entre Regulares e Irregulares, opinando que esos calificativos son arbitrariamente impuestos, y que además son peyorativos y excluyentes para Masones legítimos a los cuales yo reconozco como tales.
No distingo entre Masones y Masonas, porque el concepto de Masón es el de un ser humano libre, y si en alguna época las mujeres no fueron libres, (en el concepto social me refiero, porque la verdadera libertad es interior y no depende del entorno), en el mundo de hoy, considero que son el elemento más importante de la sociedad, y de hecho, constituyen la mitad de la humanidad y son las Madres de la otra mitad. La Masonería pone en las “manos” del ser humano herramientas para su superación y perfeccionamiento: no vale distinguir entre cuáles seres humanos. Siendo Gran Secretario, y pronunciando el Discurso Central en la Gran Logia de Cuba en un acto conmemorativo del Natalicio de nuestro Apóstol y Héroe Nacional José Martí, expresé que no hay razones pragmáticas ni doctrinales que impidan que una Mujer pueda ser iniciada en la Masonería.
En cuanto a los Antiguos Límites, aunque todo orden jurídico puede ser bueno (desgraciadamente no siempre resulta así), si se interpreta y aplica erróneamente se convierte en un freno para el progreso.
La obra de la Masonería, que es en esencia aunque no únicamente una obra de pensamiento, se practica y se siente, independientemente del carácter asociativo; por eso saludo a mis Hermanos estén o no amparados por una Carta Patente; las circunstancias, los aciertos, y también los errores, pueden determinar una u otra realidad jurídica, mas los Masones, independientemente de una circunstancia coyuntural, pueden trabajar muy bien su piedra bruta y hacer su labor esotérica y exotérica.
Pero aún no he contestado su pregunta, según entiendo el sentido de la misma. Siendo Gran Maestro comprendía que debía interpretar el sentimiento y las ideas de aquellos a quienes yo representaba, y cuidar celosamente sus sagrados intereses. Claro que no tenía derecho para arriesgar lo que ellos querían conservar. Pero siempre sentí la necesidad de influir con mi modesta labor, con mis honradas opiniones, y lo hice, y siendo Gran Maestro de una Gran Logia de la Regularidad anglosajona, como usted bien dice, no vacilé para asistir a la Gran Logia de Francia a recibir el reconocimiento honorífico que quizás inmerecidamente me otorgaron, a pesar de ser uno de los altos Cuerpos franceses “no reconocidos”.
Siendo Gran Maestro me hicieron una pregunta cuya respuesta fue publicada en la Revista de la Gran Logia y en una revista brasilera; la pregunta sobre qué yo creía respecto al futuro de la Masonería; respondí que “como Gran Maestro no haría algo que pudiera poner en peligro la Regularidad de nuestra Gran Logia, pero como hombre y como Masón me pregunto: ¿cuál puede ser el futuro de una Institución que prescinde del elemento más importante de la sociedad, que es la Mujer?”
Esta larga respuesta es para explicar que no ha sido difícil para mí emitir este saludo sin distinciones, porque está en consonancia con mi manera de pensar de siempre; aunque naturalmente en el ejercicio y la práctica, en las vivencias y las realidades, se evoluciona.
4) La verdad es que la parte de la Masonería latinoamericana que se autodenomina “regular” para diferenciarse de la demás, se encuentra afrontando serias fragmentaciones en medio de ácidas controversias internas alrededor de temas como, por ejemplo, el de la verdadera soberanía de la Gran Logia, a qué clase de Masones reciben de visita, el asunto de las Masonas y la “invasión territorial”. Los cismas que desde hace unos años han vivido las Masonerías llamadas “regulares” de Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Brasil, México y un largo Etc., son pruebas irrefutables de ello. ¿No será que el caso de Cuba es un fenómeno local con características propias, de una evolución general de la Orden? ¿Cómo ve usted las cosas?
Pienso que independientemente de características propias de cada Gran Logia, algunas incluso influenciadas por cuestiones derivadas de la realidad histórica o la situación socio-cultural del país donde esa Gran Logia tiene asiento (lo que realmente influye, bidireccionalmente), se trata de una problemática general. Basta ver como similares temas inciden en la raíz de estas crisis; usted lo señala en su pregunta al ejemplificar. Desde los viejos tiempos (y no me gusta decir que la Masonería es vieja a pesar de sus siglos, creo apropiado decir que es antigua, y puede ser antigua sin ser vieja siempre que sea capaz de mantener su vigencia), los cismas han ocurrido por luchas de poder, divergencias en torno a resultados electorales, y también disputas de jurisdicción, derivadas precisamente del fraccionamiento resultante de tales divergencias. Sin embargo, en los últimos años, aparecen con mayor incidencia, pienso yo, como motivos de estas confrontaciones y divisiones, los temas que están relacionados con un chovinismo practicado irracionalmente que tiene como base y como resultado la definición de lo propio como legítimo, y por lo tanto excluyente para otros; la distinción entre regularidad e irregularidad por razones de origen, de reconocimientos, de género. He sido testigo, como miembro del Consejo Ejecutivo de la Confederación Masónica Interamericana, asistiendo entonces a numerosas reuniones del mismo, de la presencia de funcionarios presentados como emisarios de autotitulados Órganos Internacionales Masónicos, para tratar el tema, incluído en el Orden del Día de la reunión, de evitar los intentos de Grandes Logias europeas, por ejemplo, para estrechar vínculos con Grandes Logias latinoamericanas. Es difícil entender cómo en la Masonería, se reúnen Hermanos, a un alto nivel jerárquico, para analizar una estrategia tendiente a evitar el acercamiento de otros Hermanos, porque representan a una Gran Logia que no es reconocida por quienes tradicionalmente actúan como árbitros del Reconocimiento. La implementación de esas estrategias, lógicamente, crea división, genera crisis.
Y bueno, el tema de las Masonas. La presencia de la Mujer en la Masonería es una realidad que no la puede detener. Es imposible. Y hay países, antaño muy poderosos Masónicamente, en que la Masonería pierde vigencia, y reconocen que se debe a la exclusión de la Mujer. En todos aquellos países en que fuerzas Masónicas pretenden mantener esa exclusión, surgen divisiones porque cada día es mayor el número de Masones que comprenden la arbitrariedad e inconveniencia de esa posición cerrada. He visto con entusiasmo, como algunas Grandes Logias en el mundo, van cambiando la tónica y se está produciendo un acercamiento gradual. Y Grandes Maestros que han expresado: no debemos poner obstáculos para que las Masonas, con sus propias fuerzas, creen su espacio. Más que sintomático, es efectivo este avance.
5) Igualmente se sorprende uno de la cantidad que existe en Estados Unidos de Grandes Logias, Supremos Consejos del Rito escocés Antiguo y Aceptado y asociaciones de Masones integradas por cubanos, además de otras Obediencias que sin identificarse como cubanas están integradas por nacidos en la isla y están muy pendientes de lo que sucede allí. ¿Cree usted que algún día habrá armonía y colaboración entre todas estas Obediencias y la Gran Logia de Cuba de A:. L:. y A:. M:.?
Opino que es inevitable que se produzca esa armonía y colaboración. No lo digo porque lo desee vivamente. Creo que existen razones que así lo dictan. Por ejemplo, no hay una Logia cubana (y tenemos 316 Logias con 30,000 miembros en total), que no tenga al menos un Hermano haciendo vida Masónica en estas Obediencias, Asociaciones, Altos Cuerpos. Y es más, cuando venían de visita a Cuba podían visitar sus Logias acá; digo cuando venían porque el gobierno Masónico actual de la Gran Logia de Cuba de A. L. y A. M., ha prohibido que Masones afiliados a Logias de Cubanos en el Exterior sean recibidos aquí; pero hasta el 2009, había una práctica no reconocida oficialmente, pero ejercida cotidianamente, de recibir a nuestros Hermanos en sus Logias de origen en Cuba y hasta visitar otras Logias. Los Encuentros Internacionales Masónicos Juárez-Martí-Duarte-Bolívar, son una forma de acercamiento, sólidamente expresada ya en ocho Encuentros y se está organizando el Noveno, entre los Cubanos de la Isla y de la Emigración y en general los Masones Latinoamericanos. Por otra parte, la evolución histórica, la política oficial de integración y reconciliación de la Familia Cubana, avanza hacia un inevitable y fraternal encuentro.
6) Querido Hermano, en su opinión personal ¿Cuales son los retos de la Masonería cubana de la isla y del exterior con miras al siglo XXI?
Respecto a la Masonería de la isla, hay necesidades inmediatas. Como explico en mi reciente Mensaje, la institución Masónica en Cuba carece de parlamento, y es vital recuperarlo. Mociones estudiadas y acordadas en Logias no han sido discutidas en la Alta Cámara simplemente porque algún miembro de la Cámara plantea una cuestión de órden, sin fundamentación jurídica, y si el Gran Maestro la declara con lugar automáticamente se “cae” el tratamiento del asunto; y esto sucede con una frecuencia alarmante. Por ejemplo, la impugnación al Decreto 890 presentada por la Logia afectada, no fue discutida, aunque por mandato de la ley todos los Decretos emitidos por el Gran Maestro deben ser sometidos a la aprobación de la Alta Cámara. Es una necesidad inmediata recuperar el funcionamiento del órgano legislativo.
De igual manera, la Corte Suprema de Justicia Masónica debe ser un equitativo órgano de Justicia. Actualmente ni siquiera uno de los Magistrados titulares y suplentes que componen la Corte Suprema es un profesional del Derecho; el Presidente, el Secretario, y todos los Magistrados son Hermanos Masones sin preparación para ejercer la Justicia, para lo que no sólo basta la buena intención; los errores de procedimiento se hacen presentes en forma alarmante, por su frecuencia y gravedad, en los procesos que la Corte Suprema de Justicia conoce y debe resolver. Creo que es un reto inmediato recuperar la capacidad legislativa y judicial de la Masonería en Cuba. Y es lastimoso, cuando iniciamos un siglo socialmente convulso, con unos avances científicos deslumbrantes y por cierto muy comprometedores, con enormes posibilidades buenas y a la vez con preocupantes riesgos para la Humanidad, con gravísimos problemas a resolver, con una progresión geométrica en cuanto a Información y Comunicación; es lastimoso, repito, que nos planteemos retos tan elementales en una Institución que a través de los tiempos ha sido referente y protagonista en la Historia de las sociedades; retos respecto a temáticas que son elementos cotidianos obligados de la vida Masónica, como lo es la libertad, el derecho y la justicia, principios fundamentales que dan vida precisamente a la existencia de la Institución Masónica.
Los retos de la Masonería cubana del Exterior, no pueden desentenderse de vivencias y aspiraciones vinculadas directamente a las diferentes motivaciones que determinaron la emigración de esos Hermanos. Ahora, Masónicamente hablando, creo que tienen trazada como premisa la inserción de su quehacer y su devenir Masónico en el contexto de una directa y fraternal relación con la Masonería de la Isla. No ha mucho tiempo, entré al sitio web de la Gran Logia de Cuba en el Exterior y leí con inevitable emoción un pronunciamiento cuyo texto (no lo recuerdo exactamente) expresa que sólo reconocen como su Gran Logia a la Gran Logia de Cuba ubicada en Carlos Tercero y Belascoaín, en La Habana. Ellos están por encima de diferencias artificialmente creadas, lo que debería ser ejemplo de conducta para quienes, olvidando la universalidad (no sólo geográfica, sino vivencial) de la Francmasonería, dictan Decretos que dividen lo que siempre debió estar unido, debilitan lo que cada día debe ser más fuerte y más firme.
7) Perdone, que le pregunte sobre algo que toca la desunión que vive la Masonería latinoamericana, ya que es un tema que nos concierne a todos. Usted que ha vivido por dentro la Confederación Masónica Interamericana – CMI -, ¿Cree que cambiará algún día su férrea oposición a la Masonería Liberal de la región?
Puedo contestar afirmativamente, porque usted se refiere a algún día. Lo digo así porque lo veo un poco distante en el tiempo. Pero la C. M. I. es la reunión confederada de la Masonería de países; en la medida en que en cada país se produzcan cambios pues consecuentemente cambiará la C. M. I.
La Masonería ha demostrado ser sabia. Tanto lo ha sido que ha influído sobre el destino de la Humanidad, si no por sí misma, al menos a través de sus miembros. Es un tema polémico, pero yo pienso que ha influído de las dos maneras. Por suerte no es ese el tema ahora. Mas digo que es sabia la Masonería para explicarme la imposibilidad de que no comprenda el hecho claro de que desaparece, si no cambia; y no digo que desaparece la Masonería, no; digo que desaparece aquella Masonería enclaustrada, dogmática, cerrada a la Masonería liberal. ¿Y por qué desaparece? ¿Por algún utópico Decreto, por un malletazo divino, por disolución espontánea? No: sencillamente porque está dejando de ser Masonería. Una Masonería, que no es Liberal, sencillamente no es Masonería. La Masonería es libre pensamiento. Yo, que naturalmente quiero aquello de donde provengo y me he formado, prefiero no mencionar la clasificación que distingue entre Masonería Liberal y Masonería Dogmática, como se ve en algunos artículos. Cuando más yo la llamo Masonería tradicional, de manera más benigna. Pero estoy muy consciente de que lo que no es Liberal no es Masonería. De modo que si no cambia la férrea posición mantenida respecto a la Masonería Liberal, podrán continuar existiendo Logias y Organismos titulados Masónicos, pero que realmente no sería Masonería. Sé que una Institución sabia como la nuestra, aquella parte que debe cambiar su posición respecto a la otra, pues cambiará, y entonces no serán una y otra, sino la misma, la única.
Humildemente pienso que cambiará, pero como dice un versículo bíblico: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su hora”.
8) Voy a cambiar de tema, porque no me perdonaría el desaprovechar esta oportunidad para preguntarle algo que siempre se comenta. Es bien sabido que después de la victoria bolchevique en Rusia, el IV Congreso Mundial de la Internacional Comunista de 1922, declaró oficialmente en Moscú que la Orden Masónica era contraria al comunismo. Por su lado, Trotsky dijo que la Masonería era "una ideología de concepción burguesa contraria en sus principios a la dictadura del proletariado, que tiende a establecer un Estado dentro del Estado". Cuando Astromov solicitó a Stalin que permitiese la Masonería la respuesta fue el arresto, tortura y encarcelamiento de 30 conocidos Masones. Entonces, nada mejor que preguntárselo a un ex Gran Maestro cubano. ¿Cómo ha trabajado la Masonería cubana durante los 50 años de la Revolución? ¿Por qué la excepción?
En el medio Masónico, no solamente en Cuba, se aplica el concepto de porque la Masonería es una Hermandad, excluye los temas políticos y religiosos, para evitar aquello que puede dividir a los Hermanos. De una manera un tanto mecánica, a veces se escucha decir por algunos Masones: “en las Logias, no política, no religión”. Así, de forma terminante. Si fuera así, la Masonería no serviría para nada, para decirlo de una manera muy simple y con un lenguaje popular; porque precisamente los temas que más interesan al ser humano son la religión y la política. Sabemos muy bien que lo que se procura es evitar el debate sobre temas políticos o religiosos sectarios o partidistas.
Eso es precisamente lo que ha hecho la Masonería en Cuba en todos estos años; no ha fijado posiciones a favor o en contra del sistema político-económico imperante.
Como ciudadanos, los Masones hacen su vida y sostienen sus opiniones sin comprometer o utilizar a las Logias. Quien lo hace comete delito Masónico. Los propios Masones son celosos guardianes de preservar a sus Logias de actividades erradas en este campo, independientemente cual sea la posición política de ellos en la vida profana.
Por su parte, el Estado cubano respeta la práctica Masónica. Funcionan las 316 Logias con el rigor Masónico exigido; sus trabajos se realizan libres de la indiscreción de los extraños, a tenor de nuestros rituales; se celebran los actos tradicionales de aniversario y otros alusivos a las fechas Masónicas e histórico-patrióticas. Los funcionarios cumplen con los compromisos Masónicos internacionales contraídos. Hay una relación de mutuo respeto entre las autoridades civiles y las Masónicas.
Desgraciadamente nuestros problemas son internos; nuestras incomprensiones son internas; y afortunadamente las autoridades del Estado o del Gobierno no intervienen en esas divergencias internas. Si se cumplen las normas nuestras, ni siquiera tienen por qué enterarse de nuestros problemas internos.
Aparte de esta realidad que se ha manejado con tacto en años verdaderamente difíciles para el país, es un hecho cierto que hay en Cuba una situación política muy polarizada. Y esa realidad la viven todos los ciudadanos, Masones o no. Y alcanza, inevitablemente todas las esferas, con variedad de matices, pero siempre ha predominado la posición honesta como ciudadanos de los Masones y el respeto del gobierno cubano a la institución Masónica. Los cubanos somos patriotas, amamos y defendemos lo nuestro, y considero, sin hablar en nombre de otros a lo que no tengo derecho, pero estoy seguro que interpreto el sentimiento de muchísimos Masones, al decir que nunca permitiremos que se utilice la Masonería para lastimar a la Patria.
9) Cuénteme, por favor, Querido Hermano, ¿Si ha habido alguna diferencia en el accionar, el pensamiento y la relación con la sociedad y el estado de la Gran Logia de Cuba antes y después de la Revolución?
Por lo que conozco a través de las lecturas y las experiencias transmitidas por quienes vivieron y fueron Masones antes de la Revolución, y después, no hay diferencias sustanciales respecto a la relación de la Gran Logia con el Estado. En cuanto a la sociedad considero que sí, en lo que se relaciona al rol filantrópico que jugó la Masonería en el pasado. La realidad social era diferente y los recursos de la Masonería también eran diferentes. Es conocida la limitación de recursos que enfrenta nuestro país, sobre todo por el diferendo de medio siglo entre los Estados Unidos y Cuba, con importantes restricciones económicas que nos afectan. Por otra parte, el Estado cubano prioriza la atención a los sectores más vulnerables de la población que incluye Escuelas especiales para la Educación de los niños discapacitados, y como se conoce una atención priorizada a la Salud Pública y a la Educación. De modo que la Masonería dispone de menos recursos para la caridad y la filantropía y a la vez la población necesita menos de la caridad en aquellas áreas que tradicionalmente requieren de ella.
Aún así, las Logias tienen en cuenta los problemas de la sociedad y actúan. Por ejemplo, en caso de huracanes, no son pocas las Logias que funcionan como centros de evacuación. Por otra parte, la población Masónica en Cuba es elevada, 30.000 miembros, y es una Masonería muy popular, cuenta con numerosos operarios, campesinos, y también maestros, técnicos, profesionales de la Medicina, Ingenieros; prácticamente en cada localidad de Cuba hay una Logia; no hay un municipio, en las 15 provincias del país, que no tenga al menos una Logia; y por ello se hace fácil la presencia de los Masones y de las Logias apoyando la asistencia a las necesidades de la sociedad. Son las Logias, no la Gran Logia, las que tienen esa posibilidad, y de la misma manera que son las Logias las encargadas de realizar la obra cultural y moralizadora de la Masonería, así se comportan en su realidad social inmediata.
10) Por último, mi Querido Hermano, ¿Qué le aconsejaría usted a un Aprendiz recién Iniciado en una Logia? ¿Y qué le aconsejaría si ese Aprendiz fuese una mujer?
Respondiendo jocosamente, porque es la última pregunta y porque los cubanos somos un poco así, les diría que procuren no ser expulsados de la Institución, como este humilde mortal. Aunque si lo fueran por defender causas nobles, sentirían una satisfacción difícil de expresar con palabras. Al final, la Masonería es una realidad interior, no depende de la presencia nominal de nombre y apellidos en un libro, en una relación, aunque sí es muy bueno tener esa posibilidad de pertenecer a un colectivo y hacer esa vida asociativa que da una oportunidad más, en este caso una posibilidad ordenada, de hacer vida fraternal. De cualquier modo la vida fraternal se practica con todos los semejantes.
Hacer definiciones es muy difícil, al menos para mí; yo me enredo de una manera tormentosa cuando tengo que definir algo; así cuando he querido definir a la Masonería no he podido por mí mismo, sé de memoria algunas definiciones que otros han dado y apelo a ellas. Pero una vez dije algo pensado por mí mismo, y le expresé precisamente a un Aprendiz, que no sabe del todo el alcance simbólico de la piedra pulida, le dije: “caminar desde la piedra rústica hasta la piedra pulida (que por cierto nunca se llega a ella), eso es la Masonería”; transitar ese camino es la Masonería. Es mi mejor manera de señalarle que la Masonería es un camino interior, que debe resultar en nuestra superación y perfeccionamiento espiritual, ético, intelectual; o incluyo también lo místico, no olvidemos al Rosacrucismo en nuestras raíces. Así, yo le aconsejo a un Aprendiz, sea hombre o mujer, que transite con afán y observación ese camino y procure acercarse lo más posible a la piedra pulida; que estudie con tesón y que por mucho que avance por ese camino, no olvide que todos somos eternos aprendices.
Muchas gracias, Ex Gran Maestro José Manuel Collera Vento, por haber compartido con nosotros sus impresiones.