Por Iván Herrera Michel
Finalizó el año 2017 y aún
no termina de armarse el rompecabezas de lo que de verdad pasó en Londres hace
300 años. La discusión está
abierta y nos adentra en el delicado terreno de la especulación histórica.
De acuerdo con James Anderson
en 1738, el acontecimiento del 24 de junio de 1717 se habría presentado en
cumplimiento de un compromiso adquirido en una reunión preparatoria celebrada
en diciembre de 1716 en la Taberna El Manzano. Lo curioso del caso es que,
según se ha establecido históricamente, para esa fecha la Taberna El Manzano ya
no funcionaba. Pero ahí no terminan las dudas sobre la veracidad del relato y
las reflexiones sobre sus intenciones.
Entre las discusiones que
he tenido sobre el tema, resalto una del pasado mes de junio con Christophe
Habas, Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, sobre las hipótesis que
sostienen la posible no existencia de una reunión en la Taberna La Oca y la
Parrilla el 24 de junio de 1717, y en especial acerca de las posiciones de los investigadores Roger Dachez y John Hamill (dos pesos pesados de la historiografía
científica sobre la Orden), las cuales me voy a limitar a transcribir porque
pueden ser referentes para un debate que aún no concluye:
1)
Dice Roger Dachez en entrevista del 4 de junio de 2017 a la emisora francesa “France Culture:
|
Roger Dachez |
"(...)
hoy sabemos que es una leyenda dorada, y que lo del 24 de junio de 1717 no
sucedió. Es un evento que fue creado años más tarde desde cero. (...) La única
historia que tenemos de este suceso de 1717 es el relato de James Anderson. El
autor, uno de los autores, o, en cualquier caso, el redactor principal de las
Constituciones que se publicaron en 1723, que es el texto fundador de la
masonería universal. La única historia que tenemos del acontecimiento de 1717
es el relato de Anderson en la segunda edición de sus Constituciones en 1738,
es decir 21 años más tarde. ¡Y, sobre todo, él no estaba presente en 1717!
Eso
no disminuye el sentido profundo de este evento. Se debe considerar que el 24
de junio de 1717 es una fecha simbólica.
(La
masonería moderna existe) "probablemente a partir de 1721, cuando fue
elegido el primer Gran Maestro noble que es el Duque de Montagu, el pretendido
sucesor de Anthony Sayers, pero en realidad, probablemente, el primer verdadero
Gran Maestro de la Gran Logia de Londres. La Masonería londinense comienza a
cambiar de naturaleza, y se dice en ese momento que eran cuatro Logias pequeñas
con gente de modesta extracción, a la cabeza de la cual se ubicó el Duque de
Montagu que es familiar del Rey y el hombre más rico de Inglaterra. Casualmente,
uno de los primeros actos que ejecuta es abonar una considerable suma de dinero
al fondo de solidaridad de una Gran Logia que solo busca tener más medios para
ayudar a los Hermanos.
Por
la nueva situación política en Inglaterra, la realeza se mostraría de esta
manera como amiga del pueblo”.
2)
Dice John Hamill en la revista institucional de la Gran Logia Unida de
Inglaterra, "Freemasonry Today" el 7 de
junio de 2016:
“Si fuera posible viajar de ida y vuelta en el tiempo, sería fascinante
traer de vuelta a algunos de los menos de 100 hermanos que se reunieron en la
taberna Goose and Gridiron en Londres el 24 de junio de 1717 para elegir al
primer Gran Maestro y crear la primera Gran Logia en el mundo.
Los
Hermanos no pueden haber tenido idea de lo que estaban comenzando y se
|
John Hamill |
sorprenderían de que fueran los responsables de lo que se ha convertido en una fraternidad
mundial, que ahora existe en lugares que eran espacios inexplorados
en los mapas de su tiempo.
Los
historiadores Masónicos lamentan el hecho de que haya tan poca evidencia
documental para el período, olvidando que aquellos que provocaron la formación
de la Gran Logia no sabían que estaban dando un paso tan trascendental. No
guardaron registros de sus acciones hasta que se inició el primer libro de
minutas de la Gran Logia en 1723. De hecho, si no hubiera sido por la
información histórica incorporada por James Anderson en las
ediciones de 1723 y 1738 del Libro de Constituciones, todavía podría no saberse
lo que sucedió en 1717.
La
falta de documentación adicional en apoyo de los hechos de Anderson ha causado
que algunos académicos cuestionen su veracidad. Mi respuesta sería repetir el
mantra con el que mi profesor de historia comenzaba cada uno de nuestros
tutoriales en mis primeros tiempos como estudiante: no puedes mirar el pasado
con los ojos del presente, solo puedes mirarlo en el contexto del período.
Las
cuatro logias que se unieron en 1717 se convirtieron en un grupo más entre
muchas otras sociedades y clubes de la época. Como no parece haber tenido una
consecuencia social del día, no es sorprendente que el evento no se haya
registrado en la prensa primitiva que existía en el siglo XVIII.
Lo
que parece haberse olvidado, es que cuando Anderson escribió sus historias
todavía existían muchas personas que pudieron haber asistido o conocido a
algunos de los que estuvieron presentes en el Goose and Gridiron en junio de
1717.
No
solo eso, la redacción de Anderson fue aprobada por un Comité de la Gran Logia
y no tengo dudas de que, si hubiera registrado erróneamente los
hechos recientes, se le habría señalado con fuerza y se habrían corregido antes
de que el Libro de las Constituciones fuera a impresión.
Poner
en duda las declaraciones de Anderson con respecto a 1717 porque el resto de su
historia temprana contiene indudables errores, es ignorar cómo ha cambiado la
definición actual de lo que constituye la historia.
En
los días de Anderson, en lugar de ser una colección de hechos cuidadosamente
documentados y verificables, la historia era una amalgama de hechos, folklore,
historias bíblicas y mitología.