Por
Iván Herrera Michel
¿Existe
constancia de la participación de Logias Masónicas y Masones neogranadinos en
la Independencia de Colombia?
Apartando
mitos y quereres, la verdad es que si existió una Logia Masónica que tenía una
docena de Masones durante las gestas independentistas neogranadinas. Pero solo
de tres de ellos se sabe con certeza que participaron en la emancipación, y no
ha habido forma de demostrar que la Logia estaba comprometida con la libertad.
Quedaba
en Cartagena de Indias, se llamaba “Las
Tres Virtudes Teologales”, fue fundada en 1808 (o 1804, la fecha está en
discusión), funcionó durante la primera mitad de la década libertaria, desapareció el 24 de febrero de 1816 (tomo como fecha formal la
del fusilamiento del único de sus miembros ejecutado en esa ciudad) y al
parecer se reunía en la residencia del abogado José María García de Toledo en
la Calle de Don Sancho haciendo esquina con la Calle de la Estrella, dentro del
sector amurallado, en donde, al momento de publicar este post, funciona una boutique de ropa femenina.
No
hay trazas de otra Logia ni de otros Masones neogranadinos en el periodo de la
emancipación, a todo lo largo y ancho de lo que hoy es el territorio nacional colombiano.
De
hecho, esos tres Masones firmaron el Acta “dada
en el Palacio de Gobierno de Cartagena de Indias, a 11 días del mes de noviembre
de 1811”, que fue la primera proclamación comprobada de independencia
absoluta de la corona española en el Virreinato de la Nueva Granada, y la
segunda en Suramérica, después de que siete de las diez provincias de la
Capitanía General de Venezuela lo hicieran en Caracas el 5 de julio del mismo
año.
En
contraste, la revuelta de Santafé de Bogotá del 20 de julio de 1810 no fue
independentista. Para constancia de
ello, en el “Acta del Cabildo
Extraordinario de Santa Fe”, que se aprobó esa tarde, los firmantes sentaron
por escrito su compromiso de “derramar
hasta la última gota de sangre por defender (…) (a) nuestro amado monarca D. Fernando
VII”, y se designó al Virrey en funciones como Presidente de la Suprema
Junta que se conformó.
De
los 40 signatarios del Acta de Santafé de Bogotá del 20 de julio de 1810, así
como de los otros 15 firmantes del cuaderno de la Suprema Junta, de ninguno hay
prueba de que haya sido Masón.
En
cambio, de las 20 firmas del Acta de Independencia de Cartagena de Indias de 1811,
tres correspondían a miembros de la única Logia Masónica que existió en el
Virreinato de la Nueva Granada durante el periodo independentista (1810 – 1819).
Los abogados:
Juan
Nepomuceno Berrueco de Acosta,
José María García de Toledo, y
José María García de Toledo, y
Manuel
Rodríguez de Toríces
De la membresía de la Logia “Las Tres Virtudes Teologales” han sobrevivido 12 nombres, entre abogados, médicos, comerciantes, militares y un sacerdote católico:
José
Fernández de Madrid,
José María García y Toledo,
Juan Nepomuceno Berrueco de Acosta,
Narciso de Francisco Martín,
Marcos Bernin,
Ignacio Muñoz,
Manuel Rodríguez de Toríces,
Joaquín Vallejo,
Juan Salvador de Narváez y Fernández De Castro,
Antonio Leleux,
Joaquín Villamil y Canabal, y
Juan Fernández de Sotomayor
José María García y Toledo,
Juan Nepomuceno Berrueco de Acosta,
Narciso de Francisco Martín,
Marcos Bernin,
Ignacio Muñoz,
Manuel Rodríguez de Toríces,
Joaquín Vallejo,
Juan Salvador de Narváez y Fernández De Castro,
Antonio Leleux,
Joaquín Villamil y Canabal, y
Juan Fernández de Sotomayor
De
los 9 hombres declarados “dignos de
gratitud del pueblo de Cartagena y del glorioso título de fundadores de la
independencia” y “Mártires de la
Patria”, por los Artículos 1° y 2° del Decreto No. 55
del Consejo Municipal de Cartagena, del 5 de mayo de 1855, solo dos eran miembros de la Logia “Las Tres Virtudes Teologales”:
Manuel
Rodríguez de Toríces, y
José
María García de Toledo
De
los 9 nombres que aparecen al pie de igual número de bustos de mármol de
Carrara, erigidos en 1886 en el “Camellón
de los Mártires” de Cartagena de Indias, en honor a los fusilados
el 24 de febrero de 1816, y de los otros 17 ejecutados ese mismo año en el
Convento y Plaza de la Merced, que encontramos en una lista allí mismo, para un total de 26 patriotas, solo uno
era miembro de la Logia “Las Tres Virtudes
Teologales”:
José
María García de Toledo
Un
décimo y último busto del “Camellón de los Mártires” pertenece
a otro miembro de esa Logia fusilado en Santafé de Bogotá el 5 de octubre de
1816, su cuerpo descuartizado, sus partes exhibidas en varios sitios de la urbe
y su cabeza expuesta frente a lo que es hoy la Estación de la Sabana:
Manuel
Rodríguez de Toríces
En
definitiva, la participación comprobada de Masones neogranadinos en la independencia
consistió en tres abogados miembros de una Logia cartagenera: Juan Nepomuceno
Berrueco de Acosta, José María García de Toledo y Manuel Rodríguez de Toríces.
Ni
un Masón más, ni un Masón menos.
Todo
honor a sus memorias.