Por: Iván Herrera Michel
Frente al Coronavirus, mantener la sensatez en medio del amarillismo mediático y las redes mentirosas es el principal reto. Estos males se retroalimentan de las reacciones que producen en nosotros.
Lo ideal es seguir la pandemia desde sitios de divulgación científica, y sus análisis desde comentaristas serios, ya sea en los campos económicos, filosóficos, sociológicos, antropológicos, psicológicos, Etc.
También es importante, adoptar un enfoque humanista y de trato digno frente a las personas infectadas y la interacción social. No dar paso a que el mundo moderno tenga unos nuevos leprosos.
El fortalecimiento de la empatía, bien puede ser un lugar por donde comenzar en la siempre presente tarea de pulir a nuestra Piedra Bruta una nueva arista.
Ayer supe que en Cartagena de Indias, Colombia, una señora aprovechó su aislamiento para hacer 100 cubre bocas diarios para repartirlos gratis a las personas que deben salir diariamente a ganarse el día a día y en fundaciones de ayuda a la niñez desamparada.
Esto me llevó a pensar que cada uno de nosotros en la medida de sus posibilidades y alcances puede ayudar en algo a alguien. Nuestras ciudades tienen mucha pobreza en los barrios apartados y en las calles de los ricos.
Muchas personas no pueden quedarse en casa varios días sin percibir ingresos para subsistir, pero también son muchas las que pueden ayudarlas.
Hoy de verdad, y literalmente, entre pobres, clases medias y ricos, una mano lava a la otra.
No voy a entrar en moralismos vacuos, pero en estos momentos algo de ayuda a alguien con menos posibilidades nos puede evitar males. Las teorías perversas y faltas de empatia sobre los pobres bien pueden tener un descanso en estos días.
Ante todo, somos Masones que construimos con dignidad sociedad y ser humano.
Frente al Coronavirus, mantener la sensatez en medio del amarillismo mediático y las redes mentirosas es el principal reto. Estos males se retroalimentan de las reacciones que producen en nosotros.
Lo ideal es seguir la pandemia desde sitios de divulgación científica, y sus análisis desde comentaristas serios, ya sea en los campos económicos, filosóficos, sociológicos, antropológicos, psicológicos, Etc.
También es importante, adoptar un enfoque humanista y de trato digno frente a las personas infectadas y la interacción social. No dar paso a que el mundo moderno tenga unos nuevos leprosos.
El fortalecimiento de la empatía, bien puede ser un lugar por donde comenzar en la siempre presente tarea de pulir a nuestra Piedra Bruta una nueva arista.
Ayer supe que en Cartagena de Indias, Colombia, una señora aprovechó su aislamiento para hacer 100 cubre bocas diarios para repartirlos gratis a las personas que deben salir diariamente a ganarse el día a día y en fundaciones de ayuda a la niñez desamparada.
Esto me llevó a pensar que cada uno de nosotros en la medida de sus posibilidades y alcances puede ayudar en algo a alguien. Nuestras ciudades tienen mucha pobreza en los barrios apartados y en las calles de los ricos.
Muchas personas no pueden quedarse en casa varios días sin percibir ingresos para subsistir, pero también son muchas las que pueden ayudarlas.
Hoy de verdad, y literalmente, entre pobres, clases medias y ricos, una mano lava a la otra.
No voy a entrar en moralismos vacuos, pero en estos momentos algo de ayuda a alguien con menos posibilidades nos puede evitar males. Las teorías perversas y faltas de empatia sobre los pobres bien pueden tener un descanso en estos días.
Ante todo, somos Masones que construimos con dignidad sociedad y ser humano.
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