Por Iván Herrera Michel
La expresión “Aprendiza Masona” a la que me referí en
anterior post, ha dado lugar a verdaderas acrobacias semánticas para negar su
corrección gramatical.
Y recuerdan las piruetas sexistas más conocidas hoy en día en la Orden, que corren por cuenta de
la Gran Logia Unida de Inglaterra que niega ser mixta a pesar de haber aceptado
en sus Logias a “hombres que devienen en
mujeres” y a “hombres que fueron
antes mujeres”; y del Gran Oriente de Francia, que también niega ser mixto a pesar de tener casi cuatro mil Masonas a bordo.
En medio de todo esto, me
llamó poderosamente la atención un correo que luego de anotar las razones que
ha conocido el autor para justificar el patriarcado Masónico, el masculinísmo en
rituales, la discriminación de género y la resistencia a utilizar el
femenino de una palabra (aun cuando sea gramaticalmente correcto), pasó a reseñar
el micromachismo que ha observado en Obediencias mixtas y femeninas, mostrándome
que allí también se cuecen habas a calderadas.
Al parecer, no solo es
cuestión de estar de acuerdo con que se Inicien mujeres en igualdad de
condiciones y oportunidades que los hombres, sino que además hay que estar
revisando empáticamente las formas, el trato y las decisiones.
El concepto de
micromachismo se lo debemos al psiquiatra y psicoterapeuta Luis Bonino Méndez,
director del Centro de Estudios de la Condición Masculina de Madrid, quien en
1990 dio nombre a prácticas, en ocasiones inconscientes e imperceptibles,
legitimadas por el entorno, que “producen
un daño sostenido a la autonomía femenina”.
Para no alargar este
escrito, voy a relacionar
algunos micromachismos observados hasta en las más cuidadosas Obediencias mixtas y femeninas, advirtiendo de antemano que he constatado que cada expresión esté en concordancia con lo dispuesto por el “Diccionario de la lengua
española”, por la “Nueva gramática de
la lengua española”, por la “Ortografía
de la lengua española” y por el “Diccionario
de autoridades”, que publica la Real Academia de la Lengua Española (RAE) en asocio con las otras veintitrés agrupadas en la Asociación de Academias de la Lengua
Española (ASALE), además de por la cuarta versión (2016) del “Diccionario de uso del español” de María
Moliner.
Sede de la Real Academia en Madrid, España |
Veamos:
La Masón: Lo correcto es decir "la Masona". La RAE incluye la palabra en su diccionario.
La
Aprendiz Masón: Lo
correcto gramaticalmente es decir “La Aprendiza
Masona” porque ambas palabras están aceptadas por la RAE. Además, debe
haber concordancia de género entre el artículo, el adjetivo y el sustantivo.
La Gran
Maestre: el diccionario
de la RAE explica que “Maestre” es un
vocablo masculino en todos y cada uno de sus significados. Cuando una mujer
ocupa la Gran Maestría, lo correcto es llamarla “Gran Maestra”. Cuando es un hombre, se le puede llamar “Gran Maestre” o “Gran Maestro”.
La Venerable Maestro: Lo correcto es la expresión “La Venerable
Maestra”, por concordancia de género entre el artículo, el adjetivo y el sustantivo
La
Primer Vigilante: Lo
correcto es decir “La primera Vigilante”.
No se considera un buen uso del español apocopar los adjetivos ordinales ante
sustantivos femeninos.
La
Juez, la Elegido, la Electo, la Arquitecto, la Perfecto, la Príncipe, la
Soberano, la Escocés, la Inspector y la Inquisidor (Por ejemplo, en los Altos
Grados del REAA):
Cuando se aplica a una Masona, lo correcto de acuerdo con la RAE es
denominarla: la Jueza, la Elegida, la Electa, la Arquitecta, la Perfecta, la Princesa, la Soberana, la Escocesa, la Inspectora y la Inquisidora.
Dama
(Por ejemplo, en los Grados 13°, 15°, 17°, 18°, 25° y 30° del REAA): El femenino de “Caballero”, de acuerdo con el diccionario de la RAE es “Caballera”. La expresión deriva y hace
referencia a los hombres y mujeres que pertenecieron a Ordenes medievales de
Caballería investidos de armas y espada al cinto por méritos militares.
Una “Dama”, según la Rae, es una “mujer
noble o distinguida” y una “mujer
galanteada o amada por un hombre”, que es algo muy distinto tanto en la
Masonería como en el idioma español.