Por
Iván Herrera Michel
Este
blog había hecho eco en mayo de 2015 al grito en el cielo que pusieron algunos
QQHH:.. con la elección de un Gran Maestro español en vez de uno americano, el 14 de
abril de ese año (Día de las Américas), como Presidente de la Confederación
Masónica Interamericana (CMI). La reunión eleccionaria se llevó a cabo en
Madrid, España, y era la primera vez que la CMI se reunía desde 1936, en que
fue fundada, fuera del territorio americano. En la ocasión 15 Grandes Maestros latinoamericanos
votaron en contra. A otros 45 les pareció buena la idea. (http://ivanherreramichel.blogspot.com.co/2015/05/que-pena-con-la-cmi.html).
Ahora
me llegan reacciones de Masones de diferentes países comentando la reunión de hace
unos pocos días de la IV Zona de la CMI en Lisboa, Portugal, siendo anfitriona
la Gran Logia de Portugal. Las inconformidades se centraron en que una vez más
las citas se programan fuera del territorio americano y en que los Grandes
Maestros latinoamericanos asistentes, muy lejos de ocuparse de asuntos americanos
como la situación de Venezuela, los diálogos de paz de Colombia, la violencia
desmedida de Honduras, la pobreza de Haití, el muro de México, la salida al mar
de Bolivia o la devastación de Puerto Rico por el huracán María, por ejemplo,
se dedicaron a lo que llamaron “la
inestabilidad de Cataluña”, apoyando de paso la posición política (porque
claramente lo es) de la Gran Logia de España.
Perspectiva
que, entre otras cosas, no es general y difiere diametralmente de la adoptada por otras Grandes
Logias situadas tanto en el territorio del Reino de España, como en el de la proclamada República de
Cataluña. La divergencia de opiniones entre los Masones de la península en
torno al asunto Cataluña, por lo menos ha debido motivar a los latinoamericanos
“regulares” a guardar prudencia, ya
que las tensiones entre las constituciones vigentes de varios países europeos y el
reclamo del Derecho a la libre determinación de los pueblos de su condición política
y su desarrollo económico, social y cultural, aprobado por la ONU, están como para alquilar balcón no solo en España, sino además en Bélgica, Alemania, Francia, Reino Unido,
Italia, Grecia, Rusia… y ya sabemos cómo terminaron estas cosas en las antiguas
Checoeslovaquia y Yugoeslavia.
Muy
por el contrario, lo correcto es lo de la Alianza
Masónica Europea (AME) del 18 de noviembre de los corrientes en Lisboa,
Portugal, cuya cita gira en torno al eje temático de “Repensar a Europa”. Las Obediencias locales anfitrionas son el Gran
Oriente Lusitano, la Gran Logia Simbólica de Portugal, la Gran Logia Simbólica
de Lusitania, la Gran Logia Femenina de Portugal y la Federación Portuguesa de
la OMMI El Derecho Humano.
No
puedo imaginar que los Grandes Maestros “regulares”
de Europa se reúnan en Quito, Ecuador, para elegir un Presidente argentino que
viva en Lima, y programen reuniones en Bogotá, con el fin de, por ejemplo, estudiar la Asamblea Nacional
Constituyente de Venezuela, como si Europa no los estuviera interpelando en
varios temas. Esas cosas, simplemente no se hacen... y ellos no las hacen.
Las
organizaciones nacionales y regionales están para construir realidades
nacionales y regionales. Los asuntos y políticas intercontinentales
corresponden a organismos suprarregionales como CLIPSAS y las Conferencias Mundiales de
Grandes Logias Regulares.
Siguen
vigentes las palabras que en abril de 2015 me escribió un Q:. H:. “regular” argentino sentenciando: “… si los americanos no mostraron dignidad
en Madrid, los europeos han debido mostrar pudor...”.
Pero
como bien me concluyó en su extenso mensaje un Masón cubano: “QH:. viéndolo bien ¿… y a quien le importa?”
Ojalá haya a quien le importe…
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