Por Iván Herrera Michel
Ha llegado a mis manos un
reciente libro titulado “Reseña del
Centenario de la Serenísima Gran Logia Nacional de Colombia”, con sede
capital en Cartagena de Indias, Colombia, escrito por el profesor universitario
y experimentado Masón de esa Obediencia Edison Posso Basanta, que constituye un
inmejorable aporte a la historiografía local, que me ha encantado leer y que
conservaré para consultas. Y es que, además está bien redactado y muy bien
editado.
El texto está elaborado
con rigor académico y basado en fuentes confiables, lo cual es altamente
apreciable en épocas de post verdades y falsos pasados, aunque no se puede
dejar de advertir un cierto tufillo “regular”
que, en honor a la verdad, resulta innecesario para este magnífico compendio que
le hacía falta a una historia local que en oportunidades fue la historia
nacional de la Orden.
Y en buena hora lo leo porque
desde hace unas décadas las noticias que provienen de Ciudad Heroica hablan de
que su trajinar Masónico ha sido colonizado por sistemas de creencias ajenas a
la Orden, que bajo el pretexto de un supuesto “esoterismo” da cabida a toda clase de predicamentos y ha desplazado
en buena medida el simbolismo de las herramientas, las alegorías, las leyendas
especulativas, Etc. propias del método constructivo Masónico.
Normalmente, a un interesado
en conocer el devenir bicentenario de la Masonería cartagenera se le recomienda acercarse a su
historia de la mano de Américo Carnicelli, Julio Hoenigsberg, Ernesto Ahumada,
Antonio Prada Fortul, Gilberto Loaiza Cano… a los que desde ahora hay que añadir a Edison
Posso.
El autor, muestra con
lujo de competencia que la Masonería cartagenera tiene un mérito diferencial propio.
De hecho, allí tuvo sede la única Logia Masónica de la que existe evidencia cierta
que funcionó en el periodo independentista nacional (1810 – 1821), nació la
primera estructura Masónica de cobertura nacional (1833), y, en lenguaje anglosajón,
también levantaron Columnas en la urbe la “Logia
Madre” (1824) y el “Supremo Consejo
Madre” (1833) del país, que desafortunadamente hoy no mantienen relaciones entre
sí.
Son más de dos siglos de
existencia de la Orden en la ciudad, durante los cuales ha
marchado al ritmo de
los acontecimientos nacionales, proyectando su presencia y sembrando semillas al
interior de Colombia, Centroamérica y México, tanto con la fundación de Logias
y cuerpos escocistas como a través de sus miembros que han tenido una destacada
vida pública. El libro lo explica muy bien.
Edison Posso Basanta |
Bien lo dice Loaiza Cano:
“en buena medida, la Obediencia creada en
Cartagena (en 1833) era la heredera de la antigua influencia que había
ejercido, entre 1739 y 1813, el Gran Oriente de Jamaica en la región Caribe”.
(La Masonería y las Facciones del Liberalismo Colombiano durante el Siglo XIX. El
Caso de la Masonería de la Costa Atlántica – 2007. Historia y Sociedad no. 13, Medellín,
Colombia, noviembre 2007, pp. 65 – 89).
Tópico que profundiza José
Ferrer Benimeli, en “Sobre la decadencia
del Gran Oriente de Jamaica y la Aparición del Gran Oriente de Cartagena. La Isla
de Jamaica y su Influencia Masónica en la Región”. (La Masonería Española
entre Europa y América, Zaragoza, 1993, pp. 205 – 221).
El libro de Édison Posso es
rico en anécdotas, datos históricos, biografías de sus Grandes Maestros,
personajes ilustres e historia de los Talleres jurisdiccionados a la Serenísima
Gran Logia Nacional de Colombia.
Y basado en los archivos de
la Gran Logia relata los conflictos institucionales vividos a finales del siglo
XX, de los cuales Posso fue testigo y parte, entre su Obediencia y el Supremo
Consejo del Grado 33° para Colombia (1833), cuyas posiciones aún generan vivos
debates; y los problemas ya resueltos con la Confederación Masónica Colombiana
(que reúne a las Grandes Logias masculinas del país) y con la IV Zona de la Confederación
Masónica Interamericana (que reúne a las Grandes Logias masculinas de Colombia,
Ecuador y Venezuela).
En conclusión, que frente
a la “Reseña del Centenario de la
Serenísima Gran Logia Nacional de Colombia”, de Édison Posso, nos encontramos ante una obra de
interés general y de obligada lectura para quienes estén interesados en conocer
la diversidad de hechos y personajes que moldearon la historia de la Orden en
Cartagena de Indias.
Una historia que se
entremezcla con el acontecer político, el crecimiento económico y el desarrollo
social de la ciudad durante más de dos siglos, y deja extrañar que sea de las ciudades capitales de Colombia en donde aún no coexiste paralelamente
con la masculina una versión Masónica incluyente, adogmática y progresista de
la Masonería.
Bienvenido sea este nuevo aporte a la literatura Masónica nacional.
Bienvenido sea este nuevo aporte a la literatura Masónica nacional.
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