sábado, 10 de agosto de 2024

¿POR QUÉ BOGOTÁ NO FUE SEDE DE LA PRIMERA GRAN LOGIA DE HISPANOAMERICA?

Por Iván Herrera Michel


Francisco de Paula Santander
Me han preguntado en varias oportunidades la razón por la cual, si Santafé de Bogotá era la capital constitucional de la Gran Colombia de 1821 a 1831, y su principal centro administrativo y de poder, la primera Obediencia Masónica de los países americanos de habla castellana no fue creada en esta ciudad, sino en 1824 en la provincia de Caracas, capital del Departamento de Venezuela, que era uno de los cinco en que estaba dividida la república.
           
La explicación basada en las evidencias disponibles es que el General Francisco de Paula Santander, desempeñándose como Presidente encargado de la Gran Colombia de 1821 a 1827 no aceptó apoyar la iniciativa cuando se lo solicitaron expresamente dos veces en 1822.
           
La historia es la siguiente:
            
En 1818 llega al Puerto de la Guaira, Venezuela, un joven militar brasilero de 24 años llamado José Ignacio De Abreu e Lima (1794 – 1869) proveniente de los Estados Unidos de América a donde había arribado luego de haber sido expulsado de su país por delitos políticos, y a quien el año anterior le habían ejecutado a su padre allí mismo por las mismas razones. En 1819 es aceptado con el Grado de Capitán en el ejército de Bolívar y en lo sucesivo participa en la Campaña de Apure, atraviesa el Páramo de Pisba, y participa en las batallas del Pantano de Vargas, Boyacá, Carabobo y del Lago de Maracaibo, y tiene una destacada y accidentada vida como militar, político, periodista y escritor hasta su muerte en Brasil.
                 
José Ignacio de Abreu e Lima
De Abreu e Lima, antes de haberse sellado la independencia de Venezuela con la batalla naval del Lago de Maracaibo (1823), y mucho antes de haber concluido la Campaña del Sur (1820 – 1826) de la Gran Colombia que consolidó la independencia de Perú y Bolivia, se dio a la tarea inédita de proponerle en carta del 7 de julio de 1822 al presidente (E) de la Gran Colombia, el General Francisco de Paula Santander, la creación en Santafé de Bogotá, por ser la capital, de un “Grande Oriente de Colombia", al tiempo que le informaba sobre el estado de las Logias en el Departamento de Venezuela.
                 
Ante la ausencia de respuesta por parte del Hombre de las Leyes, De Abreu e Lima reiteraría su solicitud al General Santander en una segunda carta fechada el 16 de noviembre del mismo año. De nuevo el silencio fue la repuesta de Santander.
               
En 1824, dos años más tarde se fundó en Caracas la Gran Logia de Colombia que funcionó solo cuatro años, hasta desaparecer en 1828 para siempre por mandato de un Decreto dictatorial del General Simón Bolívar, perdiendo Bogotá la oportunidad histórica de ser pionera en ese sentido.
             
Desaparecida la Gran Colombia en 1831, en la República de la Nueva Granada se crearía el 19 de junio de 1833, en Cartagena de Indias, el "Gran Oriente y Supremo Consejo Neogranadino", hoy "Supremo Consejo del Grado 33° para Colombia", con sede actual en Bogotá. Y el 9 de septiembre en 1838 nacería en Caracas la "Gran Logia de Venezuela".
                  
Es muy posible que De Abreu e Lima se haya inspirado para hacer su reiterada solicitud al General Santander en las noticias que seguramente recibía de su país sobre la fundación en Rio de Janeiro, el 17 de junio de ese mismo año, del "Gran Oriente de Brasil" a partir de las Logias “Comercio y Artes en la Edad de Oro”, “Unión y Tranquilidad” y “Esperanza de Niterói”, que sería la primera Obediencia Masónica en constituirse en centro y sur América. Hoy en día continúa siendo monogénero masculina, y es la más numerosa de la región con noventa y siete mil miembros repartidos en dos mil cuatrocientos Logias.
              
La correspondencia de 1822 de José Ignacio de Abreu e Lima al General Francisco de Paula Santander solicitando su apoyo para la creación de un "Grande Oriente de Colombia" en Santafé de Bogotá se puede consultar en las páginas 32 a 34 del VII volumen de la recopilación que hizo el historiador Roberto Cortázar Toledo bajo el título “Correspondencia Dirigida al General Francisco de Paula Santander” que publicó la Academia Colombiana de Historia (1964-1969).