miércoles, 16 de marzo de 2022

LOS TEMPLOS MASÓNICOS EN BARRANQUILLA EN EL SIGLO XX

Por Iván Herrera Michel
                    

Federico Falquez Casola principal gestor
del primer Templo propio de la
Masonería de Barranquilla

En un reciente ágape fui testigo del ejercicio de memoria oral que motivó un joven Aprendiz al preguntar sobre los Templos Masónicos que han funcionado en la ciudad en los últimos cien años, y como resultas de ello quedé fraternalmente encargado de hacer un resumen.
                   
En beneficio de la precisión, comencemos recordando que en la primera década de los años mil novecientos en Barranquilla solo funcionaban tres cuerpos Masónicos: 1) La Logia “El Siglo XIX” No. 24, fundada en 1864; 2) el Soberano Capítulo Rosacruz del REAA “En el Delta” No. 5, instalado en 1863; y 3) el Gran Consejo de Caballeros Kadosh “La Triple Unión” No. 2 consagrado el 25 de junio de 1906. 

Los dos primeros aún existen, todos estaban jurisdiccionados al Gran Oriente y Supremo Consejo Neogranadino fundado en 1833, con sede en Cartagena de Indias, se reunían dos veces al mes, sus Sacos de Beneficencia recaudaban unos veinte pesos en promedio por Tenida y las elecciones de sus dignidades las celebraban los días de fiestas patrias del 20 de julio (la Logia) y el 7 de agosto (el Escocismo).
                          
La historia del primer Templo propio se inicia cuando en el agitado 1895 colombiano la Logia “El Siglo XIX – 24” (Hoy 24 – 1), que celebraba sus Tenidas en las instalaciones de la Administración Local de Hacienda Nacional, siendo su Administrador José Joaquín Osorio, se enfrentó a la decisión del General Francisco J. Palacio de acuartelar allí sus tropas. Ambos personajes, que eran Masones y miembros prominentes del Partido Conservador, acordaron cambiar de sitio las milicias en beneficio de los trabajos logiales, pero la situación general de preguerra que se vivía se comenzó a deteriorar aún más para los Masones.
                      
Un poco después, en el marco de la llamada “Guerra de los Mil Días” en Colombia (octubre de 1899 – noviembre de 1902), la Logia para protegerse se trasladó en 1900 a un discreto segundo piso de la residencia del inmigrante italiano Francisco Fiorillo (nacido como Francesco Saverio Bellino Fiorillo en Maratea, Potenza, Basilicata, Italia, el 14 de septiembre de 1846 y fallecido en Barranquilla el 22 de febrero de 1957 a la edad de 110 años), miembro activo de dicha Logia. Allí se comenzó a estudiar en serio la posibilidad de adquirir una sede propia.
                      
Para tal efecto, se eligió una Junta Recaudadora de Fondos presidida por el Masón Federico Falqués Casola (Barranquilla, diciembre 7 de 1867 – Barranquilla, agosto 7 de 1957). Su padre, el poeta Manuel G. de Falquez, también fue Masón de la Logia “El Siglo XIX No. 24” aunque había sido Iniciado en la Logia “Fraternidad No. 22”, ya desaparecida en esos días, y corredactor de las cinco ediciones del periódico “El Misionero” que publicó la Sociedad Hermanos de la Caridad en 1870. También era nieto por vía materna del presbítero Antonio María Muñiz y Polanco, que había sido Párroco de San Nicolás de Tolentino, única iglesia católica en la ciudad hasta la construcción de la Iglesia de San Roque a partir de 1853 para hacer frente a la epidemia del Cólera que dejó muchos muertos.
                       
La iniciativa desde un comienzo contó con el decidido apoyo moral y económico del Gran Oriente y Supremo Consejo Neogranadino (fundado en 1833, y desde 1938 Supremo Consejo del Grado 33 para Colombia), siendo Soberanos Grandes Comendadores durante la construcción el comerciante cubano radicado en Cartagena Fulgencio Segrera y Sánchez-Barriga (Manzanillo, Oriente, Cuba 1850 – Arjona, Bolivar, Colombia 1919) de 1891 a 1906, y el industrial y Cónsul de Italia en Cartagena Juan Bautista Mainero y Trucco (Pietra Ligura, provincia de Génova, Italia 1831 – Cartagena de Indias, Colombia 1918), de 1906 a 1911.
                           
Como para esos días las Logias Masónicas en Colombia no podían obtener personería jurídica, el título de propiedad se tramitó a nombre de una sociedad comercial por acciones constituida para tal fin denominada “Sociedad de Construcciones S.A.”.
                     
Eran tiempos de emprendedores. Un año antes, los comerciantes de la ciudad costearon y presentaron al gobierno nacional los estudios precursores del desarrollo urbano y portuario de Barranquilla en el Siglo XX, y buena parte de la dirigencia local estaba constituida por Masones que comenzaban a perder las relaciones cordiales que habían conservado al final del siglo XIX con la Iglesia Católica y eran un pilar importante del régimen confesional conocido como “La Hegemonía Conservadora” que se prolongó desde 1885 hasta 1930.
                      
El Templo fue inaugurado en 1907 en una edificación solariega de estilo republicano - siendo Ven:. Maest:. de la Logia Hector Baena, Gr:. 18º y Secretario Guarda Sellos y Timbres Luis E. Vargas, Gr:. 18º - que se conoció coloquialmente como el “Templo de la Calle Caldas”. Tenía un patio amplio y estaba ubicada en la antigua “Calle del Camposanto” (antes “Calle de la Esperanza” y más tarde “Calle Francisco José de Caldas”), entre los Callejones (en la actualidad, Carreras) de “Pacho Palacio” (antes “De la Iglesia”, “San Nicolás”, y luego “Del Progreso”), y “California” (antes “De la Prensa” y “Del Burro” y después “Del 20 de Julio”).
                       
En la nomenclatura actual Calle 38 No. 41 – 45, colindante por la parte trasera con la Calle 39, entonces “Camino a Sabanilla”, antes “Calle de la Cruz” y “Calle de las Flores”. Esta última denominación porque allí se ubicaban los vendedores de flores del “Camposanto” localizado en donde ahora queda la Biblioteca Departamental y el parque San José o del Centenario de la Independencia.
                              
Una vez inaugurado el nuevo Templo, la Logia “El Siglo XIX” No. 24 envió en el mes de septiembre de 1907 una invitación formal por escrito al Soberano Capítulo Rosacruz del REAA “En el Delta” No. 5, del Valle de Barranquilla, ofreciéndole en su edificio “un departamento” para mudar sus tres Cámaras en uso, que fue aceptada por unanimidad en Tenida del 7 de noviembre de ese mismo año siendo su Muy Sab:. Presidente Miguel Segrera, Gr:. 30º, Secretario Darío Salas, Gr:. 18º, y Gran Orador Antenor Moreno, Gr:. 18º. Hasta esa fecha el Soberano Capítulo se reunía en una casa arrendada cuyo contrato fue cedido a favor de Baltazar Fernández, Grado 18º. El traslado se llevó a cabo en los siguientes días previo inventario de los “muebles y útiles”. En lo sucesivo, las instalaciones fueron facilitadas fraternalmente a todas las Logias y cuerpos de Altos Grados del REAA que se fueron creando.
                           
Aprobada la Ley 62 del 27 de noviembre de 1935 del Congreso de la República de Colombia, por la cual se concedió personería jurídica a las “Sociedades Masónicas”, el Venerable Maestro de la Logia “El Siglo XIX” No. 24 (ya entonces, 24-1), Julio Hoenigsberg, tramitó y obtuvo su personería jurídica mediante la Resolución No. 20 del 12 de enero de 1946 del Ministerio de Gobierno, que sirvió de base, no sin fuertes debates, para que en 1956 la Gran Logia local, fundada en 1917 – 18, a instancia del Gran Maestro Lázaro Bravo Maury y presidido su ente parlamentario por el Diputado Gran Maestro Heriberto Ahumada Ahumada, aprobara acabar con la “Sociedad de Construcciones S.A.” y que el inmueble en donde funcionaban las Logias barranquilleras pasara a ser propiedad legal del Taller que lo había construido en 1907 y era su verdadero dueño desde entonces.
                           
No obstante, en 1960 la Gran Logia retomó el tema y aprobó, en medio de vivas discusiones, el Estatuto No. 14 por el que ordenó que el inmueble pasará a su propiedad. La medida se cumplió por Escritura Pública No. 2.122 del 29 de diciembre de 1961 de la Notaría Primera del Círculo de Barranquilla, por la suma de mil ochocientos pesos ($1.800 M/L), moneda legal colombiana.
                  
Durante la próxima década, la edificación solariega fue demolida, en sus predios se construyeron dos edificios de oficinas y en su patio posterior se levantaron unos nuevos Templos Simbólico y Escocista con entrada por la calle 39 de la ciudad.
                                 
Esta nueva sede funcionó hasta que en la Gran Logia Nacional de Colombia, sumergida en una grave crisis económica, el Venerable Maestro David Name Terán, que posteriormente sería Gran Maestro, saneó sus finanzas, adquirió un lote en un sector de alta valorización de la ciudad (Carrera 49E No.102 – 30), e inició los trabajos de construcción de un nuevo Templo Masónico que finalmente fue consagrado bajo la Gran Maestría de Ricardo Calderón Calderón en 1998.
                     
Por otra parte, con ocasión del cisma de la Masonería colombiana de la década de los 80s del Siglo XX, el 25 de abril de 1990 se funda en Barranquilla la Gran Logia del Norte de Colombia, cuyas primeras Tenidas se celebran en las oficinas del Cementerio Universal, en la Calle 47 No. 35 – 203, y a partir del mes de enero de 1991, en un Templo recién construido en una amplia residencia remodelada ubicada en la Calle 80 No. 42E - 14, que fue adquirida por la suma de diecinueve millones de pesos ($19.000.000 M/L), moneda legal colombiana, siendo su Gran Maestro Jaime Castilla Castilla.
               
En el siglo XXI nacerían otras Obediencias y habría otras sedes Masónicas. Pero esa es otra historia.
              
               
                
                    
        
 
 
 

 

domingo, 2 de enero de 2022

THOMAS JACKSON HA PASADO AL ORIENTE ETERNO

 Por Iván Herrera Michel
                
Thomas W. Jackson
Algunos medios, trinos de Twitter y blogs de la Orden hicieron eco del Paso al Oriente Eterno del Hermano Thomás W. Jackson, 33º, víctima del Covid-19, en la mañana del treinta de diciembre de 2021, en el Hospital General de Lancaster, de la ciudad de Lancaster, Pennsylvania, USA. Por los mensajes que recibo, observo que sobre su paso por la Masonería existen opiniones encontradas entre los Masones y Masonas que han conocido su trayectoria.
            
Jackson perteneció a la rama de hombres blancos de la Masonería estadounidense. Nacido el 14 de septiembre de 1934, se Inició en 1982 en la Logia Cumberland Valley No. 315, siendo su Venerable Maestro, en la Gran Logia de Pensilvania en la que fue Gran Secretario. Sus Altos Grados del REAA los obtuvo del Supremo Consejo para la Jurisdicción del Norte de USA, con sede capital en Lexington, Massachusetts. En su vida profesional acostumbraba presentarse como un académico graduado en Biología y Química, con Maestría en Zoología de la Penn State University.
             
Ocupó el cargo de Presidente de la Conferencia de Grandes Maestros (blancos) de Norteamérica, y en 1997 fue elegido Secretario Ejecutivo de la recién constituida dos años antes "Conferencia Mundial de Grandes Maestros", que cambió de nombre bajo su dirección a “Conferencia Mundial de Grandes Logias Masónicas Regulares”, hasta el año 2014 en que fue remplazado por el Ex Gran Maestro de la Gran Logia Nacional de Rumanía, Radu Bălănescu. Finalizó sus días siendo su Presidente Honorario.
                      
A raíz de su fallecimiento, he vuelto a su libro "Masonería Norteamericana: Idealismo y Realismo" (2019), que recoge su pensamiento en casi un centenar de discursos. Mi impresión sigue siendo la misma: Jackson tuvo el posicionamiento, el conocimiento, la oportunidad y los medios para poner punto final a sensibles lunares en la faz de la Orden, como la segregación racial de las Grandes Logias de blancos contra las Grandes Logias de Negros de negros en USA, la discriminación contra las Masonas y el divisionismo internacional en nombre de una pretendida "regularidad", en su caso no basada en los “principios” de la política exterior de la UGLE sino en "estándares" redactados por los Grandes Maestros de blancos norteamericanos.
                  
No obstante, su vida Masónica y su muy activo liderazgo de varias décadas los dedicó con ahínco a la promoción del modelo Masónico excluyente - caucásico en USA, anglosajón en el resto del mundo y masculino en todas partes - que heredó y quiso proyectar al futuro. En ambos escenarios, la membresía disminuyó a lo largo de su paso por la Orden.
                   
Pasado al Oriente Eterno, su vida y ejecutorías se encuentran sujetas al dictamen de la historia y yo deposito una rama de acacia en su tumba.
               

Adiós hermano, sit tibi terra levis.

                           

                       

                         

                  

viernes, 17 de diciembre de 2021

¿PORQUÉ SOY MASÓN?

 Por Iván Herrera Michel
           
              
Me preguntan con frecuencia por qué soy Masón.
                      
Menuda pregunta, pero la contesto sin medias tintas ni verdades veladas, aclarando, primero que todo, que no lo soy de cualquiera manera, pero si a pesar de todo.

            
Para mí, ser Masón conlleva un modo de concebir y funcionar en sociedad y en la relación con nuestra propia conciencia moral. Un humanismo que emana y fluye espontáneamente y sin esfuerzos, como por propensión, y del cual se deriva una cosmovisión y unas acciones conscientes. Implica hablarle constructivamente al mundo a sabiendas que ese mundo es mayor de edad.
                     
Se puede ser Masón de muy variadas formas, pero a mí me gusta la versión que no es excluyente, ni prejuiciosa ni tiene problemas para gestionar la libertad de conciencia entre sus miembros.  
                    
No me siento a gusto con las que se embelesan con teorías conspirativas, exóticas o sobrenaturales. Ni con las que tienden a ser faroleras, suplantar religiones, implantar creencias, promover lobbies o aconsejar negocios. Mucho menos comulgo con las que parecen una secta. Ni con las que son kitsch. Ni con las que se plantean los mismos objetivos que los clubes de servicio, por muy nobles que estos sean. Ni con las que confunden el método Masónico con los predicamentos de superación personal.
              
La Masonería a la que me gusta pertenecer es esencialmente constructiva. Imagina edificar un mundo en el que quepamos todos. No gusta de dogmatismos, servilismos, caudillismos ni pensamientos únicos. Se estima universal. Se expresa en democracia. Busca unir lo que está disperso, y la empatía es un componente básico de su método de construcción.
                     
Prefiero el ecosistema Masónico que se sustenta y se apasiona por sus anhelos, por sus sueños, por sus utopías, por sus convicciones... que usa sus herramientas simbólicas y se inspira en su historia y en sus debates. Que tiene confianza en la utilidad de la Orden.
                       
Pero no concibo esta manera de ser Masón como “la única forma correcta" de serlo. Sería presuntuoso. Solo es la que he elegido para mí entre otras que he conocido. Por la que he optado. Y me gusta porque ofrece la oportunidad de regalarse a sí mismo, de manera reflexiva, con libertad de conciencia, un proyecto, una visión, una misión y un sentido para la propia vida y la sociedad.
      
En realidad, solo me he adherido a la tradición de un "sistema peculiar de moralidad"  que ha probado ser válido, sin ningún inconveniente, tanto para los Masones Modernos del siglo XVIII como para los Masones y Masonas del XXI. 

             ......................................................................................


¿POURQUOI SUIS-JE MAÇON ?

Par Iván Herrera Michel

On me demande souvent pourquoi je suis maçon.

Quelle question, mais j'y réponds sans demi-mesures ni vérités voilées, précisant d'abord que je ne le suis en aucune façon, mais malgré tout.

Pour moi, être maçon implique une manière de concevoir et de fonctionner en société et en relation avec notre propre conscience morale. Un humanisme qui émane et coule spontanément et sans effort, comme par propension, et dont découlent une vision du monde et des actions conscientes. Cela implique de parler de manière constructive au monde en sachant que ce monde a l'âge légal.

On peut être maçon de bien des manières, mais j'aime la version qui n'est pas exclusive, préjudiciable, ou qui a des problèmes à gérer la liberté de conscience entre ses membres.

Je ne suis pas à l'aise avec ceux qui sont fascinés par les théories du complot, exotiques ou surnaturelles. Ni avec ceux qui ont tendance à bluffer, supplanter les religions, implanter des croyances, promouvoir des lobbies ou conseiller des entreprises. Je communie beaucoup moins avec ceux qui ressemblent à une secte. Ni avec ceux qui sont kitsch. Ni avec ceux qui ont les mêmes objectifs que les clubs philanthropiques, aussi nobles soient-ils. Ni avec ceux qui confondent la méthode maçonnique avec les difficultés de l'amélioration de soi.

La Maçonnerie à laquelle j'aime appartenir est essentiellement constructive. Imaginez construire un monde dans lequel nous nous adaptons tous. N'aime pas le dogmatisme, la servilité, le caudillisme ou les pensées uniques. Il est considéré comme universel. Elle s'exprime dans la démocratie. Elle cherche à unir ce qui est dispersé, et l'empathie est une composante fondamentale de sa méthode de construction.

Je préfère l'écosystème maçonnique soutenu et passionné par ses aspirations, ses rêves, ses utopies, ses convictions... qui utilise ses outils symboliques et s'inspire de son histoire et de ses débats. Qu'il a confiance en l'utilité de l'Ordre.

Mais je ne conçois pas cette manière d'être maçon comme "la seule manière correcte" de l'être. Ce serait présomptueux. C'est seulement celle que j'ai choisie pour moi parmi d'autres que j'ai connue. Pour laquelle j'ai choisi et je l'aime parce qu'elle offre l'opportunité de me donner, de manière réflexive, avec liberté de conscience, un projet, une vision, une mission et un sens pour sa propre vie et société.

En fait, je n'ai adhéré qu'à la tradition d'un "système particulier de moralité" qui s'est avéré valable, sans aucun inconvénient, à la fois pour les Maçons Modernes du 18ème siècle et pour les Maçons et les Maçons du 21ème.

..................................


martes, 16 de noviembre de 2021

Test Masónico

Comparto un Test diseñado para ubicarnos dentro del espectro ideológico que ofrece la Masonería, publicado por la Revista Masónica “Cadena Fraternal" en su edición No. 14 correspondiente al mes de noviembre de 2021, editada por la R:. L:. S:. Mariscal Andrés Avelino Cáceres N°18 del Or:. de Trujillo, jurisdiccionada a la M:. R:. Gran Logia del Norte del Perú.

 
                                                             TEST MASÓNICO

Por Iván Herrera Michel.
                    
El siguiente Test ha sido diseñado para que un Masón (a) al responderlo mida su propio posicionamiento dentro de la diversidad Masónica existente, al igual que su conocimiento de la Orden. En las respuestas ofrecidas se han incluido afirmaciones escuchadas dentro y fuera de los talleres, de tal forma que retraten nuestra dialéctica y contradicciones.

                
El resultado es su propia forma de percibir la Masonería.
             
1. ¿Considera Ud. que un "ateo estúpido" puede ser iniciado en la Orden?
a. No. Porque los ateos no poseen buenas costumbres.
b. No. Por estúpido. Al igual que tampoco un creyente estúpido.
c. Si. Existen grandes ateos que son orgullo de la Masonería. Por ejemplo: Moliere, Rousseau, Helvetius, Goethe, etc.
d. No. Porque lo prohíben los Landmarks.
e. Sí. Porque generalmente al ateísmo se llega por el camino del libre pensamiento, y el Masón debe ser un libre pensador.
f. Sí. Las creencias o no creencias son un asunto personal.
g. No. Porque el ateo no tiene moral.
              
2. ¿Considera usted que un "creyente estúpido" puede ser iniciado en la Orden?
a. No. Porque un creyente es un dogmático y un dogmático no es un libre prensador.
b. No. Pero no por creyente, sino por estúpido.
c. Sí. Si tiene buenas costumbres.
d. Sí. Un Masón debe creer en un principio creador.
e. Sí. Las creencias o no creencias son un asunto personal.
f. No. Porque un creyente posee una mentalidad infantil.
                         
3. La expresión "Un Masón es un hombre de pensamiento liberal" significa que el Masón:
a. Es un libre pensador
b. Es un hombre libre y de buenas costumbres
c. Debe votar siempre y en toda circunstancia por el candidato oficial del Partido Liberal.
d. Ninguna de las anteriores.
e. Todas las anteriores.
 
4. La Tolerancia Masónica significa:
a. Que cada quien haga lo que le dé la gana.
b. Respetar todas las formas de pensamiento sin distingo de ninguna clase, desde el más ingenuo idealismo hasta el racismo más aguerrido.
c. Aplicar la política de "dejar hacer, dejar pasar".
d. Ninguna de las anteriores.
e. Todas las anteriores.
                  
5. La Fraternidad Masónica implica:
a. Amar al Hermano Masón por sobre todas las cosas.
b. Socorrer al Hermano necesitado.
c. Encubrir delitos cometidos por otro Masón.
d. Prevaricar si es necesario para favorecer a otro Masón.
e. Ninguna de las anteriores.
f. Todas las anteriores.
                      
6. El concepto de Igualdad Masónica lleva implícito:
a. Que todos los seres humanos son iguales, sin distingo de sexo, raza, religión, posición social, orientación sexual o patrimonio económico.
b. Que todos los seres humanos son iguales en el mundo profano, pero no dentro de la Orden.
c. Que todos los seres humanos son iguales dentro de la Orden, pero no en el mundo profano.
d. Ninguno de los anteriores.
e. Todas las anteriores.
              
7. El Juramento Masónico debe ser prestado:
a. Sobre una Biblia.
b. Sobre un libro sagrado.
c. Sobre un libro no religioso de contenido moral.
d. Sobre el propio honor del Masón.
e. Sobre la Constitución Nacional del país.
f. Cualquiera de los anteriores.
g. Ninguna de las anteriores.
                  
8. La presencia de un volumen de la Biblia es:
 a. Obligatoria en las Tenidas.
 b. Opcional en las Tenidas.
 c. La impone el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
 d. La imponen los Landmarks.
e. Ninguna de las anteriores.
 
9. Los libros "List of Lodge" y “Year Book” de las Grandes Logias de blancos de Estados Unidos y la Gran Logia Unida de Inglaterra:
a. Reúne a toda la Masonería Mundial.
 b. Es divisionista.
c. Nombra sólo al 15% de la Masonería Mundial.
d. En USA excluye a las Grandes Logias de negros entre otras 500 más.
e. Determina la Regularidad Masónica.
f. Contiene un discurso colonialista
g. Ninguna de las anteriores.
h. Todas las anteriores.
         
10. Frente a la afirmación "Sólo puede existir una Gran Logia en un mismo territorio", usted:
a. Sostiene que es una verdad incontrovertible.
b. Sostiene que es una falsedad histórica.
c. Es capaz de nombrar ciudades de América, Europa y Asia que cuentan con varias Grandes Logias.
d. Sostiene que se está manipulando la información.
e. Cree que es un tema irrelevante.
f. Ninguna de las anteriores.
         
11. La Masonería tal como se practica a través de la Internet:
a. Es una amenaza para la Orden.
b. Es una oportunidad para la Orden.
c. Es una amenaza para la Regularidad Masónica.
d. Esta oxigenando la Orden.
e. Debe ser proscrita y no reconocida.
f. Ninguna de las anteriores.
g. Todas las anteriores.
                  
12. Frente a la afirmación "las mujeres pueden ser Masonas", Ud.:
a. Afirma que es lo peor que le puede pasar a la Orden.
b. Sostiene que lo prohíben los Landmarks.
c. Pregunta que tiene de malo.
d. Explica porque las mujeres no están preparadas para ser Masonas.
e. Informa que ya han sido iniciadas en más de 100 país y desde hace varios siglos.
f. Jura que no entrarán mujeres en su Logia mientras viva.
g. Opina que son inventos del mundo moderno.
h. Aclara que no se dice Masona, sino una Masón.
1. Sostiene que cada quien tiene derecho a hacer de su capa un sayo.
                   
13. La autonomía de una Logia significa que el Taller:
a. Puede tomar cualquier decisión soberanamente, cualquiera que sea su naturaleza.
b. Sólo puede adoptar decisiones en materia de presupuesto y reglamento interno.
c. Tiene la autonomía limitada por la Constitución de la Gran Logia.
d. Ninguna de las anteriores.
e. Todas las anteriores.
                
14. La iniciación de un nuevo Masón es:
a. Un asunto interno del Taller.
b. Un asunto que afecta a toda la Gran Logia.
c. Un asunto que afecta a toda la Orden.
d. Ninguna de las anteriores.
e. Todas las anteriores.
           
15. La "Regularidad" sirve hoy:
a. Para nada.
b. Para probar que se está frente a un Masón "de verdad".
c. Para que lo acepten en "cualquier Gran Logia del Mundo".
d. Para que se peleen los Masones.
e. Para lo mismo que sirve un peine a un calvo.
f. Para hacer el ridículo.
g. Ninguna de las anteriores.
h. Todas las anteriores.
       
16. Los 25 Landmarks de McKey de 1864, son:
a. De una antigüedad y una obligatoriedad incontestable.
b. Una expresión de la clase de Masonería Anglosajona y deísta que practicaba Albert G. McKey en USA.
c. Un intento más de reescribir los límites de la Orden.
d. Un listado más de Landmarks, entre muchos otros.
e. Ninguna de las anteriores.
f. Todos los anteriores.
 
17. Considera Ud. que los Masones nunca han hablado en sus Tenidas de:
a. Política.
b. Religión.
c. Sexo
d. Economía
e. Artes adivinatorias.
e. Ninguna de las anteriores.
f. Todas las anteriores.
                
18. La afirmación: "Un cojo no puede ser iniciado en la Masonería", le parece:
a. Apenas lógica.
b. Cruel e inhumana.
c. Derivada de la actividad Masónica operativa.
d. Inconstitucional.
e. Ninguna de las anteriores.
f. Todas las anteriores.
             
19. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado:
a. Va del 4º grado al 33.
b. Va del 1º al 33º grado.
c. Impone que el Soberano Gran Comendador es el superior jerárquico del Gran maestro.
d. Impone que el Gran Maestro es el superior jerárquico del Soberano Gran Comendador.
e. Impone trato de iguales entre el Gran Maestro y el Soberano Gran Comendador.
f. Ni es Escocés, ni es Antiguo, ni es Aceptado.
g. Si es Escocés, Antiguo y Aceptado.
h. Ninguna de las anteriores.
i. Todas las anteriores.
         
20. En la Masonería nunca se han iniciado:
a. Cojos.
b. Ateos.
c. Mujeres.
d. Ambiciosos.
e. Buscadores de empleo.
f. Arribistas.
g. Personas con antecedentes y/o investigaciones penales en curso.
h. Hombres libres y de buenas costumbres.
i. Intelectuales.
j. Homosexuales.
k. heterosexuales.
k. Todas las anteriores.
l. Ninguno de las anteriores.
...............................................
 
Pregunta post escritum:
 
Después de leer el cuestionario Ud.:
a. Considera que se trata de confundir a los Masones.
b. Piensa que es una broma.
c. Opina que es un mal chiste.
d. Sostiene que Ud. si es un libre pensador químicamente puro.
e. Siente latir un Talibán por dentro.
f. Siente latir un jacobino por dentro.
g. Se enoja y despotrica de él.
h. Afirma que el autor debe tocar estos temas con más responsabilidad.
i. Recomienda el cuestionario.
j. No sabe qué pensar.
k. Siente deseos de cambiar de Logia.
l. Ninguna de las anteriores.
ll.. Todas las anteriores.
                      
                   
                      
                 

 


martes, 12 de octubre de 2021

LA JUSTICIA EN UN TRIBUNAL MASÓNICO

Por Iván Herrera Michel 

Como en toda institución, los conflictos no dejan de presentarse periódicamente y se hace necesario, una vez superados los canales fraternales, acudir a las reglamentaciones. Ya me he referido a estas cuestiones en publicaciones pasadas, pero las tensiones actuales en una Gran Logia centroamericana ha motivado que me hagan llegar preguntas sobre mi opinión al respecto. 
           
Lo primero que hay que aclarar es que los Masones nos encontramos irremediablemente inmersos en sociedades civiles dotadas de normas, criterios de interpretación y principios rectores que hemos ayudado a construir y a cuyo estado de derecho nos debemos. De tal manera, que nuestras tradiciones y normas internas en ningún momento pueden disponer, obligarnos o exonerarnos de hacer algo en contra de las leyes. Por no hablar de nuestra conciencia, creencias o convicciones. 
                                     
 Algunas veces podemos encontrarnos frente a un Masón que pretende hacer un uso abusivo de sus derechos para provecho propio, perjuicio de la Gran Logia o hacer daño a otro Masón. En otras ocasiones, una presumida omnipotencia estructural, o el ego inflado de un dignatario de la Orden, convierte a algunas instituciones Masónicas en autoritarias y absolutistas, sin separación ni independencia de poderes, o proponen en sus reglamentos una especie de manual de convivencia más propio de un colegio religioso que de una Logia. 
             
Es algo particularmente sensible en un tribunal Masónico, caracterizado por carecer de contenido iniciático, ya que quienes lo integran juzgan conductas, tienen como eje central la justicia y la equidad, y deben velar porque no se contravengan las leyes Masónicas y civiles. 
                    
La normativa que le corresponde aplicar a un Tribunal Masónico es una amalgama sui generis de la filosofía de los Principios Fundamentales ingleses, que son consuetudinarios (Landmarks, antiguos usos, etc.), y del derecho positivo latino, (Constituciones, Reglamentos y Estatutos), en una mixtura que se fue consolidando a lo largo de tres siglos de existencia simultanea de la Orden en países de tradición anglosajona y naciones de estirpe jurídica romana. 
                             
De hecho, este coctel referencial se evidencia en la reglamentación más antigua de la Masonería moderna sobre el tópico, que es la que trae el acápite “VI - DE LA CONDUCTA -”, de las Constituciones de Anderson de 1723, que al respecto establece: 

 “Si se presenta una queja contra un hermano, el culpable debe someterse al juicio y a la decisión de la Logia, que es el tribunal real, a menos que corresponda su conocimiento a la Gran Logia. En tales casos debe cuidarse de que no interrumpan por estas causas los trabajos del procesado, y si llegase a ocurrir una suspensión forzosa, debe tomarse una decisión con arreglo a las circunstancias. Tampoco debe recurrirse a los tribunales de justicia para ventilar asuntos de la Masonería, a no ser que la Gran Logia reconozca y declare ser de indispensable necesidad.” 
                        
En el marco de este deber ser moral y jurídico, al aparato interno de justicia le corresponde la titularidad de la acción disciplinaria, y en desarrollo de sus funciones debe ser cuidadoso con el respeto a las leyes internas y nacionales, y en especial con las garantías del procesado. 
                         
Lejos de mi ánimo está el comparar un Tribunal Masónico con uno civil. Pero no puedo tampoco perder de vista que todo lo que se haga y decida en desarrollo de un juicio Masónico, puede potencialmente ser revisado por un juez civil. 
                        
Podríamos extendernos en una interminable discusión acerca de la pertinencia de un Masón recurriendo a una acción judicial contra una institución Masónica o contra sus dignidades. Pero siempre será lamentable, por ser el peor escenario posible, que a ese Masón un juez ordinario le encuentre que la Orden le atropelló sus derechos. 
                             
Hay gestiones en la dirección Masónica que recomiendan una especial experticia. La del juez es una de ellas, porque una justicia mal administrada expone a la Masonería, a sus instituciones y a sus dirigentes a un gran perjuicio en su buen nombre y patrimonio. 
                            
Naturalmente, que mis mayores deseos están dirigidos a que nunca tengamos la necesidad de juzgar a otro Masón, y a que, si se presenta la ocasión, jamás desconozcamos sus garantías ni sus derechos a la presunción de inocencia, a un debido proceso, a su defensa, a presentar, controvertir y solicitar pruebas, y a un juicio justo, imparcial y equitativo, en donde los titulares de la acción disciplinaria no estén motivados por sentimientos de antipatía o afecto hacia el quejoso o el investigado. 
                     
Pero, sobre todo, a que, si el Masón juzgado, encontrado culpable y sancionado recurre a los tribunales civiles, estos encuentren que en la Masonería se administra justicia debidamente. 
                         
Ya que, parafraseando a De Gaulle, podemos afirmar sin peligro de equivocarnos que la “Masonería no puede ser Masonería sin su grandeza”. 
                    
 Y eso envuelve a su administración de justicia.
                
                   
                     
                       

viernes, 16 de julio de 2021

LA NECESARIA CADENA DE UNIÓN


Por Iván Herrera Michel
           
Me admira la insistencia de los Masones en formar la Cadena de Unión en las reuniones telemáticas. Parece que existiera la necesidad de rubricar la fraternidad entre Hermanos y Hermanas con una expresión corporal. Una maravillosa costumbre que ni los confinamientos, ni los toques de queda, ni las medidas sanitarias ni los cierres de Templos han perturbado, a pesar de la imposibilidad de las reuniones a puerta cerrada que son esenciales en la Orden. 

                     

La verdad es que las Tenidas Masónicas conllevan una interacción personal que las convierte en particularmente propicias para la transmisión del COVID – 19, y la Cadena de Unión la posibilita más que otras experiencias rituales, al poner en contacto directo las manos sin guantes.  
                
En la Masonería los símbolos tienen un gran peso. La Cadena de Unión simboliza la fraternidad Masónica decidida y voluntaria. Por eso se terminan los trabajos formando una, se reciben en su seno a los nuevos Masones el día de su Iniciación, antes del Ágape de la Tenida, y se hacen con ocasión del paso al Oriente Eterno de un Hermano. 
                                 
Existen antecedentes que remontan su existencia al año 1777 en Francia para circular la Palabra Semestral, necesaria para ingresar a los trabajos de otras Logias de la misma Obediencia, y que, desde alrededor de 1760, se “realizaba cantando a la vez que se juntaban las manos cruzadas, de tal modo que formaba una cadena. Una vez concluida la ceremonia de la Cadena de Unión se sacudían de arriba abajo los brazos, a modo de cierre, volviendo todos los miembros a sus respectivos asientos en Logia… (Guerra, Víctor. La Masonería de los Modernos. Historia y Ritualidad. Editorial Entreacacias. 2020).
            
Para evitar el riesgo de contagio he visto que se han intentado creativas fórmulas para formar la Cadena de Unión presencial. Por ejemplo, usando guantes dobles, o untándose las manos con gel hidroalcohólico, antes y después, o parados a un metro de distancia sujetando una cuerda, o abriendo los brazos y acercando las palmas de las manos a pocos centímetros de las del vecino sin tocarse, Etc. Alternativas que me parecen validas en la medida en que expresan la intención real de los Masones de sentirse unidos, fraternales y solidarios.
                
La Cadena de Unión siempre ha ido acompañada de un hermoso y antiguo texto que se recita todavía en todas partes, con unas pocas variaciones, que, más o menos, es del siguiente tenor:
                    
Que nuestro corazones se unan al mismo tiempo que nuestras manos. 
Que el amor fraternal una todos los eslabones de esta cadena; 
formada libremente por todos nosotros.

 Comprendamos la grandeza y la belleza de este símbolo.
 Inspirémonos en su sentido profundo.

Esta cadena nos enlaza en el tiempo y en el espacio. 
Ella nos viene del pasado y tiende hacia el futuro. 
Por ella estamos unidos a nuestros predecesores, 
Maestros venerados que la formaron en el pasado.

Por ella, deben unirse los masones de todos los ritos y de todos los países.
Enriquezcámosla con numerosos y sólidos eslabones de puro metal 
y elevando nuestro espíritu hacia el ideal de nuestra orden, 
esforzándonos en acercar a todos los hombre a la fraternidad.

Mantengamos los unos hacia los otros el más fraternal afecto, 
trabajemos sin descanso el amor fraternal, 
realicemos la gran obra de la fraternidad universal*.”
           
              
¡Que así sea!
              
               
                  
                    
                   
       

sábado, 1 de mayo de 2021

DE ÁGAPES, MASTICACIONES, FIESTAS Y CENAS MASÓNICAS

Por Iván Herrera Michel
      
He asistido a toda clase de reuniones Masónicas telemáticas durante el confinamiento por el coronavirus, y algunas han terminado en brindis y charlas libres a la manera de agradables adaptaciones de las masticaciones tradicionales. Y es que en la Masonería desde hace 300 años compartir manteles es una saludable costumbre reglamentada para cultivar la fraternidad y preservar la armonía en el disenso.
              
Ya desde los Reglamentos Generales de Payne de 1720/21 se dispuso la celebración de una “Gran Fiesta” el día de San Juán Bautista o de San Juán Evangelista “según la antigua y loable costumbre de los Masones”, encargando a los Grandes Vigilantes “preparar las invitaciones, con el sello del Gran Maestro, repartirlas, recaudar el dinero correspondiente, comprar lo necesario para la fiesta, encontrar un apropiado y conveniente lugar y cualquier otra cosa que concierna a la celebración”. Y concediendo una gran importancia a las “cenas”, para que los Hermanos se “consulten amigablemente” sobre diversos tópicos antes de ser sometidos a la aprobación general.
                   
Dos años después, las Constitución de Anderson de 1723, refiriéndose a la conducta de los
Masones, permitió que "cuando cerrados los trabajos permanecen los hermanos en la Logiase permiten inocentes jovialidades según el ingenio de cada cual, pero evitando todo exceso en la comida o bebida ni obligando a nadie a que coma o beba más allá de su inclinación, ni estorbando que se marche cuando le convenga. Tampoco se ha de decir ni hacer nada ofensivo ni que arriesgue impedir la libre conversación, porque estropearía nuestra armonía y desbarataría nuestros laudables propósitos"
                     
Es admirable lo poco que han cambiado en tres siglos estas reuniones a manteles. Poseen una funcionalidad primordial para compartir vivencias, interpretaciones, lecturas, reflexiones, valores y anécdotas relacionadas con los trabajos rituales y el imaginario de la Orden, acompañadas de alegría, bromas, cortesías y hasta apuntes banales sobre cualquiera cosa. De hecho, el humor nunca falta.
              
Naturalmente, que la sensatez y la cordura imponen una clara y discreta diferencia cuando solo participan Masones o se está en presencia de personas que no son miembros de la Orden. Como en cualquier otra asociación, lo amable es no tocar temas internos en presencia de extraños.
             
Los brindis, las disertaciones, y cierta etiqueta y protocolo son de rigor en todos los casos. Igualmente, lo son las buenas costumbres como guardar silencio cuando alguien habla, ser respetuosos, mostrar un lenguaje de buen recibo, Etc. Las mesas compartidas ofrecen a los Masones conversar sobre asuntos lúdicos o profesionales, así como confrontar argumentos en un ambiente relajado y cordial
             
Si se piensa en los mejores momentos de la vida Masónica (Iniciación, Tenida…) todos tienen en común una mesa compartida. Las masticaciones son mucho más que comer y beber juntos. Las ritualidades gastronómicas ofrecen una reactualización identitaria. Están cargadas de significados en torno a uno de los más universales placeres de la humanidad.

La Masonería no es la excepción.
                      
                        
                    
                        
                       
       

domingo, 4 de abril de 2021

LOS TRES TEMPLOS MASÓNICOS MAS ANTIGUOS DE COLOMBIA

Por Iván Herrera Michel
                         
Tres magníficos Templos Masónicos han sobrevivido en buen estado y en uso continuo desde la Colombia de fines del siglo XIX y comienzos del XX, otro más se recupera y uno más fue destruido para dar paso a oficinas y locales comerciales. Igualmente, existen edificaciones en varias poblaciones del país en donde funcionaron Logias en el Siglo XIX. Algunas están en buenas condiciones y otras no tanto pero aún muestran en su fachada y estructuras símbolos Masónicos. 
             
Forman magnificas edificaciones en las que aún trabajan Logias centenarias que podrían ofrecerse al turismo cultural. Ellos están situados en:

                 
SANTA MARTA
                     
Templo Masónico de Santa Marta
La urbe cuenta con el Templo Masónico en uso, edificado especialmente para tal fin, más antiguo de Colombia.
                  
Fue construido en 1888, en las afueras de la ciudad para evitar la curiosidad de los extraños, con particularidades republicanas, por la Logia “Luz de la Verdad No. 46 (Hoy 46 – 1 – 1)”, al año de haber sido fundada con Carta Patente del Supremo Consejo Neogranadino, hoy Supremo Consejo del Grado 33° para Colombia, fundado en 1833 y actualmente con sede en Bogotá.
                  
El edificio sigue siendo sede, junto con varias otras Logias, de las Tenidas semanales de la constructora, y en la parte que hoy se destina a sala de conferencias y banquetes en una época funcionó un colegio regentado por el Taller. También encontramos un sugestivo Cuarto de Reflexiones subterráneo, una espaciosa Logia para trabajos simbólicos y un Templo escocista.
                
Está ubicado en la Avenida del Libertador No 11 - 43, por donde pasó el General Simón Bolívar el 6 de diciembre de 1830 rumbo a la Quinta de San Pedro Alejandrino, en la que moriría once días después. Para entonces, la calzada se conocía como el “Camino de Mamatoco”, porque conducía al antiguo poblado indígena de ese nombre que hoy es un barrio más de Santa Marta.
                     
En la segunda y tercera década del siglo XX, se construyó frente a la Logia el “Liceo Celedón”, también con estilo republicano, que fue declarado Monumento Nacional el 17 de diciembre de 1993. Posteriormente, también frente a ellos, en 1935, se edificó la hermosa sede de la “Normal de Señoritas María Auxiliadora”, que actualmente ocupa el plantel oficial del “Instituto Técnico Industrial”, que en 1995 fue declarado patrimonio arquitectónico del país.
            
El conjunto de los tres edificios neoclásicos ofrece un admirable paisaje urbano y crean un lugar único de la ciudad.

                  
CIENAGA
                   
La "Casa de la Logia" de Ciénaga
Por la carretera que de Santa Marta conduce a Cartagena, a escasos 35 kilómetros, nos topamos con el municipio de Ciénaga, “la capital del Realismo Mágico”, que forma parte de la Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia, entre el Mar Caribe y el santuario de flora y fauna de la Ciénaga Grande de Santa Marta, a un costado de la montaña costera más alta del mundo.
                  
La población cuenta con el segundo más antiguo Templo Masónico colombiano en uso, edificado especialmente para tal fin.
                     
Sobre su histórica “Casa de la Logia” de dos plantas, localizada en la Carrera 11 No. 11 – 30 (antes, carrera Popayán, entre calles Tolima y Padilla), cuenta una leyenda urbana que el símbolo del ojo que hay al norte, en la parte superior de la fachada, se mueve vigilando la ciudad. Fue construida por la Logia “Unión Fraternal No. 45 (Hoy 45 – 1)”, instalada el 27 de agosto de 1887, con Carta Patente del Supremo Consejo Neogranadino, hoy Supremo Consejo del Grado 33° para Colombia, con sede en Bogotá.
                    
Al igual que el de Santa Marta, el edificio fue concebido y construido desde un principio exclusivamente para ser una sede Masónica, a partir de la Primera Piedra colocada en 1912 por el Masón y General Ramón Demetrio Morán Henríquez, en un lote de 782 Mts. cuadrados, donado por Ramón Bolaño Pacheco, y se terminó en 1927. Su imponente diseño y construcción estuvo a cargo del arquitecto francés de Marsella, Francia, George Julián Carpentier, a quien también se debe el “Templete”, que es un monumento icónico de la población elevado en la vecina Plaza del Centenario.
                     
Actualmente, en el primer piso sigue funcionando su Logia constructora, en el segundo, desde 1987, el “Museo Armando L. Fuentes”, y la edificación forma parte integral de la arquitectura republicana que caracteriza el centro histórico de Ciénaga, declarado Monumento Nacional en 1994 por sus 19 Bienes de Interés Cultural Nacional.
                     
También funcionaron allí los desaparecidos “Soberano Capítulo Rosa Cruz Razón y Ciencia” No. 14 y “Consejo Kadosh Equidad y Justicia” No. 6, constituidos en 1913 y 1914, respectivamente, por el mismo Supremo Consejo Neogranadino, hoy Supremo Consejo del Grado 33° para Colombia, con sede en Bogotá.
           

CARTAGENA DE INDIAS
                    
La "Casa Grande" de Cartagena
A unos 200 kilómetros de Ciénaga, llegamos a Cartagena de Indias, uno de los más importantes destinos turísticos de Colombia por su historia, playas, recursos naturales, arquitectura virreinal y monumentos coloniales españoles. Su nombre evoca a las antiguas ciudades de Qart Hadasht en los actuales Líbano, Túnez y España.
                  
Actualmente, la urbe posee el inmueble en uso Masónico más antiguo del país. Allí han tenido asiento Logias Simbólicas, una Gran Logia, Logias de Perfección (Inefables), Capítulos, Consejos Kadosh, Consistorios y el primer y más antiguo Supremo Consejo del país, aún en existencia.
                       
Pero a diferencia de las de Santa Marta y Ciénaga, la sede de la Masonería cartagenera no fue construida para fines Logiales, sino residenciales. Originalmente, eran dos casas de habitación familiar colindantes compradas por las Logias “Hospitalidad Granadina N. 1” y “Unión No. 9”, en 1865 y 1868, respectivamente, en el Callejón San Juán de Dios (Calle 31) Nos. 3 – 39 y 3 - 25. Hoy, una de ellas está adecuada y destinada a actividades Masónicas, y la otra alquilada a un restaurante desde 1996.
                      
Las dos Logias adquirentes fueron fundadas con Cartas Patentes del Supremo Consejo Neogranadino, hoy Supremo Consejo del Grado 33° para Colombia, con sede en Bogotá, y en contraste con los Templos de Santa Marta y Ciénaga, que tienen un diseño republicano, la arquitectura de las casas de Cartagena de Indias es colonial española.
                      
Se encuentran ubicados dentro del perímetro amurallado de la ciudad, que fue declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO en noviembre de 1984, en calidad de “Puerto, Fortaleza y Conjunto Monumental de Cartagena de Indias”.
                           
A raíz del descubrimiento de un óleo del General Juan José Nieto Gil (único presidente afrocolombiano de Colombia y dos veces ex Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Neogranadino, hoy Supremo Consejo del Grado 33° para Colombia), en la galería de expresidentes de la Casa de Nariño, en agosto de 2018, la Gran Logia cartagenera nombró en su honor el Templo Mayor. Lo que de paso homenajea el aporte de la diáspora africana a la construcción política, cultural y material de una ciudad en la que los negros, los mulatos y los afrodescendiente han sido siempre su mayor componente etnográfico.
                     
Recorrer las instalaciones y alrededores de “La Casa Grande”, es hacer un viaje al pasado a unos siglos de grandes batallas, colonialismo hispánico, infamia esclavista y buena parte de las gestas independentistas colombianas. No en balde, la ciudad ostenta la calidad de Distrito Turístico y Cultural y es sede alterna de la Presidencia de la República para efectos protocolarios en virtud de su patrimonio histórico, arquitectónico y cultural.
                        

ARACATACA
                    
La “Logia Masónica” de Aracataca, a 60 kilómetros de Ciénaga, fue construida de 1911 a
"Logia Masónica" de Aracataca antes de ser destruido

1913 especialmente para ser sede de la “Logia Fuerza y Materia 60 (Hoy 60-11-3)”, instituida el 27 de junio de 1914, con Carta Patente del Supremo Consejo Neogranadino, fundado en 1833 y hoy Supremo Consejo del Grado 33° para Colombia, actualmente con sede en Bogotá. El lote inicial fue donado por los inmigrantes marroquíes Isaac y Jacobo Beracasa, siendo Isaac el primer Venerable Maestro de la Logia y quien estuvo a cargo del discurso inaugural en 1915.
                      
Aracataca es un pueblo macondiano de unos 40.000 habitantes en el que suceden cosas inusuales (macondianas les llaman) como ser cuna del único Premio Nobel de Literatura colombiano, tener una estación de tren declarada Patrimonio Histórico de la Nación que solo funcionó un día y haber celebrado la primera versión del Festival de la Leyenda Vallenata de Valledupar.
                         
"Logia Masónica" de Aracataca destruida 
A finales del siglo XX un señor de escasos recursos al que la Logia le había permitido dormir en el inmueble, para que no lo hiciera a la intemperie, apoyado por una sobrina pretendió apoderarse del inmueble denunciando de paso penalmente a los propietarios para reforzar su pretensión. La justicia falló a favor de la Logia y fue desalojado el ocupante, no sin antes haber destruido completamente sus centenarias instalaciones, símbolos y decoraciones en una mezcla de venganza personal y fanatismo cristiano.
                          
Hoy, en pleno proceso de reconstrucción, la estirpe Masónica cataqueña sueña con la oportunidad de brindarle a su “Logia Masónica”, “una segunda oportunidad sobre la tierra”, como diría Gabriel García Márquez, el hijo más ilustre del pueblo.


                  
BARRANQUILLA
                          
De no haber sido demolida para construir oficinas y locales comerciales en los años 70s del Siglo XX, hoy Barranquilla tendría una sede centenaria y la segunda más antigua del país, después de la de Santa Marta.
                     
                    
Al Masón Federico Falqués le correspondió presidir la Junta Recaudadora de fondos y dirigir los trabajos de construcción por delegación de la Logia “El Siglo XIX No. 24 (Hoy 24 – 1), instituida en 1864 con Carta Patente del Supremo Consejo Neogranadino, fundado en 1833 y hoy Supremo Consejo del Grado 33° para Colombia, actualmente con sede en Bogotá, siendo Soberano Gran Comendador el General Juan José Nieto Gil.
                       
El amplio y hermoso edificio de estilo republicano, edificado especialmente para ser asiento de la Logia constructora, fue facilitado fraternalmente por sus propietarios para que trabajaran las que fueron Levantando Columnas en Barranquilla durante las siguientes siete décadas, hasta cuando la Gran Logia construyó y se mudó a una sede una calle más arriba. Para evitar la expropiación durante la dictadura del General Rojas Pinilla, la Logia El Siglo XIX No. 24 – 1 colocó la propiedad a nombre de Masones de su confianza, quienes conjurado el peligro a su vez la traspasaron a nombre de la Gran Logia y no del Taller inicial.  
              
Con su desaparición, en aras de lo moderno, la ciudad y la Masonería, perdieron lo que seguramente hubiera sido declarado un bien de interés cultural, en la categoría de Patrimonio Arquitectónico.